Capítulo 14

198 21 2
                                    


Seguí hablando con Jenna, me contó de los malos momentos que tuvo que pasar en su familia, como su propia madre la rechazaba y prefería a sus hermanos mayores. Una madre no tendría que tener preferencias por uno u otro hijo, tendría que estar para todos ellos por igual, amarlos por igual.

La familia Vel Laviti estaba rota por culpa de unas personas crueles y codiciosas, entiendo que mi familia también es ambiciosa pero nunca pondremos el poder antes que nosotros mismos, solo nosotros nos cuidamos de los demás, solo podemos confiar en la familia. Pensé que todas las familias eran así pero me di cuenta que no, hay otras en las que pesa más el dinero que la sangre, donde no por ser familia significa que se quieran. En ese punto lo entiendo, el cariño se gana, pero hay algo: un lazo invisible, un contrato no dicho, un pacto, algo que hace que sientas algo de cariño por tu familia, que sientas esa lealtad aunque sea mínima.

-¿Nunca pensó en tomar usted misma el título de Duque de Vel Laviti? Es la más capaz de entre sus hermanos -Razone.

-Me encantaría pero una mujer no puede heredar títulos, solo puedo esperar a casarme y adquirir el título de esposa de -Se lamentó Jenna.

Había dejado de llorar y estaba más calmada, se desahogo bastante durante nuestra conversación y sentí que se abrió a mí, después de todo no tenía a quién abrirse. Esperaba que se volviera una aliada, una amiga quizás; pero no por eso iba a bajar mi guardia ante ella.

-Si eso es lo que quieres, ¿Por qué no lo tomas y listo? -Le sugerí- Eres la más capaz, como ya he dicho, tus hermanos pondrán resistencia pero tu padre ha visto el potencial que tienes, con su apoyo lo lograrás.

-Es imposible, no hay ley que deje a una mujer heredar el título de Duque, tampoco se ha visto algo así en toda la historia del imperio.

-¿Y? Solo cambia las leyes.

-Lo hace sonar demasiado fácil, señorita Athanassia.

-¿Acaso no lo es? -Pregunté- Me enseñaron desde niña que si quería algo debía tomarlo, si no me gustaba algo debía cambiarlo. Usted quiere el título de su padre, luche por el -Insistí.

Vi como Jenna dudo por unos minutos, sabía que estaba convenciendola, no entendía porque se negaba a buscar algo que anhelaba. Ella era buena para heredar ese título, además de que entre todos sus hermanos era la mejor opción, era ridículo pensar que solo por ser mujer no podía hacerlo.

-Mis hermanos también son bastante inteligentes y capaces de heredar el título -Habló Jenna.

-Yo creo que son ignorantes -Le dije con francesa-, son unos ignorantes que gozan de muy buena astucia y ambición. Cuando unes esas dos cualidades puedes hacer parecer que tienes una inteligencia que no tienes.

-La inteligencia no es algo que alguien ignorante pueda aparentar -Me contradice.

-En ese punto tiene usted razón -Admito-, puede que sí sean inteligentes, pero usan mal su inteligencia. Y déjeme decirle, señorita Jenna, una inteligencia mal usada es peor que la ignorancia.

Dejamos el tema terminado ahí y nos encaminamos de nuevo hacia la fiesta. Esperaba que nadie hubiera notado mi ausencia, y por nadie me refiero a mi madre, si se enterara que me escape unos minutos de la fiesta se enojaría.

Cuando llegamos al salón Jenna se despidió de mí y fue hacia otro lado, yo mientras tanto camine hasta la mesa con las bebidas y tome una copa de vino, me gire y mire a mí alrededor.

Había gente de todo tipo, la mayoría aduladores, otros eran espectadores de el gran teatro que es la sociedad elitista. Siempre me aburrió concurrir a fiestas así, te rodean los hipócritas.

-¿La está pasando bien en su fiesta, lady Athanassia? -La voz de Charlotte se cuela por el aire.

