Ciel

Capítulo 11

-No respondió a mi pregunta, ¿Usted es el Duque Astello o solo está jugando conmigo?

El joven de ojos color carmín se levantó de su asiento y empezó a caminar hacia mi, no me deje intimidar y copié su acción. Caminamos hasta estar unos pocos pasos de distancia uno del otro.

-No lo preguntaré de nuevo, señor -Dije mirándolo de mala manera, a lo que él solo me dio una sonrisa.

-No jugaría una broma de este tipo -Tomó mi mano para dejar un beso en ella e hizo una reverencia-. Duque de Astello, a sus servicios, Lady Athanassia.

Lo miré fijamente, de pies a cabeza, por fin conocía la identidad del muchacho de ojos carmín pero a pesar de eso seguía siendo inquietante que me conociera, incluso mi gusto en flores, mientras que hasta hace unas pocas semanas yo ignoraba su existencia.

-Disculpe mi imprudencia.

-No tiene nada de qué disculparse, señorita -Se giró y caminó de nuevo hasta el asiento-. Por favor, siéntese y tengamos la charla que tanto quería usted.

Le hice caso y tome asiento frente a él, en la mesa estaban algunos bocadillos que mande a pedir de antemano, vi como agarraba uno de los bocadillos y lo llevaba a su boca, lo detalle en todo momento. Empecé a sentir un poco de desconfianza debido a que no sabía exactamente de dónde nos conocíamos y era algo inquietante para mi.

-¿Responderá todas mis dudas? -No quería perder mi tiempo así que debía ser directa.

-Mmm... -Movió su cabeza de lado a lado- Tal vez, algunas.

-Con eso me basta -Me crucé de brazos- ¿De dónde nos conocemos?¿Por qué no puedo recordarte?

-Directo al punto, me encanta -Se frotó las manos y sonrió de lado-. Primero tengo que saber algo, ¿Cree en las cosas más allá de este mundo?

-¿A qué se refiere? -Lo miré interrogante.

-Ya sabe -Movió sus manos-, las cosas que son más allá del ámbito terrenal: demonios, dioses, almas -Dijo lo último dándole más énfasis.

-Se podría decir que sí pero, ¿A qué viene esto?

-Viene a que todo comenzó en otra vida.

Definitivamente este hombre era un demente, luche por no reír en su cara y me estaba costando mucho no hacerlo.

-¿Otra vida?

-Así es -Afirmó.

-Bien, en ese caso cuénteme la historia completa.

-Si usted insiste -Tomó otro bocadillo-, debido a unas investigaciones que hice -Volvió a mover sus manos como restando importancia al asunto- descubrí que usted y yo tenemos entrelazados nuestro... destino.

-Interesante, nos conocemos de otra vida... ¡Perfecto! Ahora que ya aclaró mis dudas, me retiro.

¿Otra vida? Pff, este hombre estaba demente, perdí mi tiempo en esta idiotez.

-Como amigo -Dijo haciendo que detuviera mi paso-, le doy un consejo: No se case con Casian, el amor de su vida aparecerá cuando menos se lo esperé y usted verá que casarse con Casian fue una equivocación que la hará infeliz.

No entendí a lo que se refería, me giré para así encararlo y preguntarle sobre eso pero cuando miré hacia la mesa no había nadie. Corrí hasta allí pero lo único que encontré fue otra flor, no entendía nada.

Asustada salí de la habitación, ¿Cómo es posible que una persona desaparezca así como si nada? No, no es posible.

¿Quién era verdaderamente el Duque Astello?¿Un Dios o un Demonio? Tal vez un alma en pena, un fantasma. No, tanta palabrería ya me estaba afectando, pero no podía ser una persona común. Nadie desaparece de la nada. Todo esto me estaba poniendo los nervios de punta.