✓ NIGHTSTAR, damian wayne

𝒇𝒊𝒇𝒕𝒚-𝒔𝒊𝒙.⠀⠀starboy

CAPÍTULO CINCUENTA Y SEIS.
STARBOY.

[❗ALERTA ESCENA EXPLÍCITA, SI NO DESEA LEER ESTO PASE HASTA EL SIGUIENTE PARÉNTESIS❗]

Damian se sorprendió de la brusquedad con la que Mary lo volvió a acostar en la cama. Sus ojos celestes se habían desvanecido en ese verde esmeralda que lo reflejaba con mucha intensidad, lo miraba como si fuera su presa. No conocía ese lado de Mary, la noche anterior lo habían hecho con sentimientos lindos y calmados, lo habían hecho tan tiernamente que fue nuevo para ambos. Pero ver a Mary con una camiseta holgada y su ropa interior, mirándolo de esa manera tan fugaz, tenía que admitir que lo calentó de más de una manera.

Ella se subió a horcas sobre él, llevando sus labios directamente a los suyos, apoderándose de ellos con desesperación. Damian llevó sus manos a los muslos de la chica, dándole un apretón brusco, que le hubiera dolido si su piel no fuera casi indestructible. Terminó por ahogar un jadeó cuando la lengua caliente de ella buscó la suya, las caderas de Mary comenzaron a danzar sobre él, torturandolo.

¿Cómo alguien podía ser tan jodidamente ardiente?

Sus dedos se enterraron bajo la camiseta de la chica, tomando sus caderas, mientras que ella alejó sus labios y empezó a repartir besos, bajando de su mejilla hasta su cuello. Damian se hubiera reído años atrás si le hubieran dicho que estaría haciendo algo así, y con la pequeña Grayson.

—¿Intentas torturarme? —Damian apretó sus manos en la cintura de Mary, ella seguía frotándose en una danza tan sensual que lo estaba hipnotizando—. Me entrenaron desde pequeño para resistir cualquier cosa.

Los labios de Mary se acercaron al lóbulo de su oreja y soltó:

—¿Todo? ¿Estás seguro? —ronroneó contra su oreja.

Seguido de ello, elevó su cadera y la bajó rápido, fingiendo una penetración que destrozó los sentidos de Damian. Los recuerdos de la noche anterior regresaron a él, esa calidez que lo envolvió por completo al entrar en ella y la manera tan hermosa en la que los gemidos de Mary se mezclaron con sus gruñidos, todo fue tan armonioso.

—Tsk, maldita sea —gruñó al sentir un ola de calor pasar por todo su cuerpo y endurecer un lugar en específico.

De un ágil movimiento, Damian giró y dejó a Mary sobre la cama, ahora con él sobre ella. Ella lo miró con una sonrisa inocente, que claramente no era inocente, era como un gato que acababa de hacer una travesura y se estaba divirtiendo.

—Uhh, alguien parece apresurado por obtener algo —canturreó ella, cuando las manos de Damian comenzaron a quitarle la camiseta.

Damian sonrió de lado cuando acabó de quitarle la camiseta, dejando sus pechos al aire, la miró con un brillo divertido y ella se vio confundida.