Capítulo 27

168 17 12
                                    


-¿La deje sin palabras? -Pregunta altanero.

-No -Le respondo con simpleza-, es solo que su petición me parece tan absurda, ¿Para que me quiere a mí?

-Es muy simple, usted me dará poder.

-¿Yo darle poder? -Estuve a punto de reírme en su cara pero me contuve- ¿Cómo exactamente haría eso?

-Usted es hija de la segunda familia más poderosa de todo el imperio, además de que tiene una buena amistad con la familia real, ni hablar de su inteligencia, todo en usted es sinónimo de poder.

-Si, un poder que es mío, ¿Que le hace pensar que tenerme le daría a usted ese dichoso “poder” que insinúa que tengo? -Arquee una ceja.

-Porque la tendré en mis manos -Acercó su cara y susurró-, si la tengo en mis manos su poder será todo mío.

-Me parece una gran idea, lástima que no es tentadora para mí -¿Este hombre estaba loco o que?-. No respondo a chantajes, si quiero esa información que tiene la voy a obtener yo misma, sin necesidad de usted -Me puse de pie y me dirigí a la puerta.

-¿Para que obtenerlo si lo único que tiene que hacer es darme algo a cambio? No es necesario trabajar de más por ello, es como tener un plato de comida frente a usted pero de todas formas ir a la cocina y hacer otro.

-La diferencia está en que si lo obtengo por mi misma no voy a deberle nada a usted -Dije de manera fría-. Con permiso, Lord Blaine.

Salí de la habitación seguida por Lara, estaba indignada, ¿Quién se creía que era? No era la única persona capaz de obtener información, ni siquiera fue capaz de pensar bien sus palabras o su petición como para tentarme a aceptar.

Era un completo idiota, no podía creer que alguien como él podría compartir lazos sanguíneos con Casian, eran completamente distintos, gracias al cielo.

¿Cómo estará Casian? Hacía horas que se había ido, ni sabía exactamente cuándo volvería y eso hacía que lo extrañará con más fuerza, lo cual era absurdo ya que lo había visto tan solo ayer pero cuando se trataba de Casian nada tenía lógica para ella, incluso los sentimientos que empezaron a llegar desde el momento en que lo vi. Por más que tratará de negarlo había empezado a sentir cosas por él desde el momento en que sus ojos se encontraron y hasta ahora me había dado cuenta de ello.

Llegaba a ser frustrante saber que mis emociones dependían de una persona que no era yo.

-Lara -Llamé y de inmediato ella se puso al lado mío.

-¿Sí, señorita?

-¿Recuerdas la reunión de la que te hable?

-Si, de hecho ya me encontraba comenzando con los preparativos.

-Hay un cambio de planes, serán dos reuniones -Lara me miró confundida pero antes de que preguntara cualquier cosa me adelante a hablar-. Una de ellas será en una semana y las invitadas serán las señoras de sociedad, las duquesas, marquesas y algunas condesas.

-¿Y la otra? -Preguntó interesada.

-La otra será con las hijas de todas ellas, las señoritas del imperio -Me detuve y la mire-, pero solo un número reducido de ellas y serán las que tienen más poder entre todas. Te daré la lista con los nombres para las dos reuniones.

-De acuerdo -Se quedó en silencio unos segundos para luego hablar-. Sin intención de meterme mucho en el asunto, ¿Que tiene en mente?¿Que hará, señorita?

-Formare mi pequeño ejército -Le sonreí.

-Usted sabe que cuenta con mi apoyo incondicional para lo que sea que tenga en mente -Aseguró.

CielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora