Aroma a Libros

Capítulo 26

Adeena:

Largo una carcajada cuando Nate se queda impactado al leer la parte en la que el protagonista le mete mano a la protagonista y es bastante explícito.

La cara de Nate no tiene precio alguno.

—No sabía que podían ser tan, tan, tan, explícitos.

Dejo de reír y limpio una lágrima.

Estamos en mi casa, en el sofá. Está leyendo un Fanfic de Wattpad.

—¿Nunca habías leído uno así?

—Empecemos porque nunca leí un Fanfic y no, nunca —me mira sorprendido—. ¿Tú sí?

Asiento mordiéndome el labio inferior, aguantando una sonrisa y con las mejillas encendidas.

Abre los ojos con sorpresa a la vez que se pasa la mano por el pelo, aun impactado, haciéndome reír de nuevo.

—Deja de reírte.

—Lo siento, es que tu cara fue genial al leerlo.

Ríe y sus mejillas se sonrojan. Me acerco y pincho su cachete.

—Te sonrojaste —le digo haciendo que se sonroje aún más—. Ahora más.

—¡Déjame! —dice divertido, toma mi muñeca y tira de ella haciendo que termine arriba de él—. No ayudas.

Terminamos acostados en el sofá, conmigo encima. Me acomodo y apoyo mis codos a los lados, viéndolo.

Me sonríe y pasa sus dedos por mi mandíbula suavemente.

—¿Quieres ser mi novia?

Su pregunta no me sorprende.

Nate me gusta, pero Marcus también.

Pero no voy a sufrir por un chico que no sabe lo que quiere, que sigue con la novia y me rechazó, aunque me dijo que no le gusta ella.

Nate es dulce, me siento cómoda con él, me hace reír. Pero lo más importante, me valora y sabe lo que quiere, a mí.

No voy a perder tiempo en alguien que no sabe lo que quiere y me confunde, a alguien que me tiene dando vueltas. Cuando puedo estar con alguien que me hace bien y quiere estar conmigo.

Y yo quiero estar con él.

Así que, olvidándome de Marcus, le sonrío a Nate y beso castamente sus labios para verlo.

—Sí.

Su sonrisa se ensancha y me besa.

Le sigo el beso, sus labios se mueven suaves sobre los míos, besándome con delicadeza y dulzura.

Lleva sus manos a mis piernas, haciendo que esté a horcajadas y él se pueda sentar. Me levanta haciendo que enrede mis piernas en sus caderas, gimiendo sobre su boca cuando su erección choca contra mi entrepierna, haciendo que sus manos se cierren con fuerza en mis muslos. 

Camina hacia la habitación y cuando me deja con delicadeza sobre la cama y la ropa comienza a sobrar, me dejo ir por las bonitas sensaciones que me hace sentir Nate.

27 de abril, 2020

Adeena:

Me sentí bien al despertarme junto a Nate, desayunamos y luego yo quise volver a la cama ya que le reproche que me dejo con las ganas por muchos días.