En algún momento de nuestra caminata, Casian tomó mi mano y no la soltó, ahora nos encontrábamos caminando con nuestras manos unidas. Los niños corrían de un lado a otro, contentos; el bazar se había llenado de decoraciones coloridas, risas y alegría. Era el festejo del loto, Casian y yo nos llevamos una sorpresa porque ni yo ni él se acordaba de que ese día se llevaba a cabo dicha festividad.El festejo del loto es un día festivo en honor a la primera Emperatriz del imperio, quien amaba esas flores, en el momento en el cual murió el emperador se ahogó en una terrible depresión hasta que un día la vio, la emperatriz estaba parada en una flor de loto gigante y con una sonrisa le pidió al emperador que deje la tristeza de lado y la suelte ya que su vida terrenal había terminado sin embargo su vida espiritual recién empezaba. Luego de eso encontraron al emperador desmayado frente al pantano del jardín del palacio de la emperatriz. Al final el emperador decretó un día para festejar a su amada emperatriz y vivió los siguientes años siendo tan solo la mitad de un alma.
Habíamos tomado el té en una cafetería, mientras tanto hablamos y Casian no dejó de sonreír en ningún momento, su alegría parecía ser honesta pero esa carta todavía rondaba en mi cabeza.
Hacía un buen tiempo que estábamos fuera de la mansión, y no negaré que me vino bien tomar un pequeño descanso de esa casa.
-¿Sucede algo? Repentinamente está muy callada.
-No, estoy más que bien -Me apresure a decir-. Solo estaba perdida en mis pensamientos.
-Espero que no sean pensamientos negativos -De repente detuvo su andar, haciendo que yo también me detenga-. No se estrese tanto ni llene su cabeza con cosas absurdas -Tomó mi cara entre sus manos y me miró.
Su mirada me erizo la piel, nunca antes me habían mirado de esa forma. Casian estaba serio pero no parecía molesto ni frío, sus ojos me transmitían calidez. Me miraba de forma tierna, como si yo fuera lo más precioso que vió en toda su vida.
-Usted sabe, señorita Athanassia, que puede apoyarse en mí, después de todo seremos marido y mujer -Su mano derecha empezó a acariciar mi mejilla.
-Por supuesto que lo sé -Le aseguré en un susurro.
-Entonces no se cierre a mí -Esta vez me miró con tristeza, una tristeza que hizo que se me partiera un poco el corazón.
Tomé su cara en mis manos y lo acerqué a mí, cosa que lo tomó por sorpresa.
-Le prometo que, a pesar de no demostrarlo, le tengo un gran aprecio. Seremos marido y mujer, no habrá nadie a quien le tenga más confianza que a usted.
Lo acerqué a mí, nuestros labios chocaron en un profundo beso y el tiempo pareció detenerse. Sus manos tomaron con más firmeza mis mejillas y mis brazos rodearon su cuello.
Podía sentir los latidos de su corazón, tan frenéticos como los míos, el mundo desapareció en tan solo unos segundos y solo existíamos él y yo dentro de nuestra burbuja pero, más rápido de lo que esperaba esa burbuja se rompió.
-Estamos en medio de la calle, Athanassia -Habló Casian, con la voz agitada, mientras tomaba un poco de distancia.
-Lo siento, no pude resistirme -Le sonreí mientras mordía mi labio inferior.
Mi mirada fue de manera inconsciente hasta sus labios, que ahora se encontraban de un tono más rojo de lo normal. Casian se sonrojó al darse cuenta de mi mirada y rápidamente giró su cabeza, tratando de aparentar que no había pasado nada.
-Usted también puede tomarme como su apoyo -Tomé su mano-, incluso como un hombro en el cual descansar, espero que lo tenga en cuenta.
Sin esperar respuesta alguna de él empecé a caminar. Tenía la esperanza de que después del beso, y mis palabras, Casian se sintiera más seguro respecto a mí y nuestra relación.
Sentía que estábamos yendo por buen camino, de a poco yo también estaba empezando a tener más seguridad respecto a nosotros. Tal vez, incluso podría hablarle de la pequeña venganza hacia la familia Bonavota.
No, debo sacarme esa idea. Casian era muy bueno como para vengarse, no lo haría nunca y mucho menos si dicha venganza no tenía nada que ver con él o su familia.
Las únicas personas con las que podía contar, en este caso, eran Luca, Lara y, tal vez, Jenna, incluso Astello podría ser de utilidad.
Pensando en Astello, no recordaba cuándo había sido la última vez que se había aparecido de repente frente a mí. Era incluso inusual que no estuviera rondando cerca para molestar con su existencia.
-Se ha vuelto a ir de este mundo -Me regaño Casian-, me he dado cuenta que se pierde mucho en sus pensamientos -Me miró entre intrigado y preocupado.
Solté su mano para abrazar su brazo y así acercarme más a él, le sonreí tiernamente para que así pudiera dejar de lado sus preocupaciones.
-Son solo tonterías, no se preocupe tanto, Lord Casian.
Me miró escéptico, estaba claro que algo me preocupaba pero eso seguía teniendo que mantenerse en secreto. La carta que se encontraba en medio de mis pechos se sentía como si ardiera, mis manos cosquilleaban con ganas de sacarla y leerla completa pero mientras estuviera Casian cerca no podía hacer eso.
Debía mantenerlo distraído hasta que volviéramos a la mansión, cuando pudiera estar sola en mi habitación leería la dichosa carta, mientras tanto tenía que seguir fingiendo.
-¿Qué le parece si vamos a cazar una flor? -Lo invité.
Eso pareció animarlo porque rápidamente aceptó mi petición y nos dirigió hacia uno de los lagos artificiales.
Una de las actividades del festival era cazar una flor. Habían al menos tres lagos artificiales con hermosas flores de loto y durante el festival estaba permitido “cazar” dichas flores. Lo que se debía hacer era similar a pescar, solo que en vez de buscar un pez se buscaba una flor y en lugar de carnada y la punta afilada se usaba una pequeña red, así las flores no sufrían daño alguno.
Casian intentó, de muchas formas, cazar una flor pero no lograba atinar. Resultaba gracioso verlo refunfuñar al borde de perder los nervios, me fue inevitable soltar una pequeña risa que, por suerte, pasó desapercibido para él. Luego de muchos intentos fallidos finalmente se rindió.
-Lamento no poder conseguir nada para usted -Dijo con tristeza.
-No se preocupe, me divertí bastante -Le aseguré con una sonrisa.

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Ciel
Historical Fiction«BORRADOR» Trilogía: Reencarnación #1 "Nos arrebataron la posibilidad de estar juntos una vez y no estoy dispuesto a que nos vuelvan a separar. Te buscaré en cada vida que tenga hasta que por fin pueda tenerte en mis brazos y gritar al mundo todo el...