-Muy bien, ya estamos oficialmente comprometidos -Me habló Casian- así que no será un problema que nos vean juntos de ahora en adelante.-¿Le preocupaban los rumores que pudieran esparcirse? -Pregunté curiosa.
-Más que nada me preocupaba manchar su reputación, señorita Athanassia.
-¡Oh, qué considerado! -Exclamé- Pero no tenía nada de qué preocuparse.
-Es bueno estar preparados para todo.
Era una incógnita el porqué aceptó este compromiso tan pasivamente pero no iba a ponerlo en duda en este momento. Un hombre como él debe tener muchas mujeres a las cuales querría junto con él, ¿Por qué aceptar un matrimonio arreglado?
Casian pareció estar buscando a alguien entre toda los invitados, trate de ver algo pero al fallar me pareció correcto preguntarle directamente.
-¿A quien busca, Lord Casian?
-Mi hermano, Blaine, ha vuelto para la fiesta de compromiso y se quedará, creo que hasta el día de la boda -Me informó-. Puede que lo conozca aquí, mi lady.
-Estoy ansiosa de conocer a esa alma libre de la familia Castiello -Dije con una sonrisa.
-Note un deje de sarcasmo en sus palabras.
-Oh, claro que no -Me apresure a negar-, lo digo totalmente en serio. Quisiera conocer más a mi prometido y su familia.
-Sí es así me parece bien -Me sonrió-, yo también quisiera conocerla más y a su familia también.
-Bueno, me mudaré a la casa de Castiello en unos días así que tendremos tiempo de sobra -Le sonreí.
Sentí como alguien me tocaba el hombro y al girarme me encontré con el príncipe Ramsés y su hermano, el príncipe Tyler.
-Es una honra que los dos príncipes del imperio hayan aceptado la invitación para mi fiesta de compromiso -Dije al mismo tiempo en que daba una reverencia-. No sabe lo feliz que me hace sus presencias, sus altezas.
-Veníamos aquí a felicitarla por su compromiso, Lady Athanassia -Habló el príncipe Tyler- Espero que su unión sea próspera y sean muy felices.
Tyler era el príncipe heredero del imperio, era un guerrero asombroso y además un inteligente estratega, tuvo las notas más altas durante su estadía en la academia del imperio, sin contar todo lo bueno que dicen de él. Todos están seguros de que será un emperador ejemplar y que su gobierno será próspero.
-Estamos muy agradecidos por sus palabras, su Alteza -Habló Casian.
-Lady Athanassia -Ramsés captó mi atención-, si no es mucha molestia, me gustaría hablar con usted a solas por unos momentos.
Miré por unos a Ramsés preguntándome si era correcto hacerlo o no, estaba en un debate interno. Miré a Casian y vi como él asintió.
-De acuerdo -Acepte-, con permiso su Alteza. Regreso enseguida, Casian -Le aseguré.
Caminamos en silencio hasta el jardín trasero, que se encontraba vacío.
-Mire, su Alteza, si es por la conversación de la última vez creo que ese asunto quedó terminado.
-No, bueno, tiene que ver con esa conversación -Admitió-, pero no es para charlar lo mismo.
-¿Entonces? -Pregunté con desconfianza.
Ramsés suspiró y me miró triste, no sabía lo que estaba pasando por su cabeza, me encantaría saberlo. Se veía tan triste, miserable, nunca lo había visto así. Me daban ganas de abrazarlo fuerte y consolarlo, quisiera espantar todo lo que le esté haciendo daño.
-Estuve pensando -Empezó-, charlando con el consejero real, y me abrió la mente -Se aclaró la garganta y prosiguió-. Me di cuenta que el amor no tiene que ser egoísta, no puedo obligarla a estar a mi lado ni tampoco puedo obligarla a quererme de la forma en la que yo quiero que lo haga. Me duele que no sienta lo mismo que yo pero me dolería mucho más verla sufrir a usted, es por eso que quise aclarar todo y que quedemos en buenos términos -Se acercó a mí y me tomo de las mejillas-. Yo te amo y este amor que siento por usted no se acabará por nada, siempre estaré para usted y voy a querer que sea feliz, con o sin mi.
Me abrazó y puso su cabeza entre mi cuello. Estaba paralizada, no sabía que hacer, todo esto me había tomado por sorpresa. Nunca pensé que Ramsés me diría estas palabras, que aceptaría algún día que no íbamos a estar juntos. Le devolví el abrazo y lo apreté contra mi.
-No sabe la paz que me dieron sus palabras -Lo abrace más fuerte a mi.
Luego de unos minutos me separé de él y tomé su rostro con mis manos, acaricie sus mejillas y lo vi directo a los ojos, le di una sonrisa y bese su mejilla derecha.
-Algún día encontrarás una mujer maravillosa para estar a tu lado, te amo Ramsés.
En ese momento me olvidé de los protocolos, de cómo debía hablarle. No éramos un príncipe y una noble, no éramos dos personas separadas por su estatus, solo éramos dos amigos de la infancia.
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Ciel
Historical Fiction«BORRADOR» Trilogía: Reencarnación #1 "Nos arrebataron la posibilidad de estar juntos una vez y no estoy dispuesto a que nos vuelvan a separar. Te buscaré en cada vida que tenga hasta que por fin pueda tenerte en mis brazos y gritar al mundo todo el...