Capítulo 28

168 16 3
                                    


Tenía que buscar la forma de sacarle a Blaine los papeles sobre Charlotte, no tenía el tiempo ni las ganas de buscar información que estaba tan cerca de mis manos, pero ¿Cómo podría robarle esos papeles? Pensé en usar a Lara pero es algo muy obvio, además si la atrapan tendría un castigo muy severo por entrar a la habitación de Blaine y tratar de robar. Tenía escasas opciones y debía pensar rápido, mientras más tardará más se acercaba el día de la boda de Luca.

De todas formas lo que primero tenía que descubrir era si tenía esos papeles en su habitación o en algún otro lugar de la mansión, pero no podía estar recorriendo ya que sería muy sospechoso.

Todo era tan hartante, maldito Blaine.

-¿Qué te tiene tan amargada, pequeño conejito? -La voz de Astello hizo eco en la oficina en la que me encontraba.

-¿Vienes a practicar tu deporte favorito?

-¿Cuál sería ese? -Preguntó confundido.

-Molestarme -Le sonreí dulcemente.

-Pero qué graciosa estás -Dijo de manera sarcástica-, vine para ver cómo te encontrabas pero ya que no soy bienvenido creo que es mejor irme.

Me asombraba lo fácil que me había acostumbrado a su presencia y como desaparecía y aparecía de la nada.

Esperen un momento.

Aparecer y desaparecer de la nada… ¡Eso era! Astello podía robar los papeles sin ser visto ni dejar rastros.

Me apresure para ponerme de pie y detenerlo antes de que vuelva a irse.

-¡Espera! -A mi grito, y debido a que me tiré sobre él, pude detenerlo.

-¿Qué sucede? -Dijo asustado- Athanassia creo que acabas de romperme un hueso -Lo miré asustada a lo que soltó una carcajada-, era broma, no podrías lastimarme ni aunque tengas la fuerza de mil soldados.

-Es bueno saber ese dato.

Me levanté y extendí mi mano para ayudar a que él se pueda parar pero lo rechazó y se levantó solo. Al cabo que ni quería ayudar a este idiota.

-Ahora dime, ¿Por qué me atacaste de la nada? -Arqueó una ceja.

-Necesito tu ayuda.

-¿Con que?

-Blaine tiene unos papeles muy importantes que yo necesito, quiero que los robes para mí.

-¿Sabes que nada se…

-Hace gratis, lo sé -Lo interrumpí- ¿Que quieres?

Astello me miró de arriba a abajo y sentí como me recorrí un escalofrío por toda la espalda.

-No -Dije asqueada.

-No era eso, malpensada -Se burló-. Te traeré los papeles que tiene Blaine pero a cambio me deberás un favor, que todavía no te diré que será. ¿Trato?

Lo mire detenidamente por unos instantes, no confiaba en Astello pero en estos momentos era el único que podía ayudarme. Aunque tenía mis dudas necesitaba esos papeles a como diera lugar.

-Tenemos un trato -Acepte.

Astello sonrió, más de lo usual, y desapareció frente a mis ojos. ¿Por qué sentía que esto era el comienzo de nuevos problemas?

Últimamente todo era problemas en mi vida así que lo único que hice fue encogerme de hombros y volver al escritorio a seguir con lo que estaba haciendo antes de haber sido interrumpida: las invitaciones.

La lista de invitadas ya estaba hecha, hice dos: una para la reunión de la semana que viene y otra para que se hará en dos semanas. La primer reunión la haré con las señoras y la segunda con las señoritas, por supuesto que solo estaban invitadas un número reducido, las mujeres más influyentes de la nobleza.

CielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora