Loco.

4.3K 386 33
                                    


#Julieta

Dos orgasmos más tarde, tuve que hacer todo lo posible para que mi pelo no pareciese un desastre antes de salir a la pista. Di gracias al cielo porque Fai no hubiera podido venir a la fiesta, él tenía que hacer negocios con nuevas empresas y escuelas tras la actuación de hoy. Mientras tanto, yo disfrutaría del rubio y de lo que quedaba de noche.

- Eres, sin duda alguna, la hija del mismísimo demonio - dijo Kilian cuando me vio moviendo las caderas lentamente al son de la música, lo cual me hizo sonreír sin dejar de bailar. Solamente mirándole cara a cara.

Creo que esta noche no me iba a importar nada.

- Cállate - digo antes de tirar del cuello de su camisa y atraerlo hacia mí, para después jugar con mis labios sobre los suyos sin dejar de moverse lentamente contra él hasta lograr besarle. Un beso lento, un beso jugoso, sus manos acariciándome por encima del vestido. Él aura que nos envolvía a los dos. El magnetismo irrompible entre nuestros cuerpos.

- Julieta, me estás volviendo loco.

- No seas tonto- le digo con una sonrisa en los labios antes de tomarle por el cuello y besarle otra vez.

- Julieta... Digo que me estás volviendo jodidamente loco de verdad. Julieta que desde que nos vimos en ese bar por primera vez supe que me...

- ¡No! ¡No lo digas! - digo poniéndole un dedo en los labios, para a continuación dirigirme nuevamente a su boca en busca de contacto. Pero él es más rápido que yo, y se me adelanta cogiéndome la mano y cerrando el dedo que tenía sobre sus labios en mi puño, para después tirar de mi cuerpo hacia el suyo y mirarme fijamente a los ojos.

Irá. Rabia. Impotencia.

- Lo sabía- suelta con una sonrisa de mi*rda plantada en su cara antes de girar su rostro hacia cualquier otra parte que no sea yo.

- ¡July! ¡Necesito que vengas! - escucho decir a Melody por algún lado. Kilian tuerce el cuello como un rayo, y la misma mirada que le manda a mi amiga, la hace quedarse de piedra en su sitio. Yo me cabreo mientras tanto conmigo misma por dejar que Kilian muestre su autoridad mientras opaca la mía.

- ¡Voy! - digo rompiendo todos los esquemas del rubio, que me mira como si fuese una maldita bruja a punto de ser quemada en la hoguera.

- Que ni sé te ocurra, Julieta. Porque te juro que me falta bar para encontrarte- me dice al oído mientras me toma del brazo y me corta el paso para que no siga avanzando.

<<Wow. Increíblemente irresistible cuando le sale la vena del demonio. No le importa nada>>

- Tú no me das órdenes, Killian - digo enfrentándolo a los ojos.

-Maldita sea - gruñe.

-Por si no te lo he dejado claro ya, a mí nadie me da órdenes.

- Pues eso esta noche va a cambiar.

Y hasta Melody se sorprende cuando ve como el tipo tira a rastras de mí. Forzando, incluso le arañó el brazo para que me suelte, pero él no se inmuta. El tío parece estar hecho de piedra. Hasta que veo como llegamos a la terraza de la discoteca, y en la parte más alejada de la multitud, utilizo toda mi artillería pesada con el objetivo de hacer que me suelte.

- ¡Joder! ¿Porqué tienes que ser tan malditamente salvaje? - dice agarrándose el brazo donde le he mordido con la mano del otro.

- ¡No me gusta que me agarren y me arrastren por ahí como si fuera una niña!

-¡Desde luego que no lo eres! ¡Eso nos ha quedado claro a todos! - grita sobre mi cara.

<<Me estás volviendo loco>> <<Julieta, me estás volviendo loco de verdad>>

Sus palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza mientras ambos nos miramos de frente. Enfurecidos, asfixiados, y con el corazón a mil, los motivos del porque procuraba mantenerme sola, volvían a mi como un jarro de agua fría.
Imágenes de Fai y yo juntos ganando concursos y premios. Y dólares, muchos dólares. Me veía a mí en cada uno de mis recuerdos, viviendo lo que siempre había querido. Me veía con un coche de última generación con el maletero lleno de bolsas con ropa y joyas de las mejores marcas, todo listo para ser guardado en mi propio vestidor. Me veía a mí bailando y tomando copas de champán mientras dejaba que gente de la élite social me felicitasen hasta hacer crecer mi ego como ninguno. Me gustaba el poder, y lo veía con Fai. Y lo veía en mi futuro, lo quería en mi futuro. Sin embargo...

- Si el problema es tu maldito profesor, Julieta, acabaré con él. Porque sé que no sientes nada por ese tío - dice tratando de calmarse. Por primera vez noto como se le marca una enorme vena en el cuello.

- Yo te he dado miles de señales, Killian. ¡Te lo advertí desde el primer momento! - digo estallando sin poder más- ¡Puse límites!

- ¡A la mierda los límites! - grita abriendo los brazos de par en par sin importarle quien nos pueda estar viendo o escuchando - ¡Yo te quiero a ti, Julieta! ¡Joder, te quiero a ti!

- ¡Kilian no puedes hacerme esto! ¡Teníamos un trato! - gritó cuando siento la garganta secarse.

- ¡¿Trato?! ¡¿Es que no me ves, maldita sea?! ¡Estoy todo el día pensando en tu puto cuerpo! ¡Canto y solo te veo a ti entre cientos de personas! ¡No me ilusiona ni firmar unas tetas! ¡Solo quiero que me veas a mí!

- Lo siento, Kilian.

- ¡¿Lo siento?! - grita cogiéndome por los hombros y zarandeándome exasperado ya por mi asquerosa actitud - ¡¿Cómo puedes ser tan malditamente fría?! 

- Supongo que alguien como yo no se merece tus sentimientos - digo con los ojos sobre su mandíbula para no tener que encontrarme con los suyos una vez más.

Aún así, sé perfectamente entonces, que ha sido justo en ese momento en el que yo misma he acabado con lo único bueno que realmente había tenido en mi vida además del baile. Supe con la mirada de incredulidad, asco y dolor por parte de Kilian, que había superado su tope. Y a pesar de que me odie por ello, nunca llegué a confesarlo.

- Supones bien, Julieta.

Fue todo lo que dijo. Y se llevó con él, el poco amor que quedaba en mí.

JUGANDO CON EL DIABLO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora