Maravillosa, Woods.

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#Julieta

- ¿July? - pregunta mi amiga nada más echar el pestillo. Ella sabía perfectamente lo que venía a hacer.

- Estoy aquí - digo saliendo de la parte del vestuario completamente desnuda para ella.

- ¿Qué pasa? - dice soltando la bolsa de su ropa en el suelo, para después llegar a mí y comenzar a acariciar mis pechos suavemente mientras habla sobre mis labios - ¿te ha dejado con ganas el profesor?

Asiento. Me ha dejado con ganas, con muchas ganas. Y no solo el profesor.

- No te preocupes cariño, que ya estoy yo aquí para complacerte.

Y entonces se agacha hasta quedar frente a mí de rodillas. Y sin previo aviso, dirige su boca a mi monte Venus. Yo me echo un poco para atrás y apoyo mi cuerpo sobre uno de los lavabos para así poder rodear mi cuello con sus piernas y dejarme hacer.

- ¡Ahhh! ¡Elena, Dios! - gimo mientras tiro de su pelo más hacia mí.

- Estás mucho más mojada hoy que otros días Juls. ¿Porqué no me cuentas que es lo que te trae así? - dice antes de volver a meterse entre mis piernas. Dios, ¿quién le ha enseñado a mover la lengua así?

- Un chico, ahh - suelto cuando lame rápidamente mi cl*toris.

- No pares July, quiero escucharte. Me interesa saber quién tiene a la tía más buena que conozco así - sonrío cuando no me ve. Nunca estaba demás agrandar el ego.

- Es rubio, lo conocí anoche en el bar.

Apenas me doy cuenta de que ella se ha separado de mis piernas, la vuelvo a acercar otra vez a mi. No puede dejarme así ella también.

- Espera cariño - dice poniéndose en pie, pegando sus pechos con los míos.

- ¿Qué ha.... ¡Ahh! - gritó de sorpresa cuando me da la vuelta para quedar frente al espejo con ella detrás, susurrándome al oído.

- Quiero que te veas mientras te hago disfrutar, July. Nada más.

Sus manos me tocan. Baja una de ellas por todo mi vientre, rozando toda mi línea alba hasta llegar a su objetivo. Y en cuestión de segundos estoy gritando de nuevo por el frenético movimiento de sus dedos en mí.

- ¡Ahhh! ¡Elena, más!

Ella no lo duda un segundo, y se arrodilla para separarme los pompis e introducir su boca y su nariz en mí. Yo gimo y me agarro al lavabo mientras observo a través del espejo mi cara de placer, de z*rra a punto de alcanzar el éxtasis. Y una vez más me veo deseando que fuese el rubio el que estuviese ocupando el lugar de mi amiga.

- ¡Ummm! - grita Elena como una posesa sin cesar su trabajo. Le encantaba lo que estaba haciendo, y disfrutaba porque sabía que se le daba mucho más que bien. Ella lamía, chup*ba, mordía, besaba...

- ¡Elena me vengo! - la avisé. Pero no se quiso apartar, y se llevó todo mi org*sumo sobre su boca.

- Eres tan tremendamente sexual, July.... tan explosiva.

Se pone de pie y junta mis labios con los suyos en un beso. Un beso que poco a poco se torna a hambriento. Lo noto cuando ella comienza a mover sus caderas con las mías.

- Elena, Elena. Tenemos clase otra vez, ¿recuerdas? - le digo separando suavemente su cuerpo del mío. Sin querer ofenderla.

- Si no me tocas ahora - susurra sobre mis labios- tendré que tomarme la revancha más tarde.

- Lo sé, te la debo - le digo antes de dejarle otro beso a ella.

Me encantaba como besaba.

- Dúchate July, yo iré a conseguirte algo de comer para que no te desmayes en clase.

Asentí agradecida, y reí cuando la vi morderse el labio mientras me veía sonreír. Tenía que ducharme rápido para poder llegar a tiempo a clase y que Fai no me regañase otra vez, ya había tenido bastante por hoy. Así que me duché, me recogí el pelo en una trenza y salí como alma que lleva al viento. Mierda, ya se escucha el piano.

- Adelante cherrí - dice Fai divertido para que todos se den cuenta de que estoy llegando tarde. - Un retraso más y tendré que castigarte - susurra esta vez.

No, no después del mal sexo que ha acabado dándome.

-Claro - es lo único que digo al pasar por su lado para irme hacia dónde está mi amiga.

- Toma Juls, es todo lo que he podido conseguirte. Ya sabes como son las cosas aquí.

Asiento hacia Elena apenada, demasiado había hecho la pobre. Aquí hay una dieta muy estricta, y no se iban a fiar así porque si de dar comida y arriesgarse a que Elena se coma la barrita anticalórica después de haber tenido su plato a la hora de la comida. Podrían echarnos si tuviésemos kilos de más.

- Julieta, vamos. Os toca ensayar vuestro dúo - dice señalando a Oliver con la cabeza, quien me mira con cierta superioridad. Y con deseo, también me mira con deseo.

<<Capullo>>

- July, dale un mordisco aunque sea - me dice mi amiga lo suficientemente audible para que solo lo escuchemos nosotras dos. Yo niego poniéndome en pie, no tengo tiempo para eso.

- ¿Preparada Woods? - susurra Oliver cuando me pongo delante de él para mirar al espejo. Hasta que Fai le hace una señal al pianista para que empiece a tocar.

- Y... ¡tres, dos, uno!

Pronto estamos moviéndonos de un lado a otro en puntillas mientras las suaves manos de Oliver me agarraban de vez en cuando la cintura para hacerme girar más rápido o para elevarme por los aires. Me movía como si estuviese flotando bajo las atentas y codiciosas miradas de mis compañeras. Ahora nada importaba, éramos solo el baile y yo.

- ¡Inclínate más Julieta! ¡La espalda arquéala al máximo! ¡Estira el pie, que el tobillo quede recto!

Lo hago. Abro mis piernas de par en par mientras una se queda recta sobre el suelo y la otra apunta hacia el cielo. Y doy tres vueltas sobre mi cuerpo.

- Perfecto -susurra Fai al verme.

Terminamos la coreografía conmigo sobre los fuertes brazos de Oliver dándome vueltas en el aire.

- ¡Et... c'est fini!

Sonrío cuando veo a todos aplaudiendo en nuestra dirección y a Elena alzando su pulgar hacia arriba. No era para menos, yo no había llegado hasta aquí solo por complacer a Fai sexualmente, eso solo me aseguraba no tener cambios de última hora. Pero era la mejor bailarina de la academia, y eso todos lo sabían.

- Maravillosa como siempre Woods.

- Gracias Oliver.

JUGANDO CON EL DIABLO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora