Capítulo 16

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Luca y yo nos encontrábamos frente a la habitación de mamá, estábamos esperando el momento en que salga así no pudiera evitarnos. Era muy temprano, no habíamos desayunado por si ella se nos escapaba antes, los dos estábamos en silencio mirando la puerta cuando ésta se abrió y de ahí salió mamá.

-¿Qué hacen aquí? -Preguntó sobresaltada.

-Evitando que escaparás de la charla que tendremos -Le respondió Luca con una sonrisa.

-Pero si yo nunca escapó -Ja, como si fuéramos a creerle eso.

-Sí, mamá, claro -Dije en tono sarcástico a lo que ella me miró arqueando una ceja.

Luca intervino antes de que tengamos una discusión sobre si mamá evitaba las cosas o no y fuimos hacia el comedor a tomar el desayuno, mamá entre medio de nosotros dos por si se escapaba.

-Bien, terminemos con esto de una vez -Dije harta de que mamá no hablará-. Dinos todo lo que nos ocultas, madre.

-¿Lo que les oculto? -Se hizo la desentendida- No sé de lo que hablas, hija.

-Por favor, madre -Habló Luca-. No te hagas la tonta y cuéntanos.

Mamá nos miró por unos segundos que se hicieron eternos hasta que finalmente suspiró y empezó a hablar.

-Verán, la historia del imperio es muy extensa, ustedes lo saben.

-¿Que tiene que ver eso con nosotros? -Pregunté confundida.

-Nosotros estamos… Ligados, por así decirlo, a la historia del imperio. El primer Duque Visconti fue quien ayudó al emperador Fausto a conquistar tierras y crear el imperio desde cero, desde entonces tenemos un buen trato con la familia real pero hubo un enemigo poderoso al que nos costó derrotar y cuando lo hicimos, ese enemigo usó su último aliento para maldecir al emperador y su descendencia.

-Entiendo la primera parte pero lo de la maldición, ¿Que tiene que ver con nosotros? -Habló Luca- Además, las maldiciones no existen, madre, me sorprende que creas en esas idioteces.

-No seas escéptico, Luca.

-Soy realista, madre.

-Por favor, dejen está discusión para otro momento -Dije cortandoles la charla-. Mamá, sigue.

-La emperatriz de ese entonces se embarazo al mismo tiempo que la Duquesa de Visconti, fue una alegría inmensa pero de golpe se eclipsó. La maldición iba a caer sobre la familia real, ellos corrían un peligro del que no sabían cómo iba a venir. Debido a esto nuestra familia tuvo que hacer un sacrificio.

-¿Que tipo de sacrificio? -Pregunté confundida y preocupada.

-La emperatriz tuvo que abandonar el trono y la Duquesa de Visconti tuvo que abandonar al amor de su vida. Ambas cambiaron de lugar, la emperatriz fue sustituida por la Duquesa.

-¿¡Que!? -Exclamó Luca impactado.

-Para combatir la maldición de alguna forma el emperador crío al hijo de la familia Visconti como su heredero y no tuvo más hijos. El verdadero hijo del emperador fue criado como hijo de la familia Visconti, la maldición paso a nuestra familia, debido a que la sangre real corre por nuestras venas y no por la familia real, como se cree.

-Entonces nosotros tenemos derecho a heredar el trono, si es verídico lo que nos cuentas -Habló Luca.

-¡Deja de pensar en idioteces! Esto es más serio -Le dije enojada.

-¿En serio crees en eso de una maldición? -Preguntó con burla.

-No termine -Nos interrumpió mamá-. La maldición va ligada con otra cosa. Hace muchos años, el tío del emperador Fausto estuvo enamorado de una joven hermosa, pero está joven ya tenía un prometido. A pesar de eso se enamoraron e idearon un plan para escaparse juntos, pero algo salió mal y este hombre pensó que la joven había muerto, cuando no fue así. Vivió por dos años pensando que el amor de su vida estaba muerta, vivió confinado y se apagó de a poco hasta que un día la mansión en la que vivía se incendió y perdió la vida.

-¿Y eso a que viene? -Pregunté.

-La maldición, la muchacha era hija de este… Enemigo, el padre de ella al ver a su hija accidentada, sufriendo, tomó cartas en el asunto en contra del emperador Fausto. Todo termino con la cabeza de ese hombre y la maldición.

-¿Que decía la maldición?

-“Las mujeres que tengan sangre real en sus venas tendrá el mismo destino que mi hija, no podrá ser feliz con el amor de su vida, no podrá vivir más allá de los 25 años y sufrirá lo que mi hija sufrio” -Dijo mi madre mirándome a mí-. Athanassia, tu tienes sangre real en tus venas.

-¿Que? -Estaba confundida- Pero no puede ser verdad esa maldición de la que hablas, madre. Hubieron más mujeres hijas de algún Visconti y que sepamos terminaron con buenas vidas.

-No, mí amor -Mi madre se acercó a mí y me acarició la cabeza-. Hubieron tan solo 4 mujeres en la historia de la familia y todas ellas murieron de forma trágica o vivieron infelices de alguna forma.

-¿Que quiere decir, madre? -Pregunta Luca paralizado- ¿Athanassia morirá?

-No lo sé -Suspiro-, tampoco sé si todo es solo una coincidencia, pero su padre y yo nos aseguramos de hacer así vidas lo más felices posibles.

-No entiendo algo -Hablé- ¿Que tiene que ver eso con que Luca no pueda romper su compromiso con Charlotte?

-A eso iba -Contesto exasperada mamá-. Su abuelo, el anterior Duque Visconti, hizo dio malos pasos, no necesitan saber sobre qué, y el Duque Vel Laviti fue quien lo ayudo, pero a cambio tenía que hacer algo por él. Nunca le cobró esa deuda hasta que el actual Duque Vel Laviti hablo con su padre sobre eso y le pidió que Luca se casará con su hija.

-¿Por una maldita deuda que no tiene nada que ver con nosotros Luca se casa con esa víbora? -Estaba completamente indignada.

Mi madre solo asintió mientras soltaba un suspiro y nos miraba con lástima.

-Van a tener que arregla muchos errores que cometieron personas en el pasado, por favor entiendan lo que sucede y no hagan escándalos. Sobre todo tú, Athanassia.

-Madre, esto es indignante. Primero esa maldición que anuncia mi muerte e infelicidad y ahora Luca sin poder librarse de Charlotte. Me niego a que esto solo pase sin yo hacer nada.

Me levanté del asiento y salí del comedor. Si ellos se quedaban sentados a solo aceptar lo que pasaría sería problema de ellos, yo cambiaría las cosas, no dejaría que mi destino lo manejara otra persona que no fuera yo. No moriría antes de los 25 años, no sería infeliz y tampoco dejaría que Luca se casará con esa víbora. Encontraría una manera de solucionar todo esto, cueste lo que cueste.

CielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora