Capítulo 58

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-¿Qué? -Pregunté sorprendida.

Luca se encontraba sentado frente a mí con su cuerpo tenso y una mirada incómoda.

El día había sido completamente bueno para mí, todo venía perfectamente en buena dirección, pero me había olvidado de un pequeño y molesto detalle. Luca era el nuevo Duque Visconti y una guerra estaba aproximándose, al no tener ningún otro hombre al que enviar él tendría que hacerse cargo e ir a pelear en la maldita guerra.

-No pueden obligarte, aunque sea el Emperador. Eres uno de los cinco Duques, su autoridad tiene límites.

-Pero si me niego a ir, después tomará nuestra familia como un blanco para sus ataques -Negó Luca con su cabeza mientras me explicaba.

No me podría importar menos sus próximos ataques, nosotros vivimos el hoy, no el mañana, de sus próximos ataques podría preocuparme cuando sucedieran.

-Hermana, no puedo evitar ir a la guerra, tampoco puedo prometerte que voy a volver con vida -Dijo mirándome serio-. Vine aquí para contarte antes de que te enteres por otros medios, debes continuar con nuestra venganza y acabar con el Imperio completo si es necesario.

-¿Qué quieres decir? -Pregunté, mi voz salió entrecortada.

No quería admitir que esto era una despedida, que mi hermano vaya a la guerra sólo podía tener un final asegurado y ese era su muerte.

Podía estar completamente segura que más que una guerra contra otro país, esta era una trampa para mancillar a los enemigos del Emperador sin levantar sospechas o causar revueltas.

-Athy -Luca me sonrió-, te amo infinitamente -Se lamió los labios-. Estoy más que orgulloso de ser tu hermano y de la mujer que eres.

Empecé a llorar sin siquiera darme cuenta, él se acercó y se arrodillo frente a mí.

-Debes prometerme que te cuidarás y harás que todo este maldito Imperio arda junto con el maldito Emperador -Mi hermano era ahora el que lloraba.

Solo pude asentir con la cabeza. Las lágrimas me nublaron la vista, Luca me abrazó y su perfume se impregnó en mi nariz. No podía creer que estaba despidiendo a mi hermano con la certeza de que la próxima vez que nos veamos sea con él sin vida.

La guerra significaba eso, no volver. Los únicos que sobrevivían eran los que tenían experiencia o los que volvían con extremidades menos. Luca, quien solo tenía experiencia como caballero, era demasiado obvio el final que tendría.

-Maldito Emperador -Susurré en el hombro de mi hermano.

Mis lágrimas mojaron su ropa, mi tristeza me inundó a mí y solo sentí un vacío en todo mi corazón, ese vacío que se tragó todo de mí. Era el mismo vacío que sentí cuando murió mi padre.

-Los mataré a todos, Luca -Él rió sin ganas.

-Sí... hazlo por mí -Susurró.

Tenía los ojos cerrados pero eso no impedía que las lágrimas siguieran saliendo como si de una catarata se tratase.

-Sé que es una petición absurda -Dije luego de minutos de silencio-, pero por favor intentá volver con vida. Prométeme que lo intentaras.

Luca se apartó de mi cuerpo y me miró, su rostro estaba mojado por sus lágrimas, que ya no caían, y me veía serio.

-Sabes que no puedo prometerte eso, hermana -Me acarició una mejilla.

El corazón se me rompía cada segundo un poco más.

-Por lo menos miénteme -Le rogué-. Miénteme y dime que volverás a salvo.

Soltó un suspiro y tomó mi cabeza para dejarla descansando en su hombro, él me acarició el cabello en silencio.

-Prometo volver -Dijo con un hilo de voz.

-Te estaré esperando -Susurré en respuesta-. No importa cuanto tiempo pase, lo prometo.

Sentí como Luca trago saliva y luego suspiro nuevamente.

-Espero que me recibas con una tarta de chocolate.

-Y con té de manzanilla -Terminé de hablar por él.

-Te traeré una pintura como regalo por la larga espera -Su voz se escuchaba suave.

-Espero que para entonces hayas aprendido a pintar hermosamente -Me burlé.

La risa que ambos soltamos carecía de diversión.

Allí, en el silencio de la habitación, ambos hicimos promesas que sabíamos que no íbamos a poder cumplir, conscientes de que el otro tampoco iba a cumplir, pero de alguna forma prometernos lo imposible nos daba una cierta paz y esperanza de que lo inevitable podría evitarse.

-Recuerda cuidar a mamá por mí, mientras que no estoy con ustedes -Me pidió.

-Tranquilo -Sonreí sin ganas.

-Lamento interrumpir tan... melancólica despedida -La voz de Astello nos interrumpió-, pero debemos hablar.

Luego de eso Luca se despidió y se marchó, intento verse fuerte pero pude ver en sus ojos el miedo y la tristeza que llenaba su mente.

Me quedé con Astello a solas, él ni siquiera me veía a los ojos y pude entender rápidamente que algo iba mal.

-Por favor, más malas noticias no -Susurré con cansancio.

-Lo lamento, querida Athanassia, pero uno no elige lo que sucederá -Me dijo como si estuviera tratando de consolarme.

-Solo dime, ¿Qué sucede?

El silencio llenó la habitación y la tensión se hizo palpable en el ambiente. Astello no abría la boca y la ansiedad me empezaba a carcomer por dentro.

No me atreví a preguntarle lo que sucedía, tal vez por miedo, pero los segundos en los que no habló y solo me miró en silencio se sintieron como si fueran una eternidad.

-Debes casarte con Blaine en menos de seis meses -Me dijo como si fuera una orden.

Saqué todo el aire que no sabía que estaba conteniendo.

¿Era esa idiotez lo que tenía para decirme?

Lo miré con aburrimiento, sin embargo la mirada que él me daba a mí no cambió en ningún momento.

-No es la misma advertencia que te daba antes -Explicó-, debes casarte en menos de seis meses con él.

-¿Y eso por qué? -Pregunté bruscamente.

-Porque si no lo haces -Me miró con lástima y luego suspiró, me esquivo la mirada-, porque si no lo haces morirás.

-¿Qué? -Me reí.

¿Qué carajos estaba diciendo?

Astello no me miraba a los ojos, no tenía su típica sonrisa burlona y tampoco su voz tenía tono de burla o gracia.

¿Me preocupa? Carajo, sí.

-¿Cómo que morir? -Susurré- Estás jugando conmigo -Respondí luego de unos minutos-, yo no moriré y mucho menos lo sabrías tú si fuera cierto.

-Morirás -Asintió.

-¿¡Cómo estás tan seguro!? -Grité.

Astello por fin volvió a mirarme a los ojos pero lo único que había en su mirada era pesar.

-Porque yo seré quien acabe con tu vida.


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Hola, perdón por la tardanza, estoy hasta el cuello estudiando para los finales.

Gracias por leer y apoyar la historia(? espero que les guste, tengo en mi perfil otra historia llamada "La vida de Lilith", me encantaría que se pasarán por ahí y le dieran apoyo(?.

Bueno, nada, eso... bye.

CielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora