Ciel

Capítulo 60

Blaine volvió a la mansión una dos horas después de mi charla con Casian, apenas puso un pie en el edificio fue Lara quien lo trajo a mi habitación.

-¿A qué se debe esta reunión de improvisto? -Preguntó con confusión.

-Necesitamos hablar, toma asiento -Le indiqué y él hizo caso a mis palabras, me miró con desconfianza mientras Lara nos servía un poco de té-. Tú puedes irte, Lara, necesito que tú te ocupes de otro asunto.

Ella me miró unos segundos desconcertada.

-Claro, señorita, ¿Qué necesita?

-Encargate de sacarle información a nuestra pequeña mascota -Los ojos de Lara brillaron, se dio cuenta rápidamente de quién estaba hablando.

Luego de asentir y hacer un reverencia se fue con calma, dejando la habitación solo con Blaine y yo.

-¿Mascota? -Preguntó el hombre frente a mí.

-No creo que eso sea importante en este momento -Le sonreí.

-¿Para qué me necesita?

-Usted tiene contacto con las personas con las que nos reunimos la última vez -Él asintió sin interrumpirme-, necesito que programe una reunión nueva lo antes posible.

-¿Cuál es la razón? No hace mucho ya tuvimos una reunión, no creo que quieran arriesgarse a volver a juntarse cuando pasó tan poco tiempo.

-Sir Blaine, ¿Usted sabe que es Astello? -Pregunte seria.

Blaine me miró sin expresión alguna, el silencio nos envolvió, sus ojos parecían temblar por un segundo y mi respuesta fue dada sin necesidad de palabras.

-Voy a interpretar su silencio como un sí -Dije, él apartó la mirada incómodo-. Astello me... comunicó que tengo un límite de tiempo para hacer las cosas.

Eso llamó nuevamente su atención, su mirada volvió a mí.

-¿Qué quiere decir con eso?

-Quiero decir que en un lapso determinado de tiempo -Miré hacia el suelo-... moriré.

Blaine se quedó, nuevamente en silencio, el ambiente se volvió tenso.

De alguna forma decir en voz alta que moriré se sentía mucho más real, como si al no decirlo o mencionarlo tan solo era un chiste o algo que podía evitar, pero hablarlo y contarle a alguien hacía que todo fuera mucho más real.

Me voy a morir, tengo los días contados y eso, tenía que admitirlo, me daba pavor.

-Astello te lo dijo -Susurró con la mirada perdida en algún punto de la pared.

-Pero no nos pongamos dramáticos -Dije con una sonrisa-. Todos moriremos, a mí solo me dijeron cuando. No necesita preocuparse mucho -Me encogí de hombros.

-Entonces, ¿Qué quiere hacer? -Me dio una sonrisa de vuelta.

-Adelantar un poco los planes, necesito que volvamos a reunirnos y avanzar más rápido con todo.

-Tal vez pueda organizar otra reunión en unos... tres días.

-Me parece bien -Asentí.

Blaine me siguió mirando con pena, envueltos en el silencio de la habitación su mirada se sentía como si quemará mi cuerpo. Sus ojos estaban completamente fijos en los míos, sus labios estaban cerrados y su respiración era tranquila. No podía saber qué era lo que pasaba por su cabeza en ese momento.

-Dejé de mirarme con lastima -Susurré con una sonrisa triste-. Ya se lo dije, no es algo importante en este momento -Me encogí de hombros.

-Que a usted no le parezca importante no quiere decir que no lo sea.

—Sabe, sir Blaine, antes creía que era un imbécil insoportable -Soltó una pequeña risa y miró hacia el suelo.

-¿Y ahora qué piensa? -Preguntó mirándome, nuevamente, a los ojos.

-Ahora, que lo conozco mejor, sigo pensando que es un imbécil -Soltó una gran carcajada que me hizo sonreír-, pero no es insoportable, incluso podríamos ser amigos.

-Mi primer amiga -Susurró con una sonrisa que rápidamente se borro-, lastima que no va a vivir lo suficiente para disfrutar de mi amistad.

-Querrá decir que usted no va a tener tiempo suficiente de disfrutar mi amistad -Lo corregí.

Blaine nuevamente sonrió. Mi primera impresión se borró, él era un muy buen hombre y, aunque algo tarde, me pude dar cuenta de ello gracias a las circunstancias que nos llevaron a estar hoy sentados uno frente al otro.

Nos quedamos charlando por un poco más de tiempo, cuando una de las mucamas nos interrumpió debido a que el Duque buscaba a Blaine.

Me quedé sola en la habitación. Lara no volvió a aparecer en toda la noche, tal vez la Duquesa se quedó con ella y descubrió que la envié en busca de información. Cualquiera que sea la causa no podía tocar ni un pelo de Lara, si lo hiciera tendría que prepararse para las consecuencias que conlleva tocar a mis sirvientes.

Debo planear todo acorde al tiempo que tengo. En dos meses sería mi boda. La única manera de conseguir que Casian se convierta en Duque es matar a su padre, para no levantar sospechas debía pensar si sería conveniente matarlo antes o después de mi boda.

Después debía planear la rebelión, tenía que conseguir la ayuda de los plebeyos antes que nada. Un ejército fiel a mí, era eso lo que debía construir en menos de cinco meses, para que el último mes de vida que me quedé pueda actuar.

Mi vida era un completo estrés que, para colmo, no tendría descanso.

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Buenas, buenas.

Perdón por la tardanza, no hay buena señal en el pozo oscuro ahre. Cuestión, espero que les guste el capítulo, vótenlo, etc (?

Si quieren pueden pasarse por mi perfil y leer mi otra historia:(

Nos vemos<3