Leah Moore es la perfecta definición de libertad e independencia. Aunque muchos la acusen de egoísta por haber abandonado todo para encontrar su felicidad.
Nathan Rymer es descarado y seguro de si mismo como nadie lo ha sido. La música es su pasión...
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Leah
—¡Qué bueno verte, Valentín!
Soy retenida por un abrazo de Marg, mientras sonrío incómoda. Esta mujer no sabe cuándo detenerse, a pesar de estar en una situación tensa. Murmura unos "lo siento", "estarás bien", "eres muy fuerte", "todos estuvimos enterados, no te enojes con él, solo necesitaba a su familia para pensar". Eso me hace entender que ya sabe con mayor detalle nuestra situación.
Tan pronto ella me suelta, su esposo, Richard Rymer, hace la cosa sorpresiva de abrazarme, y digo sorpresiva porque a pesar de conocerlo hace mucho, esta es la segunda vez que lo hace. Al parecer aquí todos están bien emocionados de verme.
Tratando de saludar a todos llego a Nath que también está aquí.
—Te admiro mucho, cuñada —diciendo esto último me hace reír. Quién diría que trataba de alejarme de los chicos y ahora me llama cuñada.
—Lamento lo de la boda —le digo para que solo ella pueda escucharlo. Es una de las pocas veces que la he visto a punto de llorar, es aquí cuando me arrepiento de decir lo que dije.
Al final no hay boda.
¿Por qué?
Según el comunicado que dieron ambos fue por una decisión mutua, y han quedado bajo buenos términos. Y lo que en realidad pasó fue que mientras Nath estuvo en Chicago, tuvo una mejor visión de su situación. Según hablamos por teléfono, me dijo que se sentía encerrada y cansada.
—Es mi culpa ¿Sabes? Solo acepté su propuesta porque creí que era lo correcto, y el hecho de que somos novios hace tanto y ya tengo treinta años. Yo lo quiero mucho.
—No es tu culpa. Nadie puede obligarte hacer algo que no quieres, y sé que lo quieres, pero seamos sinceras, tú no lo amas.
—Bueno, ya —golpea su rostro y pellizca sus mejillas— no hagamos de esto un momento triste. Al fin te veo, necesito ponerme al día de tus cosas.
—Vale, pero si necesitas hablar, aquí estoy ¿Si?
Ella asiente y me jala un brazo, llevándome al jardín. Otra reunión en esta enorme casa, otra reunión con la familia Guilty Pleasure junta.
Tamara, la hermana menor de Iam, está junto a él y conversa mientras él de vez en cuando le pasa la mano por la cabeza como señal de cariño. Ella no se queja y sigue con su relato mientras él la escucha con atención, supongo que ya se acostumbró a lo malo que es su hermano para mostrar su afecto.
Bray ríe de algo que le dice su hermano Antoni y creo ver a Shane pelar con el dúo dinámico que formaron Lore y Cal, que ya son inseparables. Trato de seguir con la mirada a las personas que debo saludar luego, y un perfecto cabello rojo se para frente de mi.
