Capítulo 31

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-¿Ya pudo calmarse? -Me pregunto, a lo que después de dar tomar una gran bocanada de aire, asentí con la cabeza- De acuerdo, podemos hacer dos cosas.

-¿Qué cosas serían esas? -Pregunté curiosa.

-Podemos quedarnos aquí y hablar de lo que sucede -Levantó su dedo índice- o podemos volver a la fiesta que hay allá adentro -Levantó su dedo del medio-, usted elige.

Me quedé unos segundos pensándolo, no tenía ganas de volver a ese lugar lleno de gente y menos en el estado en el que me encontraba. Todo apuntaba a que era mejor quedarme y hablar con él.

-¿Que me dice, Lady Athanassia? -Preguntó con una sonrisa.

-Hablemos, su alteza -Respondí con una sonrisa triste.

-Puede comenzar a hablar cuando usted quiera -Se acomodó en su sitio y me miró esperando a que hablara.

-No me siento bien -Le confesé.

-No me diga -Dijo de forma sarcástica, lo que consiguió que lo mire mal y él se ría-. Lo siento, no pude evitarlo, prosigue.

-Sin más burlas.

-Sin más burlas, lo prometo.

-Desde que mi padre murió siento que estoy cayendo en picada, luchando por no llegar al fondo pero es inevitable que en algún momento llega al fondo de ese pozo y eso me da miedo. Me da miedo caer de bruces al final de ese pozo y no poder salir más de ahí.

Nunca pensé hablar de esto con alguien y menos que ese alguien sea con Tyler, pero de igual manera creo que no hay nadie más con quién pueda hablarlo que no sea él.

-Ya lo ha dicho, es inevitable que caiga en ese pozo y se golpee con lo que hay al final de el -Me contesta- pero eso no quiere decir que no puedas salir de allí.

-¿Y si no puedo hacerlo? -Susurré.

-Athanassia, la conozco desde que tengo uso de razón, usted es una de las personas más fuertes y valientes, no es de ponerse a llorar cuando hay problemas sino de enfrentarlos. Usted no duda, ataca cuando hay que hacerlo y da marcha atrás cuando tiene que hacerlo.

-Eso no tiene nada que ver con esto, es distinto -Negué con la cabeza-, mi padre era un pilar fundamental en mi vida, sin él solo estoy en una caída intermitente. Estoy bien pero en cuanto menos lo espero todo vuelve.

-¿Por qué no me dice lo que de verdad piensa y siente acerca de todo esto? -Arqueó una ceja y me quedé mirándolo.

¿Lo que de verdad pienso? Todo es culpa del maldito Emperador y su ambición, por su codicia tuvimos que empezar esa guerra y por esa guerra murió mi padre.

¿Lo que de verdad siento? Siento que todo fue una injusticia, siento odio, ira, rencor, miedo, mucho miedo.

-No tenga miedo de decir todo lo que pasa en su cabeza en este momento -Me animo.

-Todo es culpa de la codicia y el egoísmo del Emperador -Dije con rabia-, mi padre murió por la ambición y codicio de un hombre egoísta.

-¿Es eso lo que piensa de verdad?

-Es eso lo que pasó -Me apresure a decir.

-Habla desde su enojo y eso en cierto punto está bien, está desahogandose de todo lo que la está consumiendo por dentro.

-Estoy desahogándome, si -Lo interrumpí-, pero eso no quiere decir que lo que esté diciendo no sea verdad. Todo podría haberse evitado de no ser por su padre -Le eché en cara.

Aunque sabía que lo que estaba diciendo no era del todo verdad, era la única forma que encontré para desquitarme.

-No se puede evitar la muerte de nadie, tampoco puede echarle la culpa de esa muerte a otra persona. Las guerras son inevitables, si mi padre hubiera decidido evitar esa guerra otro la hubiera empezado.

-Eso no le quita culpa.

-Tiene razón, pero lo que hace mi padre es pensando en todas las personas del Imperio, personas que son nuestra gente.

-Mi padre también era su gente, también era de este Imperio.

-Hay que hacer sacrificios. Se elige un mal menor para obtener un bien mayor, en este caso el mal menor son las personas que mueren combatiendo por el imperio.

-¿Y cual es el bien mayor de todo esto? -Pregunté con burla.

-¿Acaso no lo ve? El imperio se expandió más, conseguimos tener al país de Soleid en nuestras manos.

-¿Y eso de que vale?

-En un futuro ya no tendremos más invasiones ni guerras, ya no habrá más peleas, una temporada de guerra nos dan paz luego. Todo lo que pasó es parte de una estrategia bien pensada para que no solo la familia real sino que también los aldeanos, los nobles, todos tengamos un futuro más que asegurado.

-Si sus palabras buscan ser reconfortantes no lo está logrando -Me levanté de golpe y lo mire desde arriba-, creo que es mejor que me vaya.

-Piénselo, señorita Athanassia -Dijo en cuanto me gire-. Su padre no estaría contento al ver cómo se deja consumir por la oscuridad.

-Tal vez la oscuridad no me este consumiendo a mí, sino yo a ella -Susurré.

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