La hermana de Greco

43. Peligro

Armando y los demás, me acompañan a mi casa.
Y no solo a mí, también a Zeus, Conway, Horacio,Claudio y Gustabo.

Conway vivía en el edificio en frente mía, Horacio y Gustabo, un poco más lejos y... Claudio,ni idea de dónde vivía.

Y si le preguntaba ahora mismo, me diría que en un barco pirata.

Este era el único que llevaba las llaves de su casa encima. Los demás tenían su cartera y poco más.
En el camino,mientras estábamos en el coche, empecé a buscar en los bolsillos de cada uno, para buscar las llaves de su casa,pero nadie las llevaba, solo Claudio.
...
—¡Fiesta de pijamas!—Horacio salta en mi sofá junto a Zeus.

—¿Que desea señor?—Claudio está detrás de la barra de mi cocina.

—Pongame una copa caballero—Habla Gustabo.

Conway está sentado en una esquina del sofá donde está saltando Horacio y Zeus.

Armando los mira riéndose.

Nosotros estábamos fuera de la casa,en los pasillos que estaban llenos de puertas de otras casas.
Teníamos la puerta abierta, hablamos mientras miramos a los chicos.

—¿Estarás bien?—Me mira.

—Sí, tranquilo,estaremos bien...

—Vale...—Suspira—No le cuentes a Conway sobre lo de la nota.

Le miro extrañada.

—Armando, no confías en él,lo entiendo, pero yo sí...—Pienso mis palabras—en algunas cosas solo—me corrijo en voz más baja—Y se lo contaré cuándo deje de estar borracho, te guste o no.

El asiente lentamente y luego se acerca a mí para abrazarme y dejar un suave beso en mi mejilla.

Armando se va y yo cierro la puerta de casa.

Suspiro para intentar tranquilizarme.

Gustabo sigue hablando con Claudio como si no se conocieran.

—¡Te mentí,no soy camarero,soy pirata!—Claudio empieza a perseguir a Gustabo y estos se pierden por la casa. Mientras bajan las escaleras.

Al perderlos de vista, me fijo en Horacio, que había empezado a cantar.

—Y tú bailando, bailando, bailando..._Me señala—y él llorando,llorando, y llorando—Señala a Conway— por tí.—Me vuelve a señalar a mí.

Conway seguía sentado, algo triste.

—¿Que le pasa al abuelo? parece que tiene depresión—Río.

Horacio se encoje de hombros.

—¡Vení acá pelotudo!—Escucho a Claudio Gritar.

—¡Katy! ¡Me persigue un pirata!—Gustabo me llama desde el piso de abajo.

—Dios, sois como niños pequeños...—Hablo sola en voz baja—¡Pirata, deje en paz a mi amigo!—Grito.

Empiezo a bajar las escaleras dejando a Horacio y Conway solos. Ellos eran los más tranquilos.

Un Zeus contento me sigue.

Llego abajo y los encuentro en la habitación de invitados.

Esa habitación nadie la había utilizado, esta estaba bastante ordenada, hasta que llegaron ellos.
...
Después de un rato,logro convencerlos de que se acuesten a dormir en la cama

Eran casi las tres de la tarde,yo no había comido nada aún, pero ellos sí, o al menos eso me dijo el pirata al yo preguntarle.

Ellos se duermen en la cama tranquilamente, después de yo contarles "un cuento".
Zeus se acuesta junto a ellos y se deja dormir.