48.- Los movimientos especiales

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El entrenamiento para disociar mi kosei en mis distintas extremidades iba bastante bien, a decir verdad, aunque... El tema de aumentar mi velocidad era otro asunto. Era un proceso algo lento, algo irónico teniendo en cuenta lo que intentaba hacer. En unos días había conseguido subir a unos 650 km/h, pero no era ni de lejos lo suficiente para crear imágenes residuales, y tampoco podía mantenerlos mucho rato.

Y ya ni hablar del segundo movimiento especial, porque no había forma de que me viniera ninguna idea a la cabeza.

- Esto es frustrante... - mascullé en voz baja, tras otro intento fallido de crear imágenes residuales.

- Tal vez deberías dejarlo un poco - propuso Ectoplasm - ¿No tenías que ir al Estudio de Desarrollo?

- Mierda, estaba tan obsesionada con esto que se me había olvidado... - suspiré.

- Ese lenguaje - me advirtió.

- Disculpe, sensei... Me voy al Estudio de Desarrollo.

Bajé de la elevación con cuidado, salí del gimnasio y me dirigí al edificio principal. Una vez frente a la puerta del Estudio de Desarrollo, llamé y abrí.

- ¿Se puede pasar? - pregunté.

Vi a Power Loader asomarse, y noté la sorpresa en las facciones inferiores de su rostro al verme.

- Adelante, Himura - respondió - ¿A que vienes?

- Quería hacer un par de reformas en mi traje - dije mientras entraba en la sala.

- ¡De eso me encargo yo! - exclamó una chica de pelo rosa, que apareció de la nada - ¡Soy Mei Hatsume, encantada de conocerte!

- I-igualmente - respondí, sorprendida por su repentina aparición y entusiasmo - Yo soy Anzu Himura.

- Lo sé - dijo con una sonrisa - He oído hablar del caso contra tus padres en las noticias.

- Oh, vaya... - comenté, incómoda.

- ¡Es increíble que se hayan encontrado tantas pruebas manipuladas por tu padre! ¡Se está atrapando a muchos criminales que estaban libres! - añadió.

- Sí, ya lo sé, yo les di la información a las autoridades... - suspiré - ¿P-podemos hablar del traje? No me apetece hablar de mis padres...

- ¡Sí, claro! ¿Qué tenías pensado?

- Tenía la idea de adquirir unos guantes sin dedos con revestimiento metálico, al igual que añadirles un cinemómetro que a la vez pueda calcular la fuerza con la que podría golpear a esa velocidad... ¿Se podría hacer?

- ¡Claro, no es muy complicado!

- Entonces... ¿Crees que se podría hacer también protecciones de hierro para mis botas, e implantarles el mismo tipo de cinemómetros que los de los guantes?

- ¿Para qué necesitas tantos de esos cinemómetros? - me preguntó, extrañada.

- Estoy intentando disociar mi kosei en mis distintas extremidades, y puede ser peligroso golpear a la gente a ciertas velocidades - expliqué - Por ello, creí que si podía poder ver fácilmente la fuerza con la que golpearía en cada momento, no tendría que estar preocupándome tanto y podría ser más eficiente...

- ¡Es una idea muy buena, bien pensado! - exclamó - Los guantes y el revestimiento de las botas los puedo hacer ahora mismo, pero para los cinemómetros especiales tendrás que esperar a mañana. No te importa, ¿Verdad?

- Para nada, si te soy sincera.

- Vale, pues dame tus botas para que les añada la protección, y ahora te haré los guantes.

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