# Julieta.Dos semanas más tarde...
Pasó el tiempo desde que Kilian me confesó lo que sentía por mí en una fiesta llena de gente rica, gente de bien, ricachones de pacotilla que nada tenían que ver con él. Dos semanas desde que me equivoqué. Dos semanas desde que no le veo ni se nada de él. Dos semanas en las que Fai me ha llevado a comer en un yate. Me ha despertado con ramos de rosas cada día. Me ha regalado un collar de esmeraldas como muestra de agradecimiento por todo lo que hago por él, aunque yo lo interpreto como un regalo para agradecerme el buen sexo que le doy.
Había estado dándole tantas vueltas a todo últimamente, que agradecía tener a la danza como mi aliada para no perder la cabeza entre medio de tanto lío. La parte buena de todo esto, era que si seguía viviendo a este ritmo, pronto podría dejar de trabajar por las noches en club. Puede que incluso pudiese dejar el bar de Marc también, con lo que me pagasen por bailar en cada evento que Fai me consiguiera, podría mantenerme y elevar mi nivel de vida. Ya no tendría que preocuparme por el alquiler del piso que compartía con Melo, e incluso podría quitarla a ella de allí y pagarle los estudios que nunca pudo acabar. Sería todo un logro, sin duda alguna. Pero el precio de todo esto estaba en la parte mala.
Sin duda alguna, esta parte ganaba por goleada. Porque perdía mi libertad en mucho sentidos. Perdía mi carácter ante Fai. Perdía mi libertad de expresión, el derecho sobre mi cuerpo. Perdía mi luz. Y le perdía a él.
- Cherrí - escucho a mis espaldas - aquí estás.
Observo a través del espejo del baño mi rostro mientras le dejo abrazarme por la espalda y besarme el cuello. Yo apenas llevo un albornoz, y el solo tiene puesto los calzoncillos. Y tal y como me pasa desde hace algo más de dos semanas, su tacto empieza a costarme.
- Fai - susurro cuando comienza a saltar la tira de albornoz.
- Shhh... tengo una sorpresa para ti, ma vie - susurra antes de tomar mi mano y tirar suavemente de mí con él.
Mi mente se congela cuando salgo del baño con él y me quedo frente a la cama xxl lo que me tiene preparado. Dos mujeres. Dos chicas de lo más jóvenes y resplandecientes, completamente desnudas besándose entre ellas. Trago duro. Intento disimular mi espanto cuando veo la gran similitud que tienen respecto a mi, ambas de pelo negro, lacio y largo. No tan altas, pero sí delgadas. Una incluso se podría hacer pasar por mi.
- Aquella vez con Elena en la academia, - susurra Fai mientras me muerde el lóbulo de la oreja y me quita el albornoz, haciendo que esté se deslice hasta caer en el suelo - estuviste sublime, mon amour.
Cierro los ojos con fuerza brevemente cuando noto como los recuerdos me atraviesan el corazón cuando se me viene a la mente la imagen de Kilian esperando en el coche mientras yo hacía lo que me daba la gana al otro lado de la pared. Miles de obscenidades. Y me las perdonó.
- Pero Fai...
- Shhh - dice sin dejarme hablar - Bésalas.
- ¿Qué?
¿Así? ¿Tal cuál? ¿Tan frío?
- Venga amor, solo van a darte placer - susurra mientras desliza su mano por mi vientre hasta llegar a mi ser.
Le dejo hacer mientras observo a las chicas besarse y tocarse. Noto desde mi punto de visión como ambas están completamente rasuradas, como yo. Y entonces Fai toca en el sitio clave haciéndome gemir, llamando la atención de ambas, que ahora tienen la mirada puesta sobre mí pero no dejan de tocarse. Gimo más fuerte cuando una de ellas me hace un gesto con un dedo para que me acerque, y como si estuviera hipnotizada por ello, le obedezco. Doya tres pasos hacia delante dejando a Fai atrás, y cuando llegó a los pies de la cama, gateó sobre ella sin dejar de mirar a esa chica. Ni siquiera tengo que hacerme un hueco entre ellas, porque la del gesto, que es más baja, mete de golpe dos dedos en mi boca cuando me tiene frente a ella. Y enseguida me doy cuenta de que Fai y yo hemos tardado algunos minutos de más en el baño, mientras ellas dos jugaban.
- Ahora bésala, mi amor. Bésala.
Miro a Fai, que está en el mismo sitio de antes, encargándose de su m*embro mientras nos mira. Y antes de que pueda apartar la mirada de él, ya tengo a la chica dos besándome con ganas mientras me agarra de la cintura y su compañera me besa el cuello por detrás con las manos en mi pecho.
- Que guapa es - dice esta última, sonriendo hacia Fai antes de introducir dos dedos lentamente en mi interior. Yo gimo de placer dejándome hacer mientras unida me ded*a y Tura me c*me las t*tas con furor.
- ¡Dios! - gritó cuando siento a la chica acelerar el ritmo con una sonrisa en los labios.
Veo por el rabillo del ojo a Fai acercarse sin apartar los ojos de todas y cada una de mis expresiones. Me mira con exaltación, casi con adoración. Y me pregunto en ese mismo instante, si esto era lo que me iba a esperar el resto de mi vida a su lado. Perversiones sin amor.
Pero esos pensamientos, rápido abandonan mi cabeza cuando noto que las chicas se alejan de mi cuerpo para encargarse del suyo. En menos de dos segundos, ambas están arrodilladas en el filo de la cama frente a él, y todo lo que veo son sus cabezas moviéndose con una increíble táctica mientras se turnan.
- No te quedes ahí, mon cherrí - dice Fai mirándome con una sonrisa y alargando su brazo para tomarme la mano - tu sabes perfectamente que siempre serás mi preferida. Por encima de todas las demás.
Y no negaré que la experiencia no fue mala, porque el placer había sido intenso. Realmente lo había disfrutado de principio a fin. Pero eso no quitaba que esa misma noche, mientras me dormía con la sensación de los besos de esa mujer en mis piernas y los brazos de Fai rodeándome... soñé con un rubio que venía en su moto hasta la casa, y me daba algo más de lo que había conseguido allí.
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JUGANDO CON EL DIABLO.
Teen FictionSi tan solo Marc hubiera decidido no abrir el bar ese día. Si Melody no hubiera faltado ese día al trabajo porque estaba mala. Si Marc hubiera contratado a otra banda en vez de la suya. Si no hubiera puesto sus ojos en mí para cautivarme sin él más...