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Su corazón dio un saltito al escuchar la puerta cerrarse.

-¿Esta todo bien? -Yibo preguntó con un tono de preocupación.

-¿Por qué siempre preguntas eso?

-El tio se marchó de casa y me aseguró que estaría contigo... ¿lo esta?

-¿Piensas que lo dejaria dormir en la calle?

-... -Yibo contrajo sus labios, intentando no hablar.

-Aún no me perdonas por eso, esta bien -tomó asiento frente al escritorio de cristal de Yibo -he visto mas escritorios el día de hoy que en toda mi vida -pasó su mano sobre la superficie relusiente y en extremo limpia ¿acaso nadie lo usaba?

-No soy él que debo perdonarte, no fui yo el que terminó en una situación difícil aquella vez.

-Lo se, pero creí que saldría adelante; siempre mostró una imagen de fuerza y rudeza, gritando y mostrando sus dientes como una bestia salvaje, me pregunté -la mano seguía analizando por medio del tacto aquella superficie reflejante por la que observaba a la persona que tenía delante -si sería capáz de usar toda la energía de resentimiento que vertía todos los días sobre mi para salir de ese problema, si era tan bueno insultando y malagradeciendo a su único hijo entonces tendría las agallas de salir al mundo a enfrentarlo con un par de piernas rotas.

Levantó la mirada cuando vio la imagen consternada de Yibo a travez del cristal.

-Ambos se hicieron daño -luego de un tiempo, el que debio usar para asimilar sus palabras, Yibo habló -espero de verdad que ahora que esta contigo puedan limar asperesas.

-Sabes bien que lo de mi padre no es una simple aspereza... -suspiró con cansancio -pero no debes preocuparte, hemos hablado, y aunque algunas cosas se han aclarado es difícil para mi comprender la versión de mi padre, ya que todo lo que tenía hasta ahora era la de mi madre, no es sencillo romper la imagen que te has construido de una persona a travez de 30 años...

-Hay suficiente tiempo por delante.

Como lo había hecho tiempo atras, nuevamente Yibo cobijó sus manos debajo de las suyas, tomandolas con fuerza y afecto.

-¿Recuerdas lo que me confiaste de tu papá?.. si volviera, si por alguna extraña razón tocara el día de mañana a tu puerta ¿serias capáz de perdonarlo?

-¿Perdonarlo... por abandonarme? No puedo darte una respuesta ahora, pero me gustaria verlo, mirar el rostro que jamás he visto, invitarlo a comer y preguntarle por que lo hizo, que es lo que ha hecho todos estos años, quiero saber, mis dudas y el querer aclararlas ocupan mas espacio en mi cabeza que los rencores, no puedo odiarlo, no sin saber porque lo hizo, simplemente no puedo.

-Y ahora que sabes por que abandoné a mi padre ¿me odias? -la pregunta al final se dijo en un tono mas bajo, casi susurrante.

-No... hay quienes... puede que opinen distinto, pero tu padre supo siempre lo que te orilló a cruar de esa manera, se molestó al principio, pero nunca te odio, cuando se dio cuenta de que te habías marchado lejos de él su preocupación pudo mas que su rencor, pasaba días enteros mirando a la calle, esperando verte aparacer por ahí mostrandole tu linda sonrisa y diciendole que habías dejado a Johnny... -sus manos sintieron una presión -el corazón se nos cayó al suelo cuando nos enteramos de que Johnny había vuelto al país y no estabas con él, ¿sabías... que tu padre fue un mes entero a pararse fuera de las oficinas de Industrias Huang a espera de hablar con Johnny?

El pinchazo de culpa en el corazón que hace meses no sentía volvió a atacarlo, pero estaba seguro que esta vez era mas potente ya que dolió mucho mas.

When You CryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora