La persona que esperaba detrás de la puerta era Blaine, ¿Me sorprendió? Sí. Lo miré atónita y me gire para ver a Astello, quien me miraba serio.-Lady Athanassia -Habló Blaine.
-¿Blaine?
-Sí… -Me miró confundido- ¿Se encuentra bien?
-Sí, no me tomé importancia. ¿Sucede algo?
-¡Claro que sucede algo! -Astello me hizo a un lado y abrió más la puerta- Pasa, Blaine, pasa.
Está bien, mi cerebro no puede procesar lo que está ocurriendo en este mismo instante.
Blaine siguió a Astello, camino detrás de él y juntos tomaron asiento. Yo seguía inmóvil, con la boca abierta, mirándolos sin saber qué decir.
-Te entrarán moscas en la boca -Se burló Astello-. Ven aquí y toma asiento.
-No creo que sea bueno que alguien nos encuentre.
-Por favor, solo hablaremos -Astello sonrió.
-No se ve muy bien que una señorita esté sola con dos hombres en su habitación -Refute-, además sentados en su cama.
Me crucé de brazos y Astello solo me miró serio e hizo una seña con su mano. Suspiré y tomé asiento en la cama, a un lado de Blaine.
-¿Qué es todo esto? -Pregunté- ¿Cómo es que conoce a Astello?
-Digamos que somos algo así como socios -Astello sonrió-. Blaine y tú buscan lo mismo, pequeña.
-¿Y eso sería?
-Rebelión, venganza, poder -Blaine se encogió de hombros-. Llámelo como quiera, pero buscamos lo mismo.
¿Aliarme con Blaine?
No lo soportaba y creía que era un idiota pero si Astello lo trajo para que hablara conmigo era por algo. No estaba segura de que era eso que tenía en mente pero si me servía para algo, lo usaría.
-De acuerdo -Acepté.
-Perfecto -Astello sacó algunas cartas de su abrigo-. Toma, estas son las cancelaciones de tu reunión.
Lo miré confundida.
-¿Cancelaciones?
-Así es -Respondió Blaine-, debemos pasar desapercibido. Tener dos fiestas de té con dos grupos de familias influyentes puede levantar sospechas.
-Además mañana en la noche se reunirán algunos nobles para empezar con el dichoso plan, en el bar Selene. Deben ser lo menos relevantes posibles.
-¿Esa reunión no iba a ser en dos semanas? -Lo interrumpí.
-Se adelanto -Me respondió Blaine-, mañana a media noche usted me acompañará a la reunión.
-Participaran distintos nobles que quieren lo mismo que tú.
-¿Se arriesgaran? -Pregunté.
Muchos nobles creían que era más cómodo dejar las cosas como estaban antes de arriesgarse a intentar cambiar algo y perder todo lo que tenían. Cobardes.
-Claro que sí, están cansados de vivir en la sombra de un Emperador negligente que solo piensa en guerras.
-La Emperatriz está de nuestro lado.
-Me lo imaginaba -Blaine me miró-, es usted muy buena para conseguir aliados. No sé si ya lo sabe, pero el Emperador llamó a los nobles a una reunión.
-¿Reunión para qué?
-Empezará otra guerra -Suspiró-, toda familia noble deberá enviar, al menos, al líder de la familia para que pelee por el Imperio.
-¿Contra quién es la guerra?
-Roused -Respondió Astello.
-Podría ser beneficioso para nosotros -Susurré-, una guerra implica que los caballeros del imperio estarán lejos. Podremos reclutar hombres entre las sombras y dar el golpe de gracia cuando menos se lo esperen.
-Es una buena idea -Me halago Astello.
Blaine se quedó en silencio, pensando.
-¿Qué dice, sir Blaine?
-Podría funcionar.
-Lo planearan mejor mañana en la noche, por ahora dejemos las cosas así. Recuerda enviar las cartas, pequeña.
Asentí con la cabeza y Astello desapareció, como siempre lo hacía. Blaine seguía a mi lado, sin decir palabra alguna.
-Es mejor que se vaya antes de que alguien venga -Le dije.
Me miró y por un instante sentí que quería decirme algo más pero en cambio solo negó con la cabeza y se fue.
Raro.
Salí en busca de Lara para que enviará las cartas, claramente esperé unos minutos para salir. Me crucé con algunos empleados pero al preguntar por Lara ninguno supo responderme dónde se encontraba.
Me estaba inquietando, ella nunca desaparecía de la nada, siempre sabía en dónde encontrarla. Empecé a apurar mis pasos y a revisar cada habitación que encontraba.
Sin embargo seguía sin encontrarla, busqué tanto en el primer piso de la mansión como en el segundo, incluso fui a los cuartos de las mucamas pero nada.
Cuando estuve a punto de retirarme uno de los mayordomos se me acercó.
-¿Precisa algo, señorita? -Preguntó confundido.
Podía entender su confusión, ningún noble se acerca a los cuartos de los empleados, a menos que sea para castigar a alguno.
El pobre muchacho tenía en la cara una mezcla entre confusión, miedo y curiosidad.
-Estoy buscando a mi mucama, Lara, ¿Sabes dónde se encuentran?
-La Duquesa pidió por ella -Respondió automáticamente.
Al parecer era una información que yo no debía saber porque a penas esas palabras salieron de su boca me miró con terror.
¿Para qué carajos la Duquesa quiere a mi mucama? Esa mujer debe estar tratando algo en contra de mí. Algo obvio después de que descubrí sus preferencias.
-Gracias -Le sonreí dulcemente y fui camino a la habitación de la Duquesa Castiello.
A esa mujer le gustaba arriesgar su pellejo, pero a mí no me iba a temblar la mano para ahorcarla. Si está planeando algo, haré que se hunda.
Dudaba que Lara estuviera ayudándola, nos conocemos de toda la vida y sabía lo leal que era a mí. De todas formas, siempre supe que nunca debía poner las manos en el fuego por nadie, solo por mí. Y si Lara me estuviera traicionando, lo pagaría.

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Ciel
Historical Fiction«BORRADOR» Trilogía: Reencarnación #1 "Nos arrebataron la posibilidad de estar juntos una vez y no estoy dispuesto a que nos vuelvan a separar. Te buscaré en cada vida que tenga hasta que por fin pueda tenerte en mis brazos y gritar al mundo todo el...