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Sus manos eran cada vez mas hábiles desde que comenzó a jugar este videojuego, era de las pocas cosas que lo distraían de su ajetreada agenda; esto y la interesante ola de incertidumbre que Yibo le había inyectado a su vida.

-¡Listo, llegamos! -YiChao parecia cansado.

-No es necesario que entres, Yibo debe estar esperando, puedes irte a casa.

Se despidió de su manager y de su chofer en el estacionamiento del restaurante japónes donde quedo de encontrarse con su amigo.

La hosstes lo acompaño a la habitación privada que habían reservado para comer con mayor intimidad.

-¡No vas a creer lo que me paso anoche! -entró al lugar muy animado.

Ya quería contarle a Yibo el como casi era descubierto estudiando por el ratón que tenía como hermano.

-¿Qué te ocurrió?

-...

Su abrigo y el pequeño bolso deportivo que traía consigo cayeron de sus manos.

-Ven -Luo Yunxi se incorporó del suelo y se acercó a él, lo tomó de la mano y lo guió hasta su asiento -ordené la comida en cuanto llegué, espero no tarde en traerla.

El hombre delgado se sentó junto a él mientras le servía un trago de sake.

-Toma, esto te ayudara a relajarte... y ahora -con cada palabra se acercaba mas a él -¿qué ocurrió anoche?

-¿Qué... haces aquí?

-Vine a entregar tu abrigo, y la verdad quería volver a comer contigo pero esta vez sin toda esa gente a nuestro alrededor.

Su cara se oscureció.
 
Tenía pensado dejar pasar la deuda de Yibo, pero luego de esto le cobraría el doble por concepto de intéreses.

Su estomago gruñía por el hambre, comería ya decidiría luego que hacer con el hombre que actuaba mas como una esposa extremadamente atenta.

Afortunadamente la comida no tardo en llegar, evitó a toda costa involucrarse de mas con Yunxi en esta cena, su abrigo no estaba por ningun lado por lo que tampoco lo rechazó de lleno.

Al final de la noche su estomago estaba tan redondo debido a toda la comida que ingirió que le costaba respirar, aun no sabía quien pagaría la cuenta, este lugar era costoso, así que si en su tarjeta de crédito se reflejaba un gasto estrafalrario sería otra cosa mas que cobrarle a Yibo.

-¡Comí demasiado! -sentía la necesidad de soltar el botón de su pantalón, claro que no lo haría con Yunxi a su lado.

-Pobrecito -sonaba mas como si le hablara a un bebé -¿no habías comido nada en el día?

Una mano comenzó a sobar su abultado estomago, algo le decía que no era con buenas intenciones.

-Algunas cosas, grabé un programa de variedades.

Terminaba de decir esto cuando una boca ya se estaba paseando por su cuello y aquella mano ya empezaba a acariciarle el pecho. Comenzó a reír por las cosquillas que aquellos labios le provocaban, quizá era por el alcohol, pero el ser mimado después de comer no estaba tan mal.

-Reservé una habitación en el hotel de al lado.

Feiyu escupió el trago de sake que recién había probado.

-¡¿Por que hiciste eso?!

-Por que quiero estar contigo.

-...

Sus latidos se aceleraron.

-¿Qué pasa?, ¿estas asustado? no te preocupes, voy a guardar el secreto, Yibo me lo contó todo.

When You CryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora