Capítulo 15

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12 de marzo, 2020

Adeena:

Sé lo que intenta Helen al mandarme con Marcus a buscar comida.

Pero no va a pasar nada entre ambos, él tiene pareja.

—¿Entonces no vas a renunciar? —me pregunta Marcus en el camino.

—No.

—Deberías.

—¿Tu vas a cambiar tu rutina de comodidad? —ríe y asiente.

—Bien jugado.

—Ya, en serio ¿Nunca haces algo fuera de tu rutina?

—Sí —lo miro—. Tú.

Dejo de caminar un segundo, él sigue caminando con las manos en los bolsillos de su pantalón y mi cabeza da vueltas con esa simple palabra.


No hablo mucho durante el camino, pero cuando esperamos la comida acaricio mis brazos porque el viento está fresco.

Esperamos en la fila, está a mi lado.

—¿Crees que si le mando algún borrador de una de mis historias a otra editorial sería traición?

—¿Y por qué no en la tuya?

—Porque... —dejo de hablar cuando siento el calor de su campera sobre mis hombros, miro a un lado y sus ojos están en mi cuerpo, toma mis brazos con delicadeza al ver que no los muevo y me coloca la campera.

—¿Decías? —pregunta colocándose en frente mío para acomodar la campera y subirle el cierre, me mira y me sonríe al ver que no sigo.

Aguanto un suspiro.

—Eeeeh... —trato de poner de nuevo en funcionamiento mi cerebro—. Porque Joan no quiere leerlos.

—¿Por qué?

—Dice que debo concentrarme en lo que me da y no perder tiempo en escribir algo que no tiene futuro.

Me mira con sorpresa y asiento frunciendo los labios.

—Pero si no los leyó ¿Cómo sabe?

—No lo sé —juego con mis pies viendo el suelo—, quizás los leyó y por eso me lo dijo.

—No lo creo.

Lo miro y está mirando hacia adelante.

—¿Por qué?

—Puede que Helen me haya mostrado un resumen general de una de tus historias, y era buena.

Lo miro con sorpresa.

—¿Qué? —me mira y asiente sonriendo—. Pero no la escribí, solo tengo la idea.

—Lo sé, eso es lo que vi y estaba buena, a mí, que no leo, me llamó la atención.

—Mmm... gracias supongo.

—¿Por qué no la escribes?

—No me da el tiempo y cuando lo hago, estoy cansada o frustrada por algo y termino escribiendo un desastre y borrando todo.

—¿Es el primero que escribirías?

—No, el tercero, pero los otros dos están en una plataforma, que si son un desastre ya que fueron los primeros y los hice hace tiempo, pero este quiero hacerlo lindo para poder mandarlo, pero no lo sé.

—Claro, lo entiendo.

Asiento. Esperamos la comida y volvemos a la casa de Helen.

—¿Tú sigues sin animarte a hacerte el tatuaje? —sonríe y niega.

—No es que no me anime...

—No te animas —voltea los ojos, pero con una sonrisa.

—No lo sé... no estoy seguro.

—Sólo ve, mira cuál te gusta, le dices que lo haga, todo en minutos para no arrepentirte si te pones a sobre pensar mucho.

Parece pensarlo.

—Si quieres, puedo acompañarte cuando te animes —le digo como él con lo de las cartas.

—Podría ser...

Dice con una sutil sonrisa.




15 de marzo, 2020

—Porque no basta solo con eso, un cepillo no te vendría mal y ni hablar de maquillaje —sigo escuchando como Joan ofende mi pelo y rostro.

—Me cambié de vestimenta porque me lo pediste ¿Ahora debo cambiar todo mi aspecto? —pregunto indignada.

—Sólo digo que no puedes venir así vestida y con un nido en la cabeza, muy bonito tu pelo corto, pero arréglalo que parece que tienes una paja. Y que un poco de maquillaje no te hace daño, muy bonitos ojos, pero pareces muerta chica, ponte rubor, labial, ponte linda que con la ropa no llegas a nada.

Sólo asiento, sin responder.

—¿No vas a responder?

Je ne peux pas te supporter, tu es le pire patron que j'aie jamais eu de ma vie —le digo con una sonrisa.

—¿Qué dijiste?

—Que le gusta su atuendo —dice la voz gruesa de Marcus colocándose a mi lado.

—Oh, gracias —me dice para luego ver de arriba abajo a Marcus y poner su sonrisa de gato en celo.

Saca pecho, levanta la frente y sonríe de lado extendiendo su mano.

—Joan, la jefa de Adeena.

Él asiente y estrecha su mano.

—Marcus.

—¿Amigos? —pregunta y antes de responder ella ríe—. Claro que son amigos, dudo que alguien como tú esté con una chica así.

La miro sorprendida y él también.

—Somos amigos, pero Adeena me parece una chica hermosa con la cual podría salir tranquilamente.

—Ay, por favor —dice riendo y coloca su mano sobre el brazo de Marcus—. No hace falta que la ilusiones así, bombón.

Marcus hace una mueca y saca su mano, haciendo que ella titubee con su sonrisa de lado.

—Soy Marcus, y no era mentira lo que dije. Con permiso que vamos a llegar tarde.

Marcus coloca su mano en mi cintura y me saca de ese lugar sin dejarle lugar a una respuesta.

—¿Con eso trabajas?

—Mi jefa.

—Con razón le dicen la bruja.

—Y eso porque no escuchaste lo que me dijo minutos antes que llegaras.

—¿Antes que la insultaras? —pregunta divertido abriéndome la puerta de su auto.

—En mi defensa, me dijo que mi pelo parecía paja y que me ponga rubor porque parezco muerta.

Abre los ojos con horror y asiento para sentarme. Antes de cerrar la puerta, habla.

—No la escuches, eres preciosa siempre.

Cierra la puerta y me quedo paralizada por sus palabras.

Sin evitarlo mi corazón da un vuelco y siento mi cara caliente.

Cuando va a su lugar, no dice nada, pero noto que retiene una sonrisa mientras comienza a conducir al Hospital para ir con Isaac.






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Je ne peux pas te supporter, tu es le pire patron que j'aie jamais eu de ma vie = No te soporto, eres la peor jefa que he tenido en mi vida.

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