Inefable (Editando)

Epílogo

6 Meses después.

El primer año de los mellizos.

¿Hiperactivos? No sé quiénes lo son más, si los niños, o las copias baratas de One Direction. Shane mentalmente debe tener unos cincuenta años, pero, es sorprenderte ver al sabelotodo intentar ponerle la cola al burro y disfrutar de ello, sin tomar una gota de alcohol, porque ninguno de ellos está tomando a diferencia del baby shawer, en donde acepte que lo hicieran porque soy genial, sin embargo los niños ya nacieron, y no dejare que vean a sus tíos moribundos, al menos no por ahora, y está demás decir que es una fiesta infantil, cero alcohol y otras sustancian.

Mi hijo es un encanto, sus pequeñas mejillas se encuentran algo sonrojadas por que ha estado muy imperativo. Sus azules ojos, son siempre el foco de atención, y su cabello castaño claro, parece rubio bajo el sol, es gracioso, ya que Nate y yo pensamos que cambiarían cuando crecieran. Nolan, es un niño muy avanzado, comprende muchísimas cosas a pesar de ser solo un bebé, bueno, un bebé de un año. Al parecer no me equivoque al decir que los genes de Nate eran fuertes, ya que más haya de mis ojos, y unos pocos rasgos más, él no tiene mucho en común conmigo, hablando físicamente. Ya camina, lo que hace un poco más difícil cuidarlo y mantenerlo quieto. No habla con mucha fluidez, aunque sigue siendo impresionante para un niño de un año que, dice acusa a su hermana de molestarlo o portarse mal. Claro que en ocasiones se traba y no es tan fluido o eso de que no puede pronunciar muy bien la r, aunque ha estado practicando, con la ayuda de sus tíos, quienes le están enseñando sus canciones.

Leia no solo ha heredado mi mal carácter, no señor, también mi belleza, con tes más clara. Ojos avellana hermosos, cabello muy largo para que a penas este cumpliendo el año, y pestañas larguísimas, al igual que su hermano, otro regalo heredado de Nate. No habla con la misma fluidez que su hermano, algo que parece molestarle, porque cuando él habla, ella comienza a balbucear como puede en forma de grito. Su hermano fue el primero en dar los primeros pasos, estábamos desayunando cuando paso, de la nada Des estaba pegando gritos de emoción, y Nate sacaba su teléfono para grabar. Mi hija, siendo una gruñona, en vista de lo que sucedía, dejo de gatear y comenzó a imitar a su hermano, y a pesar de caerse un par de veces, no se inmuto a llorar, no señor, de hecho cuando Nate intento ayudarla, ella le dio una mirada como diciendo: no me toques. Después de lograrlo, sonrío con autosuficiencia.

Cualquier precedido con la realidad es pura casualidad.

No dice mucho, además de lo que creo: es agua, y si, no, y por supuesto que dice papá a la perfección, obvio golpe bajo para mi ego. No dice mamá, o mami, ni una mierda, ni siquiera Leah, nada. Aunque es muy apegada a mí, como a Nate, aunque de sobra se sabe quién es su favorito.

Ver el jardín estar lleno de personas me hace sentir tan plena, la decoración ha quedado hermosa, cortesía de los hermanos mayores Vaso, quienes ahora son también son dueños de una agencia para fiestas, teniendo mucho a disposición. El pastel, y todas las golosinas las trajo mi suegra, Marg se ha encargado de todo, y como siempre, esta delicioso.

Sonrío al ver a la recién nueva pareja. Wen y Leo, están más enamorados, que parecen irradiar azúcar, y miel por donde caminan, me da gusto que se hayan dado la oportunidad.

—¿Y mi nieta? Solo la vi un momento, no he podido cargarla, y se ha puesto molesta cuando le di un beso en la mejilla —dejo el teléfono para ver a mi lado.

—Oye Leah, tiene razón, yo quiero cargarla, mi sobrina es más recelosa —agrega Nath, al comentario de mamá.

—Es una niña malhumorada, como la madre —dice Bray viniendo a mí, con su pareja. Una linda chica, que conoció hace unos meses en un concierto, y sí, es una temptation. Súper cliché.