Estaba tan serena tomando su té, al principio la charla fue bastante inocente, al punto en el que pensé que era imaginación mía lo que había sentido sobre ella al principio pero a medida que pasaban los minutos y nuestra conversación seguía ella iba profundizando más las preguntas y sacando sus garras, por así decirlo.-Escuché de la Duquesa Visconti que tu educación fue de las mejores, de hecho te graduaste del instituto del imperio con las mejores notas -No sabía a qué quería llegar con todo esto pero no me dejaría intimidar por ella.
-Así es -Tomé un sorbo de mi té.
Me había dado cuenta que le irritaba cuando le respondía de manera cortante y era bastante divertido verla calmarse cuando estaba a punto de explotar de enojo.
-Pero no es muy sociable, digo, nunca se aparece en los banquetes o bailes a menos que la familia real esté presente.
-Es usted muy observadora, Duquesa.
-Y así como soy observadora también me di cuenta de la forma en la que la mira el Príncipe Ramsés -Arqueó una ceja-. Déjeme decirle algo, señorita Athanassia, no tolerare que mi hijo sea el payaso del imperio. Si usted tiene una aventura con el príncipe es mejor que la termine aquí.
-Me sorprende, duquesa, una mujer tan inteligente como usted creyendo en rumores sin fundamentos.
-Oh, tienen fundamentos, los vieron al príncipe y a usted muy… Amigables, varias veces. Así que es mejor que obedezca mi consejo, deje todo lo que tiene con el príncipe y concéntrese en ser una buena esposa para mí hijo.
-Disculpe la imprudencia, primero el Príncipe Ramsés y yo no tenemos ninguna relación romántica, somos amigos desde la infancia y no voy a dejar a un lado a un amigo solo porque a usted le molesta que nos vean juntos. Segundo, yo no estoy aquí para ser una esposa trofeo, si quería una de esas hubiera comprometido a Casian con otra mujer. Tercero, me encantaría seguir hablando pero estar cerca de usted hace que me den unas arcadas impresionantes así que si me disculpa, me retiro -Me levanté y miré a la duquesa desde arriba.
Sin echarle otra mirada me fui de ahí con una sonrisa. ¿Está señora quien se creía que era? No permitiré que quiera convertirme en una esposa trofeo y menos que intente manipularme.
Había terminado de subir todos los escalones de la escalera cuando alguien se me aparece frente a mí y casi logra que caiga pero me sostiene de la cintura. Cuando levanto la mirada para ver de quién se trata es Casian. Con una sonrisa amable me separó lentamente de él.
-Siempre está ahí para salvarme, Lord -Le comento.
-Puede que sea porque siempre que nos encontramos está en algún problema, o bueno, casi siempre -Dice restándole importancia.
-Me hace sentir como si fuera una damisela en peligro a cada instante cuando no es así, es solo que soy un poco torpe -Admito.
-¿Solo un poco? -Pregunta con una sonrisa.
-En mi defensa, solo se aparece mi lado torpe cuando usted está cerca.
-¿Está tratando de echarme la culpa de su torpeza? -Exclama con falsa sorpresa.
-Así es, todo es su culpa -Le aseguro con una sonrisa que él enseguida corresponde.
-Entonces permítame disculparme -Con una sonrisa en su rostro dio una reverencia-. Y como recompensa quisiera que me acompañará a la fiesta de cumpleaños del príncipe Ramsés.
-¿Ya llegó la invitación? -Pregunté curiosa.
-Así es, después de todo es dentro de dos días.
-El tiempo se me pasó demasiado rápido, no me di cuenta que ya estaba tan cerca su cumpleaños -Susurré lo último para mí-. Con respecto a su invitación, me encantaría ir con usted a la fiesta -Le sonreí.
-Me alegra escuchar eso, de todas formas no tenía mucha opción que ir con su futuro marido -Respondió él mientras me daba un sonrisa con aires de superioridad.
-No esté tan seguro, siempre puedo ir sola -Dije con la intención de molestarlo, cosa que pasó ya que se le borró la sonrisa de inmediato-, pero su compañía me parece mejor a estar sola en esa fiesta.
-Alabado sea yo para que mi presencia sea digna de estar frente a usted -Tomó mi mano y se quedó por unos momentos en blanco-. Tengo unos asuntos que resolver así que estaré fuera desde mañana, espero que no se aburra sin mi grata presencia, mi lady.
-Me pone triste escuchar eso pero si no hay más remedio, no se puede evitar -Suspiré-. Que tenga un buen viaje, Lord Casian. Voy a estar ansiosa por su regreso.
Casian subió lentamente su mano hasta mi mejilla y me sonrió dulcemente, sin poder evitarlo también alce mi mano y tome la de él.
-Espero que durante su ausencia no busque una amante -Arquee una ceja.
-Eso nunca, nadie podría reemplazarla, señorita Athanassia.
Luego de despedirnos, cada uno tomó un rumbo diferente. Mientras que yo me dirigí a mi habitación, Casian iba de salida.
-Disculpa -Le hablé a una mucama que encontré en el corredor-, necesito que llames a Lara y le digas que vaya a mi habitación urgente.
-Si, mi lady.
Para mi suerte, Lara no tardó nada en llegar. Tan solo habían pasado unos minutos desde que yo había cruzado la puerta cuando ella apareció.
-¿Me mandó a llamar, señorita?
-¡Lara! Así es -Caminé rápidamente hasta ella y la tomé de la mano-, necesito tu ayuda con algo de suma importancia.
-Dígame, estoy para servirle -Dijo con una sonrisa.
Lara era mi dama de más confianza, cuando tuve que mudarme aquí ella pensó que la dejaría en la casa Visconti pero yo nunca podría sobrevivir en campo enemigo sin al menos una aliada, así que a penas pude convencí a Casian para traerla. Cuando la vi cruzando la puerta una sonrisa tan grande como la que ella tenía en el rostro se me contagió.
-Quiero organizar una fiesta de té, será en una semana. Vendrán solo pocas damas de sociedad.
-¿Puedo preguntar el por qué? -Preguntó confusa- A usted nunca le gustaron esa clase de eventos sociales… Ningún evento social, mejor dicho.
-Estrategia, mí querida Lara -Le sonreí de forma malvada.
La Duquesa de Castiello, de alguna forma, me había declarado una guerra que no estaba dispuesta a perder. Iba a molestar a esa señora todo lo que podía y el primer paso era hacerme un lugar en sus círculos sociales, de los cuales no firmo parte. Una vez dentro de esos círculos sociales voy a ganarme a todas esas mujeres y a mover los hilos transparentes para terminar con esa bendita Duquesa.
No era solo por la Duquesa, desde un principio habíamos acordado con Luca que cuando me mudara a esta casa comenzaría a hacerme un lugar en la sociedad del imperio, un paso a la vez, podríamos manipular o formar alianzas para acabar con la familia Bonavota.
-¿Que clase de estrategia? -Lara seguía confundida, se notaba a leguas por su cara.
-Eso es un secreto, pero puedo darte una pequeña pista -Le sonreí-. Voy a acabar con dos pájaros de un solo tiro -La cara de confusión de Lara me hizo entender que todavía no entendía de lo que estaba hablándole, con un suspiró la mire tiernamente-. No te preocupes, tú solo ayúdame con las invitaciones y la organización.
-De acuerdo -Asintió-. Mañana hablaré con el chef y los ayudantes de cocina para chequear todo.
-Perfecto, a primera hora hablaré con el Duque Castiello para informarle sobre mí pequeña reunión. También quiero que le mandes una carta a Luca, todavía no la escribí así que ven mañana temprano para que pueda dártela y así se la envías.
-Lo que usted quiera, señorita.
-Ya puedes irte. Gracias, Lara.

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Ciel
Fiksi Sejarah«BORRADOR» Trilogía: Reencarnación #1 "Nos arrebataron la posibilidad de estar juntos una vez y no estoy dispuesto a que nos vuelvan a separar. Te buscaré en cada vida que tenga hasta que por fin pueda tenerte en mis brazos y gritar al mundo todo el...