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Su vista era borrosa por recién despertar, estaba sentado a un lado de la cama con las piernas en posición de mariposa, a su lado estaba el delgado cuerpo que cada día pesaba menos, a parte de querer consentirlo un poco, su intención inicial era comprobar si lo que sintió al cargarlo en el cementerio era real o una falsa ilusión, al sostenerlo de nueva cuenta, cuando llegaron al departamento, se percató que en realidad Xiao Zhan si pesaba menos que la última vez que lo cargó de esa manera, tenía buena memoria corporal y sabía que cuando iniciaron sus relación había unos cuantos kilos de mas en este cuerpo.

Debido a los movimentos normales que hace un cuerpo al dormir, la pijama de Zhan estaba algo desordenada, se podia ver con claridad el abdomen que ahora era plano, al parecer el medicamento ya había hecho su trabajo y cosiguió hacer que la inflamación bajara. Esto, en lugar de alegrarlo, lo asustó, ahora podía ver las costillas bien marcados sobre la piel, no era nutriologo o cualquier especialista de salud, pero sabia que si tus costillas quedan asi de expuestas no es bueno, Xiao Zhan siempre fue delgado, pero nunca sobrepaso los límites. Debido a las costillas, el hueco en el abdomen era mas visible y causaba una visión espantosa; decidió cubirlo con las mantas, no queria seguir atormentandose con esto, lo mejor era hacer algo al respecto; lo llevaría a comer algo delicioso y rico en nutrientes en cuanto despertara.

Salió a la cocina para prepararle un té caliente.

-Buenos días -el tio lo saludó en cuanto lo vio cruzar la puerta.

-Buenos días.... -se sorpendió por ese saludo -¿No vas a preguntarme que hago aquí?

-Ustedes dos son tas ruidosos que este viejo no pudo dormir bien anoche.

-¡No malinterpreres, tuve que llevarlo al hospital, no paso nada!

-...

-Te lo digo de verdad, no... paso nada... -sus orejas estaban rojas por la verguenza.

-¿Hospital? -la cara del tio mostró de inmediato preocupación.

-Si... pero ya esta mejor, no te preocupes, me asegurare de que no vuelva a pisar urgencias... por cierto ¿puedo ser un poco indiscreto contigo?

-¿Qué pasa?

-Ya que has estado con él unos días... ¿ha estado comiendo bien?

-No, el viejo dejó a un lado su taza de té, hace todo menos comer, he intentado que ingiera mas pero no es un bebé, no puedo obligarlo y meterle a fuerza la comida a la boca.

-El doctor de urgencias no mencionó nada sobre su peso... ¿crees que exagero al preocuparme?

-Los médicos en urgencias tienen docenas de pacientes por noche, ¿crees que les importa algo mas que la emergencia del momento?

-Tienes razón.. ¿qué podemos hacer?

-A mi no me hace mucho caso, pero contigo podriamos tener avances, creo que dejó de comer al estar preocupado por su discusión, así que ahora que se arreglaron puedes incitarlo a comer mas... ¿se reconciliaron... verdad?

-Si... creo que si.

-¿Crees que si?

-Si... estoy seguro que si, vamos a comer fuera -agregó intentando desviar el tema.

-Esta bien, a veces salir a distraerse es bueno para el apetito.

-La invitación también es para ti.

-No quiero ser quien sobre en la mesa.

-Nada de eso, vamos, sera raro dejarte aquí solo.

-Esta bien, ve a despertarlo.

When You CryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora