Capítulo 18

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Todos en la mansión se encontraban como locos tratando de que cada cosa quede perfecta, mi madre pidió al personal que fueran lo más eficiente posible el día de hoy. La habitación que usaría Athanassia ya estaba lista desde hace tres días, sin embargo mamá pidió que volvieran a revisar todo por si faltara algo l se le haya escapado algún detalle. Al final mi madre se encontraba más que emocionada debido a que Athanassia vendría a vivir aquí.

En unas horas sería oficial la mudanza de Athanassia y todos estaban conmocionados, yo en cambio me encontraba muy relajado. Athanassia mostró ser una mujer buena y sabía que no iba a fijarme en las cosas pequeñas, sino que al contrario de eso, ella vería el esfuerzo que hace mamá por tratar de que se sienta cómoda aquí.

-Vaya, hermano, nunca pensé que llegaría el día en que te casarás -Habló Blaine detrás de mí-, mucho menos que lo harías antes que yo y con la mujer que iba a ser mi prometida.

Desde que Blaine descubrió ese pequeño detalle ha estado molesto, no entiendo el porqué, fue él quien decidió que todos se mundo no le agradaba y salió corriendo. No era mi culpa que papá haya decidido que yo sería quien me casara con Athanassia en lugar de Blaine.

Estaba actuando de la misma forma que lo hacía cuando éramos niños: rechazaba un juguete y cuando veía que me lo daban a mí hacía un berrinche para tenerlo de vuelta. Pero ya no éramos niños y Athanassia no era un juguete.

-Ya superalo, Blaine -Me estaba hartando de sus berrinches-. Tú elegiste irte y renunciar a todo, no puedes venir y quejarte de algo que es consecuencia de tus propias elecciones.

-Tienes razón, estoy siendo irracional pero tienes que entenderme, Casian. Me robaste a mi prometida, tengo derecho a sentirme indignado y quejarme.

-¿Te robe a tu prometida?¿Que idioteces dices, Blaine? Ni siquiera tiene sentido seguir con esta conversación.

Realmente se estaba comportando como un niño y era de lo más hartante. Deje a Blaine solo con su rabieta, parecía que el mayor era yo y no él; me encamine hacia la entrada para esperar el momento en que Athanassia llegará, que sería en cualquier momento.

Todos los empleados se encontraban parados en dos hileras, a la derecha las mucamas y a la izquierda los mayordomos. Mientras que mamá, papá, Blaine; quien había llegado detrás de mí, y por último yo, nos encontrábamos en el medio, al comienzo de la fila. A lo lejos pude observar como el carruaje estaba llegando.

-Por favor, quiero que todos se comporten -Habló mamá mirando a Blaine- y hagan que lady Athanassia se sienta de lo más cómoda en esta casa.

-¿Por qué me miras a mí cuando lo dices? -Preguntó Blaine.

-Porque eres el único que se comporta como un crío de 5 años -Me miró mal a lo que solo le sonreí.

-Casian, tú también tienes que comportarte -Habló papá.

Blaine me dio una mirada burlona y yo solo suspiré. Sin darnos cuenta el carruaje ya había llegado y se encontraba frente a nosotros, Athanassia bajo.

-Oh, querida, luces hermosa -Le dijo mamá-. Bienvenida a nuestra casa y a nuestra familia.

Acto seguido la abrazó y Athanassia quedó paralizada sin saber qué hacer, se ve que no estaba acostumbrada a las muestras de afecto de otras personas que no fueran de su familia.

-Cuñadita, bienvenida -Habló Blaine una vez que mamá liberó a Athanassia del abrazo.

-Espero que te sientas cómoda aquí, cualquier cosa que necesites puedes hacérnoslo saber -Dijo papá.

-Bienvenida, lady Athanassia -Le sonreí a lo que ella me respondió con otra sonrisa.

-Me alegra que me hayan abierto las puertas de su hogar con tanta amabilidad, espero que nos llevemos bien todos.

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