La hermana de Greco

48. Estando juntos

Hablé un rato con Kylie en los baños. Le hice una promesa de scout al decirle que no se lo contaría a nadie.

Los baños de mujeres, era el sitio más tranquilo de comisaría .Al ser las únicas mujeres en comisaría,nadie nos molestaría.

Siempre solíamos ir allí. Estos estaban limpios y es el único sitio dónde perdemos de vista a Conway. Hasta en la hora de la comida íbamos allí a comer,
hablábamos y comíamos juntas.

Teníamos una cafetería,pero a veces escuchar a nuestros compañeros nos daba dolor de cabeza.

Kylie decidió ir a trabajar para despejarse un poco.

Yo aprovecho la ausencia de  Conway, para ir a la farmacia más cercana. No tenía otro remedio,que ir en mi patrulla.

Entré en el coche y arranqué. Conduje hasta llegar a la farmacia,
aparqué en el callejón de al lado y entré en esta.

Al entrar por la puerta, suena un sonido agudo provocando que los dos trabajadores se den cuenta de  mi presencia.

—Buenos días —Me saluda la mujer alegre detrás del mostrador.

Su compañero no me saluda ya que estaba atendiendo a dos hombres con capucha.

—¿Cuantas vendas quieren?—Pregunta este a los dos clientes.

—Veinte—Responde uno de ellos

Me acerco a la mujer, para que me atienda.

Su compañero, se va y entra en la puerta que estaba detrás del mostrador. Dónde creo tenían las vendas.

Los dos hombres están apoyados en el mostrador, mientras esperan.

—¿Que desea?—Me pregunta ella con una sonrisa.

Estoy apunto de responder cuándo alguien me nombra.

—¿Katy?

Me giro y me quedo congelada al ver a Lamar, y su amigo Rosas.

—Ho-Hola—Les saludo.

Ellos me sonríen y me slaudan.

La mujer me mira atenta esperando mi respuesta.

Esto solo me puede pasar a mí...

Lamar y rosas me miran esperando a que hable.

—Emm, quiero...—Nerviosa los miro y luego miro a la mujer—Condones.

Es lo único que se me ocurre decir.

Lamar me mira sorprendido y apenado a la vez.

Rosas se ríe de su amigo.

—¿Que hace comprando eso en horario de trabajo?—Rosas se dirige a mí—Lo va a pasar bien esta noche ¿eh?

—Cállate—Le dice Lamar.

—Tranquilo, tío,igual los usa contigo—Le dice.

La mujer me sonríe y me da a elegir y yo señalo lo primero que veo.

—Olvídalo, esa talla es demasiado para tí—Este vuelve a reír.

  El trabajador aparece y le da vendas a los chicos, mientras la mujer me da los preservativos a mí.

Lamar y yo,pagamos a la vez.

Luego nos damos la vuelta para irnos,ambos nos despedimos de los trabajadores.

Al salir él se dirige a mí.
—¿Estás con alguien?—Pregunta.

—Eso no te debería de importar—Le digo.