Capítulo 51

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2 de septiembre, 2020

Adeena:

No fue a despedirnos en el aeropuerto. Bueno, a mí no, ya que de sus padres y Helen se despidió en su casa y a Noah y Sierra les mandó un mensaje.

Quise llamarlo, pero cuando lo hice no respondió.

Veo por la ventanilla con un nudo en la garganta. No puedo leer el libro que sostengo, tampoco puedo contestarle a Helen cuando me habla francés.

—Mira esta foto —me enseña Sierra su cámara, la miro de reojo y asiento.

—Hey —me llama Noah a mi lado, volteo a verlo—. ¿Qué sucede?

—¿Estás mal por la pelea con mi hijo? —me pregunta Dakota dándose la vuelta en el asiento adelante mío, frunzo el ceño—. Él me contó que pelearon.

—¿Dijo pelea? —pregunto esperanzada.

Hace una mueca y sé que no fue lo que le dijo, prefiero no preguntar si les dijo que terminamos, no quiero saberlo, no quiero escucharlo, porque rompería en llanto.

Prefiero guardar silencio y seguir en mi mundo, porque si hablo, sé que acabaré llorando.

—Todo va a estar bien —dice Noah mientras coloca su brazo alrededor de mis hombros para atraerme a él y abrazarme.

Siento una espina en el pecho, pero trato de volver a leer la misma página que no estoy pudiendo leer hace media hora.

Como no puedo, decido cambiar de rumbo mis pensamientos.

—¿Te arreglaste con Lisa? —le pregunto y hace una mueca rara.

—Algo así, hice lo que me dijiste, pero como pude. Esperé a que sea de noche, coloque en mi teléfono una imagen de un estéreo y puse una de sus canciones favoritas —río y sonríe—. Luego de un rato en su patio...

—Alto —digo confusa—. ¿Cómo estabas en su patio?

—Puede que haya trepado para entrar...

Lo miro atónita y sonríe.

—No lo puedo creer.

—Ella tampoco, creo que fue más por eso que salió y me escuchó.

—¿Entonces?

—Me dio otra oportunidad, le dije que quería hacer las cosas bien. Citas, salidas, charlas nocturnas y esas cosas cursis que a las chicas les gustan —río volteando los ojos ya que Noah es todo menos eso, pero es lindo que lo haga por ella.

Me quedo escuchando las ideas que está planeando hacer con ella, para ganarse su perdón e intentar algo más y creo que no es consiente que está enamorado ya que él solo dice que le gusta y nada más.

Admito que cuando aterrizamos quise mandarle un mensaje a Marcus, pero sé que no va a contestar y eso hizo que tuviera que aguantar las ganas de llorar.




5 de septiembre, 2020

Adeena:

Estos días se suponen que deberían ser hermosos y felices y solo me la paso en la cama lamentando todo, pensando en lo estúpida que fui y en que Marcus tuvo razón todo el tiempo.

Tomo mi celular y me fijo cuándo sale el próximo vuelo de vuelta a casa.

Mañana por la tarde, mierda.

No digo nada, solo armo las valijas para mañana tomar el primer vuelo a mi casa y arreglar las cosas con Marcus.



Marcus:

Recuerdo lo que ayer me dijo Logan en la oficina cuando me llevó café.

"—Ex cuadrado, no sé qué pasó entre ustedes, pero en serio espero que lo arreglen.

—¿Por qué tan preocupado porque lo hagamos?

—Porque nunca has visto a ninguna otra como la ves a ella. Algo así no debe durar poco."

Y tiene razón, nunca vi a ninguna otra como la miro a ella, porque nunca sentí por ninguna otra lo que siento por ella.

Tan... intenso y... arrollador que duele pensar que de verdad terminamos.

Me paso la mano por la mandíbula, sintiendo la barba ya muy crecida, estoy durmiendo demasiado mal y mi cabeza no para de recordar lo que le dije a Adeena.

Joder, me dije que si lo decía tranquilo iba a entenderlo, pero me enojó verlo en su puerta y se fue todo a la mierda.

¿Terminé con ella? ¿En serio?

Me paso una mano por el pelo, tirando de él, frustrado y enojado conmigo.

No quiero terminar con ella. Mierda, nunca voy a querer eso.

Puse música para tratar de despejar mi mente, pero suena Used to this de Camila Cabello y maldigo cuando todos los recuerdo invaden mi mente, deseando retroceder el tiempo y cambiar mis palabras.

Veo nuestra fotografía frente a la cama, veo su sonrisa y su lindo cabello castaño corto con suaves ondas alborotado por el viento, paso una mano por mi pecho, tratando de quitar la mala sensación y desvío la mirada para no torturarme tanto.

Veo uno de sus libros en la mesita de noche y su lámpara con luz tenue para no molestarme cuando duermo acostado sobre ella mientras se queda leyendo.

Me acuesto en la cama, mirando el techo pensando en qué hacer. Pero todos mis pensamientos se nublan cuando me llega su aroma, volteo y tomo la almohada para pegarla a mi pecho, sintiendo cómo quedó impregnado a esta.

Siento ese aroma... ese aroma a libro que me recuerda a ella y mi pecho se comprime en una presión que no había sentido antes.

Joder, cómo la extraño.

No sabía que alguien podía afectarme tanto hasta que ella llegó a mi vida.

Pensé que alguien no podía meterse tanto en mi piel, hasta que la conocí y se metió en cada centímetro de mi piel como si fuese un tatuaje.

Un tatuaje que no se puede quitar. Y no quiero quitar.

Tengo que arreglar esto. Tengo que decirle que no quise terminar con ella, que seguimos juntos.

Tomo mi celular, pero un pensamiento me viene a la cabeza, un impulso.

No sé si es correcto... Tengo cosas que hacer...

A la mierda.

No pienso y lo hago. Presiono pagar y me levanto para hacer las valijas ya que en dos horas sale el vuelo a Francia.

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