52.- Segunda fase

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La sala de espera de abrió, y todos salimos corriendo hacia las ruinas. En grupo, los de 1A empezamos a recorrer la ciudad. Al poco rato, encontramos a un niño llorando, con sangre en la cabeza, gritando que su abuelo estaba con él, seguramente bajo los escombros.

Midoriya intentó calmarlo, pero empezó a gritar que lo estaba haciendo mal y a bajarle puntos. Al parecer, las víctimas serían las que puntuarían en base a cómo actuáramos con ellos. Cuando Midoriya consiguió calmarlo, lo cogió en brazos y se lo llevó a la zona de enfermería.

Los demás seguimos corriendo por ahí, buscando a más víctimas.

- ¡Ayuda, socorro! - oí a alguien gritar.

Miré a mis compañeros.

- ¡Ya voy yo, seguid buscando! - anuncié.

Fui al lugar de dónde provenían los gritos, encontrando a una mujer con la parte inferior del cuerpo atrapada bajo unos escombros, y una niña llorando a su lado.

- Todo está bien, ya ha llegado la ayuda - dije, nerviosa, analizando la situación.

- ¡Mamá está atrapada! - gritó la niña entre lloros - ¡Sálvalaaaaaa!

- No te preocupes, sacaré a tu madre de ahí - dije, con la voz más tranquilizadora que pude.

Me acerqué a la señora, colocándome a su lado.

- ¿Puede sentir las piernas? - pregunté - ¿Le duele algo en específico?

- Puedo sentir las piernas, y no me duele nada - respondió.

- Ok, entonces debe ser solo por el peso... - susurré, y miré a la niña - Oye, pequeñaja, ¿Cómo te llamas?

- Suki... - dijo, con gruesos lagrimones cayéndole de los ojos.

- Bien, Suki, ponte detrás de mí, ¿Vale?

La niña hizo como pedí, suspiré y agarré el primer trozo de escombros que había sobre la mujer.

- Va a tener que quedarse muy quieta, ¿Entendido? - advertí - Esto puede ser peligroso para usted.

Asintió con la cabeza, así que activé mi kosei en mis brazos e impulsé el trozo. Así, en poco menos de un minuto, la mujer ya estaba liberada.

- Vale, voy a tener que llevarla a la zona de atención médica por si hubiera algún daño que no haya notado usted... Las cargaré, a la niña en brazos y a usted sobre mi espalda. Antes de que empiece a correr, deberéis encojeros lo máximo posible, que ninguna parte de vuestros cuerpos se separe del mío. Tendréis que aguantar la respiración hasta que os de 3 golpes en la cabeza. Nada de moverse, nada de hablar, nada de intentar mirar. ¿Entendido?

Ambas asintieron con la cabeza, así que me cargué a la mujer a la espalda y tomé a la niña en brazos, apretada contra mi pecho.

- ¿Preparadas? Allá voy - anuncié.

Activé mi kosei y eché a correr hacia la zona de enfermería. Estaba a punto de llegar cuando escuché una enorme explosión y una pared voló en pedazos.

- Los villanos han hecho acto de presencia, y se están movilizando. Los aprendices deberán enfrentarse a ellos, mientras que igualmente han de salvar a las víctimas.

El caos se adueñó del terreno. Un enorme grupo de enmascarados liderados por Gang Orca, que se hacían pasar por villanos, salió del agujero creado en el muro.

Finalmente llegué a la zona de enfermería, frené y le di tres golpecitos a la mujer en la cabeza.

- Ya hemos llegado - anuncié, mientras le daba los golpecitos a Suki, la dejaba en el suelo y me agachaba delante de ella - Lo has hecho muy bien, pequeñaja.

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