-Claro que sí, pero también es su fiesta, señorita Charlotte -Hablé mientras me giraba para verla.

Pude detectar que Charlotte me hablaba con un aire de grandeza, como creyéndose superior. Sonreí para mis adentros, la víbora estaba dando señales de lo que verdaderamente era.

-La veo muy contenta, ¿Pasó algo que la haya alegrado? -Pregunté.

-El compromiso, por supuesto. Estoy emocionada de casarme con su hermano -Tomó un poco de lo que había en su copa y miró alrededor-, la mansión es hermosa pero sería bueno remodelarla. Creo que podría verse más moderna.

-¿Disculpe?

-Cuando sea la Duquesa de Visconti me encargaré de cambiar algunas cosas aquí.

-¿Duquesa de Visconti? -Dije con gracia- ¿No se lo dijeron, señorita Charlotte? -Di un paso al frente- Usted no logrará convertirse en Duquesa de Visconti hasta que mi madre muera, incluso cuando eso suceda tendrá que ser evaluada por mi para poder tener ese título.

-¿Qué? -Charlotte estaba paralizada- No, cuando me case con Luca seré automáticamente la Duquesa de está casa.

-No leyó sobre la historia de mi familia, evidentemente.

-¿De que habla?

-En mi familia, el título de Duquesa es cedido por la portadora de este, no importa si estás casada con el Duque, si la Duquesa anterior no te aprueba no serás más que una concubina.

La cara de horror que puso en ese momento fue digna de burla.

-Acabas de mostrar cómo eres realmente -Dije con una sonrisa- y déjeme decirle -Le susurre-, no permitiré que alguien como usted se aproveché de la familia Visconti ni nos utilice.

-Después de hablar con Jenna supuse que le contó todo -Me miró seria-, así que no tenía porqué seguir actuando como una niña dulce.

-Su teatro se desmoronó, señorita Vel Laviti.

-Esto se termina cuando yo lo digo y no se terminará hasta que yo tenga el título de Duquesa de Visconti y usted esté a mis pies.

¿Esta mujer que se creía? Cómo si yo fuera a dejar que hiciera lo que quisiera con mi familia.

-Me gustaría verla siquiera intentarlo.

Di media vuelta y me aleje de ella, tenía que hacer algo para romper el compromiso de Luca sin dañar la relación de los Vel Laviti con nuestra familia. Maldita sea el momento en que a papá se le ocurrió ese compromiso sin siquiera investigar un poco sobre ella.

¡Eso era! Investigar a Charlotte, podría encontrar algo para usar en su contra, pero tendría que empezar ahora, si se casa con Luca sería tarde.

-¿Así que el título de Duquesa de Visconti se hereda? -Me sobresalte.

Dios, este hombre se estaba acostumbrando a aparecer en el momento menos indicado y a asustarme.

-Escuchar conversaciones ajenas es de mala educación, Lord Blaine.

-No pude evitarlo, su charla fue muy interesante.

Mientras estaba caminando él me seguía, no hablamos pero pude sentirlo detrás mío. Solté un suspiro y pare para enfrentarlo.

-¿No está cansando de seguirme? Porque yo si estoy cansada de que meta su nariz en asuntos ajenos a usted.

-No se altere, mi lady. Solo trato de conocer más a la futura esposa de mi hermanito, de hecho usted iba a ser mi esposa, ¿Lo sabía?

-Claro que si, me lo comentaron, así también como que usted rechaza completamente su título y prefiere vivir como un plebeyo viajando por distintos países.

-Veo que le hablaron muy bien de mi -Sonrio.

-Ni tanto.

Me exasperaba a puntos que no pensé que fuera posible. Era irritante que intentará meterse en mis asuntos, que apareciera de la nada.

Otro problema más que agregar a la lista:

Charlotte, la asesina.

Los Bonavota y la venganza.

Blaine Castiello y su costumbre de meterse en mis asuntos.

CielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora