67.- Fin de la misión

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- Y para eso necesita dinero. Si lo consigue, dijo que pasaría a la acción enseguida - acabó de explicar Rappa.

- Por eso quiere a Eri... Lo que quiere repartir deben ser las balas hechas con ella... - dije.

- Es horrible - añadió FatGum.

- Es un enfermo hijo de puta... -  mascullé, y miré a Rappa - Oye, ¿cómo salgo de aquí?

- ¿Por qué te lo iba a decir, "daguita"? - inquirió.

- Pues porque esta "daguita" ha conseguido hacerte daño, cosa que no parece que pase muy a menudo - respondí - Dime cómo salir, Rappa.

Algo a regañadientes me indicó cómo salir al exterior.

- Yo me quedo aquí con Red, tengo que vigilar a Rappa y Tengai - dijo FatGum - Tú aún puedes hacer algo, así que, adelante.

Asentí con la cabeza y activé mi kosei, haciendo el recorrido que me dijo Tengai y saliendo al exterior. Allí encontré a Ryukyu con Uraraka, Tsuyu y Hado; Ryukyu estaba transformada en dragón, protegiendo de uno de los miembros de los Preceptos a mis compañeras y algunos agentes, que se encontraban en el suelo.

- ¡Lightning! - me llamó Ryukyu - ¡Aleja a las chicas y a los agentes de aquí!

- ¡Sí! - respondí.

Me acerqué, tomé a Tsuyu en brazos y la alejé lo bastante de allí como para que no la alcanzaran los ataques del villano; repetí el proceso con Uraraka, pero cuando me acerqué a los agentes, uno intentó escupirme, aunque lo evité en el último momento.

- Aléjate, "sucia Himura" - masculló uno de ellos, casi sin fuerzas.

Genial; como no era suficiente ser una apestada entre los héroes, también lo era entre los policías...

- No puedo dejaros aquí, así que vais a tener que aguantaros un poco - respondí.

Tomé en brazos al primero, con algo de dificultad, y lo dejé con mis compañeras, para después repetir el proceso con el otro agente.

- ¡Hecho! - avisé a Ryukyu.

- ¡Nejire, ahora! - exclamó la heroína, mirando al cielo.

Hado, que se encontraba en el aire,  activó su kosei.

- Carga al máximo... - dijo, agotada.

Sus ondas dieron a Katsukame, pero no parecieron afectarle.

- Parece que el efecto de la droga se ha pasado... - comentó Katsukame, y extendió las manos hacia Hado - Deja que te toque, guapa.

- Qué puto asco - mascullé.

- ¡No! - exclamó Hado, consiguiendo hacer un par de ataques con algo más de potencia - ¡No!

- ¡Uraraka! - se oyó una voz conocida.

Tanto Uraraka como yo nos giramos, encontrando a Midoriya en medio de la calle.

- ¡He venido a pedir ayuda! - exclamó, y señaló hacia atrás - ¡El objeto o está tras ese cruce de calles! ¡Los profesionales lo están conteniendo por ahora, pero necesitan refuerzos!

Mis compañeras y yo nos miramos entre nosotras.

- ¡Chicas! - llamó Ryukyu.

La heroína arremetió contra Katsukame usando su cuerpo, Uraraka se levantó del suelo para tocar a ambos adultos y hacerlos flotar, y Tsuyu los agarró con su lengua.

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