Capítulo 24

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Adeena:

Como pretendíamos. Luego de incontables tragos. Terminamos borrachos, incluso Marcus.

Ya no sé qué hora es. Sólo sé que Noah toma mi mano y me da una vuelta mientras suena buena música.

—¿A dónde vas? —me pregunta riendo.

—Tengo sed —asiente y sigue moviendo sus brazos de manera extraña bailando, lo que me hace reír.

Voy a la barra y una chica me pregunta qué quiero.

—Joder, creo que es momento de tomar agua —dice Marcus colocándose a mi lado.

Me quedo viéndolo, tiene una fina capa de sudor por la frente y el cuello. Su pelo negro está desordenado, con mechones de este cayendo por su frente, sus ojos verdes brillan y su sonrisa es genuina.

—¿Qué? —me pregunta cuando voltea a verme y niego viendo hacia adelante.

—Sólo pensaba.

—¿En?

Nos dan agua. Tomo del vaso mientras lo miro.

—Nada que deba preocuparte —le digo volviendo a dejar el vaso en la barra.

—Uy, qué buena canción —dice moviendo la cabeza al son de Call You Mine de The Chainsmokers.

—Bebe Rexha tiene una hermosa voz —le digo y asiente.

Estoy por darme la vuelta y volver a la pista, pero Marcus toma mi mano y me detiene.

—Espera.

Volteo a verlo, no me suelta.

—Creo que el alcohol que ingerí me da la valentía para decirte esto... pero... —mi corazón se acelera tanto que debo sentarme— joder, no escuches lo que dijo Zoey, fueron puras estupideces, de verdad.

Siento cómo el alcohol se va de mi organismo al escucharlo.

—No pasa nada.

Tengo la sensación de querer irme, así que vuelvo a levantarme, pero él vuelve a detenerme.

—Ade... —lo miro y sus ojos conectan directos con los míos—. De verdad, ella no tenía razón en nada de lo que dijo, te ves... —suspira bajando la mirada, hasta que vuelve a mirarme—. Deslumbrante, preciosa, de verdad y no es solo el vestido, eres tú.

Mi respiración se corta y definitivamente la borrachera se me pasó como no pensé que podía llegar a pasar.

—Estás borracho, Marcus, no sabes lo que dic...

—Sí lo sé —me interrumpe—. Lo sé porque no podía quitar mis ojos de ti y, mierda Adeena, no me había puesto duro tan rápido antes.

Mis ojos casi se salen de mi cara por sus palabras.

—Marcus, detente.

Tira de mi mano hacia él, quedando muy cerca y suspira acariciando mi cabello.

—Tienes un bonito cabello.

—Y tú tienes un olor a alcohol impresionante.

Ríe y asiente mientras desliza la mano que acariciaba mi pelo hacia mi brazo, haciendo que retenga un suspiro, pero no puedo controlar que mi piel se erice.

—Al principio te dije eso porque cuando me dijiste que no se lo decías a muchos, me sentí especial...

Sé que habla de Isaac, pero las palabras no salen de mi garganta, no puedo decir nada mientras desliza de arriba abajo sus dedos por mi brazo.

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