Mon amour.

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#Julieta

Doy vueltas y vueltas hasta agotarme. Hoy Fai también está cansado, está batallando con la directora de la academia para que le deje aumentar el tiempo en su espectáculo de baile, pero está no le deja. Demasiado que las finales las vamos a hacer en París. Y como mi papel es el protagonista, pues bailo y bailo hasta que las articulaciones me duelen.

- ¡Arriba esa pierna Cherrí! - exclama Fai cuando ya sólo quedamos los dos en él aula.

Sé que lo hago bien. Sé que lo hago como la mejor. Soy totalmente consciente de todo lo que me esfuerzo para conseguir lo que estoy consiguiendo. Y Fai es consciente de ello, porque está conmigo más atento que nunca. A veces tengo la sensación de que me mira casi como si estuviera... enamorado.

- Ven aquí mon amour - pronuncia con su perfecto acento francés.

Me toma delicadamente la mano cuando la música para y me acerca hasta él para acariciarme suavemente el mentón hasta dejar su nariz pegada a la mía.

- Eres tan increíblemente buena en lo que haces, que creo que en cuanto te vean bailar en las semifinales, ya van a quererte dar un buen papel en cualquier obra importante. Eres brillante cherrí, no sabes lo orgulloso que estoy de ti- dice antes de acercar sus labios a los míos.

Nos besamos. Sus labios se funden en los míos, sus brazos envuelven mis caderas, y en cuestión de segundos mis piernas están rodeando su cintura. Fai empieza a volverse una persona desesperada por verme, olerme o tocarme... empieza a depender de mí.

- Fai - susurro cuando planta sus labios en mi cuello al acordarme del rubio.

¿Qué clase de persona pensaría Killian que soy si se enterase de algo así?

<<¿De qué te tiras a tu profesor porque sabes que te puede abrir puertas en el futuro, angelito?>>

Sí.

<< No es tan malo. Ni siquiera hay sentimientos. Y sabemos que este hombre nos podrá llevar directas a la cima>>

No sé si Kilian pensaría igual.

<<¿Te estás empezando a pillar, angelito?

- No sabes lo mucho que te deseo ma cherrí. Hemos alcanzado tanto juntos... y te voy a llevar tan lejos, que no verás más que flashes de mi mano, mi amor.

Por primera vez en mucho tiempo, se me revuelven las tripas al escucharle dirigirse a mí así. Fai se ha vuelto un hombre romántico y delicado conmigo, lo que siempre había querido de él... sin embargo, ahora las cosas parecían haber cambiado.

- Fai - digo cuando noto sus dedos entrando en mi.

- Shhh... - susurra colocándome sobre el piano - déjate hacer mi amor, déjate hacer.

Siento como una lágrima se escapa de entre mis ojos mientras él se desliza por mi ombligo hasta llegar a mi monte Venus. La apartó rápidamente para que no pueda verla, y le sonrío rápidamente cuando sube la mirada para contemplarme antes de volver a concentrarse, como hace siempre. Ni siquiera tengo apetito sexual después de haberme despertado con Kilian.

- Ahhh.... Ummm - musito intentando disfrutar al máximo de placer que el hombre de cuarenta y dos años que tengo frente a mi, me está proporcionando. Es bueno en lo que hace, y a mí siempre me ha encantado el sexo.

- ¿Sabes cherrí? - le miro cuando se levanta para ir hasta la puerta lentamente. Yo me quedo estática sin dejar de mirarle, algo no me da buena espina - He traído un regalo para ti.

Me incorporo de golpe hasta quedarme sentada sobre el piano, cuanto veo a Elena entrando con ambas manos entrelazadas delante de ella y con la mirada en el suelo.

No. No. No.

- Elena - susurro con un nudo en la garganta. Ella no tendría que pasar por esta humillación también. Ella no.

- Sí, la preciosa Elena - susurra Fai alzando con un dedo el mentón de mi amiga para después pasar su otra mano por encima de los pezones de Elena, quién como la mayoría de las bailarinas, no lleva sujetador bajo el body de licra. - Sé de buena mano que os lleváis ciertamente bien, ¿no es así cheerí? - pregunta Fai aún dándome la espalda.

Yo miro a Elena pidiéndole perdón con los labios mientras trato de aguantar las lágrimas que amenazan con derramarse por mis mejillas de un momento a otro. Ahora mismo me odio. Estoy odiando cada mínimo segundo de todo esto. Elena es mi amiga.

- Fai - susurra ella nerviosa haciendo que se me encoja el estómago.

- ¡Oh, mon Dieu! Me encanta cuando pronunciáis mi nombre con vuestros inocentes labios- dice pasando la llema de sus dedos por los labios de mi amiga - No estes nerviosa pequeña, te prometí una gran escena con tu amiga... pero para eso tienes que ser buena.

Cierro lo ojos cuando la mano de Fai se pierde bajo la falda tutú de mi amiga y la escucho gemir. Después escucho los besos de Fai recorriendo su piel hasta llegar a su boca. Y me odio cuando algo se enciende en mi.

- ¡Ahhh! - grita Elena haciendo que Fai se gire hacia mí con una sonrisa.

- Ven aquí mi amor.

Hago caso omiso a la mirada de sorpresa que pone Elena al escuchar como me ha llamado nuestro profesor, y me bajo del piano para caminar lentamente hacia ellos sin pudor alguno. Simplemente miro a Fai, a quien me mira con los ojos más brillantes que nunca. Me mira como si nunca hubiera visto nada igual en su vida.

- Eres tan maravillosa mon amour... - me coge de la nuca y me besa con furor pegándose a mí hasta hacerme sentir su ere*ción contra mi vientre - Bésala. Quiero ver como os besáis.

Le miro un segundo más a los ojos, y asiento lentamente haciéndole sonreír antes de girarme hasta quedar cara a cara con mi amiga para coger su cara entre mis manos y unir mis labios con los suyos. En cuestión de segundos, mi lengua choca con la suya, y nos dejamos llevar. Elena me toca, yo la acerco a mí bajo la atenta mirada de Fai sobre nosotras. Y cuando bajo mi mano lentamente por su vientre hasta introducir mis dedos en ella, la obligo a gemir mirando a Fai mientras le besó el cuello.

- La femme de ma vie.

JUGANDO CON EL DIABLO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora