Capítulo 16: Perdiendo la batalla con cupido

40.5K 3.4K 1.3K
                                    


Estuve a punto de sufrir un desmayo, por un momento sentí que me desvanecía y que poco a poco una nube negra se instalaba sobre mi cabeza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estuve a punto de sufrir un desmayo, por un momento sentí que me desvanecía y que poco a poco una nube negra se instalaba sobre mi cabeza. "De esta ni Dios nos salva, Livy"

"Oh Dios, no permitas que Max se entere de la verdad, por favor. ¡Te juro que el domingo voy a la primera iglesia que encuentre y dono toda la paga del mes...! Bueno, no toda la paga porque tengo que pagar cuentas. Es muy duro ser pobre, hay que dar hasta que duele, eso es muy cierto, pero ¡apiádate de mí, por favor!"

—Santino Lombardo —Sonrió Max acercándose a él mientras se estrechaban las manos—. Creí que habías cancelado la cita con Liv —"¡Haz algo niña por Dios!"

—¿Cita? —Santino me miró alzando una ceja y no sé qué diablos vio en mi expresión porque amplió la sonrisa y miró a Max—. Créeme que mi intención no era cancelar una cita con la Signorina Sinclair —Dijo—. No después de rogar por meses —Max carraspeó y yo largué una risa algo chillona y nerviosa. Los dos me miraron, Max con la ceja alzada y el italiano divertido.

—Me parece estupendo —Sonrió Max y aquella sonrisa sincera me lastimó más de lo que hubiese querido—. Solo quiero aclarar algo antes —Apoyó una mano en el hombro de Santino y sin borrar la sonrisa sus ojos escrutaron al italiano—. Liv es mucho más que una empleada de esta inmobiliaria para mí, es una gran amiga y antes que cualquier negocio que exista entre nosotros está ella. Olivia es una mujer diferente y especial —Lo más fácil era derretirse con esas palabras, pero como dicta la lógica en mi vida siempre he optado por lo más difícil y sus palabras terminaron por cabrearme.

—Créeme que lo sé mejor que tú —Maximilian entornó la mirada y asintió.

—Bien, no les quitó más tiempo —Me miró—. Necesito la carpeta que te pedí y quedas liberada de toda acción en la empresa —Me guiñó un ojo. Santino dio un paso hacia mí y tomó mi mano. Depositó un suave beso en mis nudillos que me ruborizó

—No habrá un instante de esta noche que no adore su compañía, signorina Sinclair —Dijo con un profundo acento italiano que me hizo suspirar. "¡Ay, que lindo!"

—Gracias, señor Lombardo.

—Dime Santino, por favor —Sonreí mientras me mordí el labio. Estaba cautivada por la elegancia y la desenvoltura de Santino Lombardo—. Entonces, te espero Olivia —Asentí. Max se apartó para que caminara hacia mi oficina y él me siguió, cuando cerró la puerta me miró.

—¿Tan sencillo, Liv?

—¿Qué? —Recogí la carpeta que estaba en mi archivero y se la entregué. Maximilian la recibió, pero ni siquiera la miró. Saqué mi cosmetiquero y comencé a aplicar productos en mi rostro, más que nada un poco de iluminador, máscara de pestaña y lápiz labial.

—¿Te dice unas pocas palabras bonitas y te sonrojas?

—Imagínate si me lo hubiese dicho en italiano.

Con Ella [COMPLETO LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora