Ciel

Capitulo 7

Me encontraba caminando por los pasillos del palacio para poder llegar al salón donde se estaba haciendo el baile cuando a lo lejos puedo ver cómo una figura que se acercaba en mi dirección, mientras más me acercaba más podía distinguir de quién se trataba. Aquel hombre era alto, podía deducir que me sacaba una cabeza en altura, de todas formas yo no era muy alta que digamos. Solo quedaban algunos pasos de distancia y pude darme cuenta de quién se trataba, era el hombre que conocí la noche del funeral de mi padre. Si estaba aquí entonces se trataba de un noble.

Al estar frente a frente nos detuvimos, se me quedó mirando y me dio una sonrisa que hizo que tuviera escalofríos.

-Nos vemos de nuevo, señorita Athanassia.

-¿Cómo es que sabe mi nombre? Nunca me presenté formalmente ante usted como tampoco usted lo hizo hacia mi, de hecho su identidad sigue siendo una incógnita.

-¿Cómo no conocer a Lady Athanassia? La princesa Visconti, usted es muy popular entre la nobleza. Respecto a mi identidad, ya la sabe solo que está escondida en lo profundo de su mente -Tocó mi frente con su dedo índice.

-Usted es todo misterio, sin embargo no me da ninguna respuesta concreta -Lo pasé de largo y seguí mi camino para luego detenerme y mirarlo-. Espero que en nuestro próximo encuentro pueda decirme quién es.

Le di una sonrisa que él devolvió y seguí mi camino sintiendo su mirada en mi espalda. Para cuando me aleje de él solté un suspiro, me ponía los nervios de punta no saber quién es o qué es lo que quiere.

Cuando llegué por fin al salón pude encontrar a mi hermano rápidamente, estaba hablando con una señorita pero no podía ver de quién se trataba ya que me estaba dando la espalda. Llegué hasta donde se encontraban ellos y di un carraspeo para hacer que me notaran.

-Hermanita -Luca rápidamente tomó mi mano y me puso frente a la muchacha-, llegas justo a tiempo.

-¿A tiempo para que?

-Para presentarte a mi prometida.

Miré a la joven de pies a cabeza, se veía linda y delicada, tenía una mirada dulce y la sonrisa que me dio me pareció tierna, todo lo contrario a los rumores que giraban en torno a ella.

-Mucho gusto conocerla por fin -Con mi mejor sonrisa le ofrecí mi mano para estrechar la suya pero inesperadamente la agarró para atraerme a ella y darme un abrazo.

-Me alegro tanto de conocerla, Lady Athanassia -Me soltó y miró con pena-. Disculpe la imprudencia, soy muy impulsiva, no quería ponerla incómoda.

-No tiene de qué preocuparse, después de todo nos convertiremos en familia dentro de poco tiempo.

-Así es, Athanassia tiene razón Charlotte.

-Vaya, hermanito, veo que tienes la suficiente confianza como para tutearla -Dije para molestarlo.

-Bueno, nos casaremos pronto ¿Qué hay de malo en tutear a mi futura esposa?

-No, no hay nada de malo, solo fue un comentario al aire. Por cierto, ¿Cuando anunciarán su compromiso? -Pregunte curiosa.

-Madre quiere hacerlo el mismo día que anunciarán el tuyo.

-Todo en un día, ¿eh?

-¿Qué día será? -Pregunta Charlotte.

-¿Usted no lo sabe? -Pregunté confundida.

¿Cómo era posible que no supiera el día en que anunciarian su compromiso? Bueno, Luca y yo tampoco lo sabíamos así que estábamos en la misma.

-Mi madre se está encargando de todo y no quiere que me meta ni siquiera para elegir el color del vestido que usaré -Dijo Charlotte con tristeza.

-Debería meterse, después de todo es su fiesta de compromiso -Tomé un bocadillo que uno de los sirvientes estaba ofreciendo-. Si fuera usted lo haría.

-¿Y por qué no lo haces? -Interrogó.

-Porque no me importa esto, desde niña sabía que ocurriría y no me entusiasma en lo más mínimo, en cambio para usted si resulta algo emocionante. La Duquesa Vel Laviti le esta privando de cumplir su sueño de un compromiso y boda soñada.

Lady Charlotte era muy fácil de leer, una señorita de alta sociedad dulce que sueña con una boda y vida de cuentos de hadas. La incógnita aquí era el origen de los rumores acerca de ella, ¿Cómo era posible que una joven tan dulce como ella fuera blanco de rumores que aseguraban que ella tenía una maldad digna del demonio? A menos que ser dulce sea solo una fachada y los rumores sean ciertos. Ante cualquier cosa tenía que mantenerme preparada por lo que pudiera pasar, no debería confiarme demasiado.

El tema de la conversación cambió y no presté mucha atención a lo que ellos hablaban, estuvimos un rato hasta que mi madre apareció y dijo que era tiempo de irnos.

Ya cuando llegamos a la mansión estaba por ir hacia a mí habitación cuando mi madre hablo.

-Quiero que vayan a cambiarse y luego se dirigen a la oficina de su padre, necesito hablarles de algo.

-De acuerdo, madre -Aceptó Luca.

Con rapidez llamé a las doncellas y me dirigí a mi habitación, ya ahí me ayudaron a cambiar mi vestido por un camisón y una bata. Me deshice del peinado y del poco maquillaje que llevaba, luego me dirigí hacía la oficina. Para cuando llegué Luca ya estaba ahí así que me apresure a tomar asiento.

-¿Qué ocurre, madre? -Preguntó Luca confundido mientras que mí madre se encargó de poner unos papeles en el escritorio a lo que Luca y yo nos miramos para luego mirarla a ella- ¿Que es esto?

-Unas semanas antes de morir su padre hizo un contrato con el Marqués Domici, en el que le compraba unas tierras cerca de la frontera norte -Nos enseñó un mapa-. Este es todo el terreno que compró.

Era una extensión de tierra bastante grande, además de estar en una muy buena localización.

-¿Que tenía pensado hacer en ese territorio?

-No estoy segura, lo dejó por escrito en una carta -Se puso a rebuscar entre los cajones hasta que dio con lo que estaba buscando: una carta cerrada.

-¿Por qué no la leíste todavía, madre? -Preguntó confundido Luca.

-No tenía el valor -Suspiro-, además siento que ustedes también tienen el derecho de saber el contenido de esta carta.

Luca agarró el abrecartas que quedó debajo de los papeles en el escritorio y tomó la carta de las manos de mamá, entonces nos miró a las dos y yo solo pude asentir a su mirada. Abrió el sobre y sacó la carta que llevaba dentro.