-¿Y bien?-¿Y bien que?
-¿Que opinas?
-Creo que te salió bastante bien, hermanito -Tuve que aguantar una carcajada que luchaba por salir-. Es bastante... Lindo, me gusta esta cosa que está en la esquina.
-Es una nube -Me miro seriamente.
No pude soportarlo más y me reí.
-Sabía que no tenía que mostrarte nada -Me saco la pintura de las manos y la dejo boca abajo sobre la mesa-. Siempre te burlas de las cosas que hago.
-¡Oh, vamos! -Exclamé indignada- ¡Eso no es cierto y lo sabes! Siempre te apoyo en las cosas que haces.
-Sí, para luego burlarte.
-Solo me burló en pequeñeces, cómo estás -Me pare y fui hasta su silla para abrazarlo desde atrás-. No te enojes, hermanito.
-Dejame -Empezó a moverse para alejarme-, vete.
Volví a sentarme en mi silla y en ese preciso momento aparecieron unas doncellas con el mayordomo para dejar la comida.
-Carlo -Llame al mayordomo que al instante de oírme se pone frente a mi-. Necesito que hables con las sirvientas nuevas, sabes que nadie debe molestarme cuando estoy en la biblioteca.
-Perdone, señorita, pero su madre había mandado a buscarla urgentemente y tuvimos que hacerlo.
-No perdonaré que pase una segunda vez, estás advertido.
Después de mirarlo seriamente hice un movimiento con la cabeza para que se retirará. Entiendo que haya trabajado en esta casa desde que tenía 8 años, que conocía a toda la familia de la casa y era de confianza pero odiaba que me molestaran cuando tenía un rato para mí sola.
-Creo que fuiste un poco mala con él, después de todo fue una criada la que te interrumpió, no Carlo -Lo defendió Luca mientras tomaba su té.
-Él es está a cargo de los empleados de esta casa así que cualquier error que suceda, ya sea mínimo, es su culpa.
-A veces das miedo cuando te pones en modo demonio, hermanita.
-Gracias -Le sonreí y tomé un bocadillo de la mesa-. Por cierto, ¿Conociste a tu prometida? -Pregunte a lo que Luca asintió mientras se limpiaba los labios con un pañuelo.
-Ayer luego del entierro se presentó frente a mí.
-¿Y? -Pregunte curiosa.
-¿Y que?
-No te hagas el idiota, hermano. ¿Es como dicen los rumores?
-¿Desde cuándo le hacemos caso a los rumores? Justo nosotros -Encarnó una ceja.
Tenía razón. Rumores sobre nosotros no faltaban y habían de todo tipo desde unos muy ingeniosos hasta otros demasiados estúpidos.
-Pero no me cuentas nada y dejas que mi imaginación vuele, vamos, dime algo.
-¿Que quieres saber?
-¿Cómo es?¿Es mala?¿Linda?
-Es bastante hermosa -Se acomodó en su silla y mirando hacia un punto del jardín siguió-. Si hablamos de personalidad es todo lo contrario a lo que dicen de ella, creo que se llevarán de maravilla cuando se conozcan.
-Lo dudo, las señoritas de sociedad suelen odiarme -Dije con una sonrisa-. Solo se acercan a mí o me hablan por el apellido Visconti y lo que conlleva tenerlo.
Y dije la verdad, a ninguna le caía bien pero eso no me molestaba, prefería tener lejos a esas víboras. No se sabe cuándo te pueden clavar un puñal en la espalda, además de que siempre hablan mal de una cuando no está. Esté o no hablan igual sobre mí así que no me cambia en nada tenerlas de “amigas”.

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Ciel
Historical Fiction«BORRADOR» Trilogía: Reencarnación #1 "Nos arrebataron la posibilidad de estar juntos una vez y no estoy dispuesto a que nos vuelvan a separar. Te buscaré en cada vida que tenga hasta que por fin pueda tenerte en mis brazos y gritar al mundo todo el...