55.- Los 3 Grandes

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En cuanto llegué a la residencia de 1A subí a mí habitación para agarrar el uniforme, me fui a las duchas, y tras lavarme me vestí a toda prisa. Después fui a la cocina de la zona común y empecé a prepararme el desayuno.

- Te veo con prisas - bromeó Ashido al verme acelerada - ¿Qué pasa? ¿Se te han pegado las sábanas?

- Más o menos... - dije con una leve sonrisa, recordando como estaba Hitoshi cuando me desperté.

- Uy, esa sonrisita... - comentó - ¿Cómo fue ayer la quedada con Shinso y los de 1C?

- Muy bien - respondí con una gran sonrisa.

Las horas fueron pasando, y tras las clases de la mañana, llegó la hora de comer. Me encontraba con Uraraka y Ashido en la cola de la cafetería, cuando noté unas manos agarrando mi cintura desde atrás.

- Hola otra vez - dijo Hitoshi.

Me giré y rodeé su cuello con mis brazos.

- Hola, 'Toshi - saludé, poniéndome de puntillas y dándole un beso en la mejilla.

Ashido y Uraraka se quedaron boquiabiertas, y esta tuvo que tapar la boca de la otra para que no gritara.

- ¿Qué demonios acaba de pasar? - preguntó Uraraka.

- Por favor, decidme que no estoy alucinando - dijo Ashido, librándose de la mano de Uraraka.

- No estás alucinando - respondí.

Hitoshi tomó mi barbilla con su mano, haciendo que me pusiera de puntillas, y me besó en los labios.

- ¡AAAAAAAAHHHHHH! - chilló Ashido, sin que Uraraka pudiera evitarlo esta vez - ¡MADRE MÍA, MADRE MÍA! ¡POR FIN!

- C-cálmate, Ashido - trató de calmarla Uraraka.

- Ya entiendo a qué te referías con que Takeda te recordaba a Ashido - rió levemente Hitoshi.

- ¡Tienes que contarme cómo ha pasado! - me dijo la pelirrosa.

- Pues, "sintiéndolo mucho", - dijo Hitoshi con sarcasmo - os voy a robar a mi novia.

Ante algunas quejas por parte de las chicas, Hitoshi agarró las 2 bandejas de nuestra comida y colocó un brazo detrás de mi espalda para "empujarme" hacia la mesa donde nos sentábamos siempre.

- ¿Cómo ha ido la mañana? - me preguntó una vez nos sentamos, uno al lado del otro.

- Bastante bien - respondí con una sonrisa - Las clases han sido algo complicadas, pero interesantes. ¿Y tú?

- Me preparo mentalmente para entrenar con Aizawa-sensei esta tarde - rió levemente - La batalla cuerpo a cuerpo es jodida contra alguien como él.

- No tienes que jurarlo, te creo - rompí a reír.

Hitoshi miró detrás de mí, y su sonrisa se esfumó, dando paso a una expresión seria.

- ¿Qué pasa? - le pregunté.

- Nada, no te preocupes...

No me creí lo que dijo, así que me giré, viendo como un grupo de alumnos cuchicheaba mientras miraba en mi dirección.

- Están hablando mal de mí, ¿Verdad...?

- Eso me temo... - suspiró.

- Ok...

- ¿No vas a decirles nada? - me preguntó, extrañado.

- No tiene sentido... - miré mi bandeja de comida, y la aparté - Creo que he perdido el apetito...

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