Sentí pequeños besos recorriendo mi cuello, y me retorcí en la cama.
- Anzu, despierta... - susurró Hitoshi en mi oído - Por favor...
- Hmf... ¿Qué hora es...? - pregunté, aún con los ojos cerrados.
- Las 06:45, pero tendrías que volver antes a tu residencia para ducharte y tal...
- Quiero quedarme aquí... Contigo... - hundí mi rostro en su pecho - ¿Cómo puedes estar despierto? ¿Has dormido siquiera?
- Creo que ya sabes la respuesta - dijo con una pequeña risa.
- Deberías dormir… Podríamos saltarnos el Festival Cultural...
- No me tientes, sabes que tenemos que ir.
- Está bien…
Me desperecé y traté de levantarme, con algo de molestia. Agarré mi ropa del suelo y me quité la camiseta de Hitoshi.
- Mph - rió por lo bajo.
- ¿Qué pasa?
- Tal vez deberías mirarte a un espejo… - respondió, mordiéndose el labio inferior y recorriendo mi cuerpo con la mirada.
- ¿De qué hablas?
Fui al baño, y palidecí al verme reflejada en el espejo.
- ¡Maldita sea! ¡Hitoshi Shinso, ven aquí ahora mismo!
Le oí reír desde la cama y caminar hacia el baño.
- ¿Qué pasa? - preguntó con una sonrisa ladeada.
- ¿Cómo que "qué pasa"? Estoy cubierta de chupetones y marcas de dientes, idiota.
Se colocó detrás de mí, poniendo sus manos en mi cintura y acercó sus labios a mi oído.
- Anoche no te quejabas… - susurró.
Las marcas empezaban en mi cuello, y descendían por mis hombros, pecho y abdomen, hasta donde la tela de sus boxers tapaba. Algunas incluso bajaban a la cara interna de mis muslos.
- ¡Agh, no voy a poder taparlas todas!
- ¿Y qué tiene de malo que las vean?
- Que empezarán a preguntarme, y será muy vergonzoso. Además, nos hemos saltado como 10 normas de los dormitorios. Si algún profesor las viera, me caería un castigo de los fuertes.
Sus ojos se abrieron de golpe, como si se hubiera dado cuenta del problema.
- Tranquila, no pasará nada… ¿Te queda algo del maquillaje que te dejó mi madre al venir a los dormitorios? Ese que era "por si el tratamiento de Recovery Girl no te quitaba los hematomas".
Mihoko se había equivocado en eso, pero en ese momento lo agradecía.
- Creo que sí…
- Pues úsalo solo para las marcas que se vayan a notar con el uniforme de baile, de las demás no deberías tener que preocuparte.
- No es mala idea…
- ¿Lo ves? No tendremos ningún problema - rió.
- Te odio… - mascullé.
- Mentira, me amas - besó mi mejilla - Y por mucho que me guste verte así, deberías vestirte para salir de la habitación.
Salió del baño.
- Te juro que te odio - dije de nuevo, siguiéndolo.
- Me amas~ - canturreó, tumbandose en la cama.
Terminé de vestirme, Hitoshi agarró una sudadera y se la puso.
- Te acompañaré abajo, no voy a dejar que te cruces con mis compañeros tú sola después de… Bueno, lo de anoche - comentó - Y definitivamente no es apropiado que bajes por el balcón.
- Está bien...
- Además, Takeda duerme justo al lado, y ambos sabemos que es un cotilla.
- Joder, ¿nos habrá oído? - pregunté, mientras los nervios se apoderaban de mi cuerpo.
- Esperemos que no...
Me tomó de la mano, salimos de la habitación y bajamos a la zona común.
- Ni una palabra - le dijo Hitoshi a Takeda, que ya había abierto la boca para decir algo.
Takeda cerró la boca y asintió con la cabeza. Hitoshi me acompañó hasta la puerta y salimos un momento.
- Espero que vaya bien el concierto - comentó - Me encantaría ir a verlo, pero me temo que voy a estar ocupado.
- No pasa nada, iré a verte a la casa del terror - dije con una sonrisa, y me puse de puntillas para darle un beso corto - Nos vemos luego.
- Nos vemos luego.
Dicho eso, activé mi kosei y me fui corriendo de allí. Una vez en la residencia de 1A subí a mi habitación a por el uniforme de baile y una chaqueta y me fui a las duchas femeninas. Me duché y me vestí, pero me costaba ajustar un par de prendas.
- No no no no... - mascullé, nerviosa.
Me puse la chaqueta por encima y salí de la sala de las duchas, en busca de Yaoyorozu.
- Oye, ¿me puedes ayudar con una cosita? - le pregunté - En privado, por favor...
- Oh, por supuesto - asintió ella.
Nos alejamos un poco de los demás y me abrí la chaqueta.
- N-necesito que me ayudes a cerrar el fajín.
- Sin problema, pero... ¿Qué son esas marcas de tu abdomen?
- Me las ha he-echo Hitoshi... - respondí, sonrojándome.
- ¿Shinso te ha hecho eso? - inquirió, preocupada - Himura, ¿te está maltrat-?
- ¡No, no, claro que no! - exclamé - Él es incapaz de hacerme daño.
- ¿Y cómo te ha hecho eso?
- Ehm, p-pues... Y-ya sabes, cuand-do dos personas se quieren mucho...
- Vale, vale, ya lo entiendo - me cortó, sacudiendo la cabeza - Sabes que tales actos no son bien vistos en la UA.
- Ya lo sé, pero por favor, no digas nada... - supliqué - Te he pedido ayuda a ti porque las demás podrían tener una reacción exagerada. Por favor, no se lo digas a los profesores...
- Está bien, no diré nada... - suspiró.
Se colocó detrás de mí y me ayudó a colocarme bien el fajín.
- Gracias por todo...
- No hace falta que me las des.
Después estuvimos cerca de una hora para arreglar otros posibles fallos en el vestuario de los bailarines, al igual que haciendo un par de ensayos simples. Quedaban 15' para que el Festival Escolar empezara.
- Midoriya no está - comentó Todoroki, mirando a Aoyama.
- Ha ido a comprar otra cuerda, para remplazar la que se deshilachó - respondió el rubio.
- Se está tomando su tiempo, ¿no?
- ¡Pues sí! - volvió a responder.
Todoroki se alejó para hablar con Ashido de una secuencia de la coreografía. Finalmente empezamos a sacar las cosas de la residencia, levándolas al gimnasio.
- GOOD MORNING! (Buenos días) - se oyó la voz de Present Mic a través de la megafonía del recinto - Hey guys! (Hola, chicos) ¡Espero que estéis listos, porque ya es hora! ¡Hoy es el día en que el curso o el departamento da igual, estamos todos aquí para pasarlo bien! ¡Ahora decidlo conmigo, todos vosotros! LET THE UA SCHOOL FESTIVAL BEGIN! (Que el Festival Escolar de la UA dé comienzo)
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¡Gracias por leer!¡Hola! ¿Cómo estáis?
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We'll make it
FanfictionSoy @Lavdender-03 , he perdido mi cuenta. Estoy intentando volver a publicarlo todo aquí, pero es agotador, y necesito vuestro apoyo... Anzu Himura tiene un sueño desde que era pequeña: convertirse en una gran heroína. Por desgracia, su familia no p...