93.- Nochevieja con los Shinso

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Finalmente un rato después nos tocó el turno a Hitoshi y a mí de que nos llevaran a casa. Nos subimos al coche de uno de los profesores de la UA, que nos llevó en poco tiempo frente a la puerta de casa. Bajamos del coche, nos plantamos frente a la puerta, y antes de que Hitoshi llamara al timbre le tomé la mano, por lo que él me dio un pequeño apretón y llamó.

- ¡Hito', Anzu! - exclamaron al abrir la puerta.

- Hola, mamá. Hola, papá - los saludó Hitoshi.

- Hola - saludé con una pequeña sonrisa.

Salieron a abrazarnos y darnos la bienvenida.

- Anda anda, pasad, que ahí fuera hace frío.

Después de dejar las bolsas en nuestras habitaciones, fuimos al salón con los padres de Hitoshi, que le dieron sus regalos de Navidad que no habían podido darle por estar en la UA.

- Voy a la cocina a por un vaso de agua, ¿alguien quiere algo? - dije, haciendo el amago de levantarme del sofá.

- Oh, espera un momento, no puedes salir de aquí todavía - me dijo Mihoko.

- ¿Por? ¿Pasa algo? - pregunté.

- Es que tenemos un regalo de Navidad para ti también - explicó Hajime.

- ¿Qué? No, no era necesario, ya habéis hecho bastante por mí estos meses...

- Anda, déjalos - dijo Hitoshi, y me tapó los ojos con las manos - Traedla, venga.

- ¿Debería asustarme? - pregunté.

- Para nada.

- Vale, puedes mirar en tres... - anunció Mihoko.

- Dos... - continuó Hajime.

- Uno - finalizó Hitoshi, y me destapó los ojos.

- Dios bendito, no puede ser...

Delante de mí se encontraba mi bicicleta.

- P-pero... Creía que mis padres la habían destrozado... - dije, al borde de las lágrimas.

- Sí, pero Hitoshi nos dijo que era muy importante para ti - explicó Hajime.

- Nos dijo que habías tenido que ahorrar tú sola durante más de un año para poder comprarla - continuó Mihoko.

- Hemos tenido que cambiar varias piezas que eran insalvables, pero hemos buscado unas del mismo modelo o lo más parecidas posible - añadió Hajime - Ya que la consideres tu antigua bicicleta o no es más bien como la paradoja del barco de Teseo, pero bueno, hemos hecho todo lo posible.

- E-es m-más que suf-fucient-te, muchís-simas g-gracias... - tartamudeé, echándome a llorar - E-es maravilloso...

Los 3 se acercaron a mí y me abrazaron con fuerza, haciendo que llorara todavía más. Cuando finalmente recuperé la compostura, cada uno volvió al sitio que ocupaba antes, y Mihoko se rio levemente.

- ¿Qué pasa? - preguntó Hitoshi.

- Que a veces me sorprende lo friki que es tu padre - dijo, mirando a su marido - como para saber las cosas que suelta como si fuera lo más normal del mundo. ¿"El barco de Teseo"? ¿En serio?

- Y me amas así - respondió Hajime con una pequeña sonrisa.

- Por desgracia - respondió ella en broma, y lo besó delicadamente.

- Iugh - emitió Hitoshi, fingiendo asco - Que estamos aquí.

- No seas tonto, 'Toshi - reí.

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