16. Vuelta a la... ¿Normalidad?

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Llegamos al hospital y caminamos siguiendo al Superintendente.
Los agentes que estaban en la puerta de la habitación de Emilio,nos dejaron pasar.

—¡¡Emilio!!—Horacio se abalanza sobre su amigo.

Era una habitación bastante bonita para ser de un hospital, las habitaciones que yo recuerdo no eran nada agradables.

Emilio, estaba en una camilla, mientras que Horacio le abrazaba con fuerza. Él le da palmaditas en la espalda.
Los agentes nos dejan a solas para que podamos hablar.

—Emilio, el abuelo nos a dado pasta, móvil nuevo y creo que una mansión—Gustabo informa a Emilio.

—No mames, hoy se cena, cabrón—Emilio Sonríe.

—Una mansión para todos—Digo.

—La mansión de la Mafia Sexy—Horacio da saltos de alegría.

—¿Mafia sexy? ¿Es Encerio?—Río.

—Sí, pondremos unas letras por fuera de la mansión, para que todos la vean—Horacio empieza a ilusionarse.

—Sisi,Que ponga "puto el que lea"— A Gustabo le gusta la idea de Horacio.

—No pinche mamen, lo vamos a leer cada vez que pasemos por ahí—Habla Emilio.

—Siempre puto,núnca inputo—Dice Claudio y Horacio ríe.

Pasamos un rato Hablando, sobre lo que haríamos con el dinero y de cómo decorariamos nuestras habitaciónes en la mansión.

Conway interrumpe nuestra charla.

—Muñecas,nos vamos—El abuelo aparece.

Nos despedimos de Emilio hasta dentro de unos días que le daban el alta.

Todos salimos del hospital siguiendo al viejo.

En la salida, veo a Ivanov de pié, apoyado en un coche y a Zeus asomarse por la ventanilla.

Ivanov me Sonríe y Zeus ladra al verme.

Los demás, entran en el patrulla de Conway, que estaba delante de Ivanov.

Estoy alejada de los coches,mientras miro a Ivanov, tengo que admitir que me empezaba a parecer bastante atractivo.

—¿Te lleva él?—Conway estaba colocado a mi lado.

No había notado su presencia y eso me provoca un pequeño susto, pero intento disimularlo lo mejor que puedo.

—Sí, buenas noches,Superintendente...—Le digo.
él, mueve su cabeza como despedida y va su patrulla.

Me acerco a Ivanov.

—Hola—Le sonrío.

—Hola, ¿Cómo ha ido?

Voy a contestar pero me interrumpen.

—¡Comele la boca!—Horacio grita desde la ventana del patrulla.

—¡Haz de Lupe y dale un par de mamadas!—Escucho a Gustabo gritar.

Conway les mandaba a callar pero no servía de nada.

—¡Callaros ya! Par de nenazas—Conway arrancó el patrulla hasta que los perdí de vista.

Estaba avergonzada por la situación, no me he mirado a un espejo,pero seguro estoy sonrojada.

—Bien, ha ido bien—Intento olvidar lo que ha pasado y seguir con la conversación.

—Me alegro—Me mira y ríe.

La hermana de Greco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora