Capitulo 9

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Después de que mi madre termino de leer la carta nos quedamos en silencio, pude ver cómo una lágrima caía por su mejilla pero ella se apresuró a limpiarla.

Tenía una tormenta de sensaciones: nostalgia, tristeza, enojo. Los Bonavota estaban muy por debajo nuestro pero siempre quisieron vernos caer, mí padre nunca les dio la oportunidad. Recuerdo que cuando era niña me contó la historia de nuestra familia y todas las artimañas que intentaron hacer los Bonavota para hacernos caer pero nunca les salió bien ninguna, el odio que sentía hacia mí familia creció cuando la hermana de mi abuelo se casó con el emperador Benjamín; fue en ese momento en que los Visconti se hicieron más poderosos e intocables, comparables con los Castiello, es por ello que los intentos de acabarnos por parte de la familia Bonavota se terminó pero no duró mucho ya que cuando mi padre heredó el título de Duque Visconti empezaron a hacer todo de nuevo.

-Nunca nos liberaremos de los Bonavota -Mi madre suspiro y se recargo en el escritorio.

Luca y yo solo nos miramos en silencio, estaba segura de que su mente estaba trabajando para poder idear algo que pudiera hacer que esa familia dejará definitivamente de molestarnos.

-Es mejor que descanses, madre -Luca se levantó de su asiento para ir por mamá y sacarla de la oficina-. Athanassia y yo leeremos el contrato, la carta y pensaremos alguna solución.

-Por favor no se desvelen mucho.

-Tranquila, estaremos un rato más y luego iremos a dormir -Le asegure.

Cuando mi madre salió de la habitación Luca me dio una mirada seria y se acercó al escritorio para luego sentarse en el lugar que anteriormente fue ocupado por mamá.

-¿Que opinas de todo esto?

-Los Bonavota son la cuarta familia más poderosa del imperio pero no nos llegan ni a los talones, mucho menos después del compromiso que anunciaremos -Le aseguré mientras tomaba la carta-. Esto dice, básicamente y en pocas palabras, que tomemos venganza por todo lo que le hicieron a nuestra familia y estoy de acuerdo.

-Puedes decirme que piensas, hermanita, estamos en total confianza -Se cruzó de brazos- ¿Que ideó esa mente maquiavélica tuya?

Sonreí, él sabía perfectamente lo que pensaba.

-Haremos exactamente lo que papá planeo, con algunos extras.

-¿Qué extras? -Arqueo una ceja, estaba curioso por lo que iba a decir y se notaba.

-Los impuestos que les pondremos serán absurdamente elevados. La empresa de los Bonavota se encarga de la exportación e importación de cualquier mercancía que puede vender. Ellos se encargan de las joyas que circulan por todo el imperio y de los países vecinos, para hacer esas joyas necesitan de los diamantes y piedras preciosas que nosotros tenemos en nuestras minerías pero ¿Qué sucedería si nosotros dejamos de vender los diamantes y piedras preciosas para hacer nuestra propia línea de joyería? Competiriamos directamente con ellos.

-Además esa familia no tendría más diamantes para sus joyas porque nosotros dominamos el mercado -Terminó por mí- ¡Brillante! Además de cobrarle por las exportaciones seríamos su competencia y tarde o temprano terminarían en la bancarrota por el gasto de impuestos y sin tener de dónde sacar más dinero ya que actualmente las joyas son su mayor entrada de dinero.

-Exacto -Le sonreí- ¿No soy una genio?

-Una genio malvada.

-Pero una genio a fin de cuentas.

-Le diré a Carlo que se encargue de contactar con los Marqueses que tengan en su posesión territorios en las fronteras del Este, Oeste y Sur del imperio para empezar.

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