CAPÍTULO 1

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Leah

Los flashes impactan en nuestros rostros, las gafas que llevo puestas ayudan un poco y la cercanía de los chicos solo hace que se enfoquen más en mí. No debíamos salir juntos, no cuando en Los Ángeles los paparazzi son como ratas: salen de cualquier rincón cuando menos te lo esperas, solo son molestas y te hacen huir.

"Una comida rápida" dijeron, "no pasará nada" afirmaron. Si claro, me reprocho mentalmente por haberme dejado manipular para venir. Al menos comí esa rica pasta italiana, es mi único consuelo.

Jano y Juno (dos de los guardaespaldas de los chicos) se aproximan a nosotros mientras Jano abre la puerta para que suba, justo después, los chicos me imitan para que luego el auto se ponga por fin en marcha.

—Ya vamos para allá. Ale, debes tranquilizarte mujer y... si, si tía ya no te diré Ale.

Levanto mi vista, que hasta hace solo unos minutos se encontraba en mi teléfono, para fijarla en Caled. Ese pelirrojo sabe cómo hacer rabiar a cualquiera. Que sus ojos verdes y sus lindas pecas no te engañen, él es la personificación del desmadre.

—No, no pasará lo mismo que ese día.

Me muevo incómoda al darme cuenta de a qué se refiere. Nunca más hablamos de lo que pasó ese fin de semana, aunque si me lo preguntan, fue un día épico, pero nunca lo admitiré frente a ellos.

—Oye, Lee, mira esto —dice Iam, mostrándome un video de Shane mientras duerme. No puedo ocultar la risa que se escapa de mí al ver como nuestro genio favorito murmura incoherencias.

Ese video debió grabarlo en la última gira, ya que sus cuartos estaban juntos y por supuesto que Iam Ajax buscaría la forma de joderle la paciencia a alguno de ellos.

—No pudiste dejarlo pasar, ¿por qué a mí? Yo, que como todos mis vegetales y mantengo buena relación con Dios, que complazco a las mujeres que son afortunadas de pasar por este cuerpo, que...

—No creo que sea bueno decir que tienes buena relación con Dios y luego hablar de sexo — interrumpo a Shane.

—No tan complacidas según tu historial.

No puedo más, estallo en carcajadas con lo que ha dicho Nate. Shane tiene una bruja que llama ex novia, y que para su desgracia es presentadora de televisión. El día en que él terminó la relación, ella no lo tomó para nada bien, con decirles que expuso en pleno programa que Shane la tenía pequeña (cosa que sé de primera mano que es mentira, lo he visto en paños menores y tiene mucho por lo que se puede enorgullecer).

—Ahora Lee se burla de mí. Gracias Nate.

—Vamos, Shanie, no te enojes —lo consuela Brayner pasando una mano por su cabeza.

—Los odio a todos —dice mientras me guiña un ojo dejando saber que no está realmente molesto.

—Pequeña Lee —me llama Caled desde el asiento de copiloto— Ale quiere hablarte —Me tiende el teléfono y lo tomo sin ninguna objeción. Ver a Alexandra Rodrigo molesta es ver a mismísimo demonio.

Para suerte de todos, solo pregunta si su sobrino miente sobre si ya estamos en camino, y le aseguro que ya casi llegamos a la agencia. Finaliza la llamada y le paso el teléfono a Cal, que ahora golpea a Iam por alguna estupidez.

—Sí, sí cielo, pasaré por ti en la tarde, pórtate bien con tu abuelos —dice Nate y yo sonrío al saber con quién habla. Él se da cuenta de mi expresión y rueda los ojos algo divertido, quizás por algo que haya dicho Des.

—Ya te la paso, pero que insistencia. Toma te llaman —Tomo el teléfono pero por mala coordinación terminamos tocando nuestras manos. Por un breve segundo me congelo, y creo que él también.

Inefable (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora