-¿Dónde te habías metido? -su padre tuvo que preguntar al notarlo tan callado.
-He estado en varios lugares.
-El desgraciado de Huang regresó hace un tiempo, ahora esta comprometido con esa pobre niña, ¿me pregunto si esta enterada de la clase de basura que es ese tipo?
Guardaba silencio, esperando que su té se enfriara un poco.
-Hace tanto que deje de esperar noticias tuyas, la verdad es que los primeros meses estuve muy ansioso debido a ti, todos los días le preguntaba al guardia de la entrada de la pensión si había algun mensaje para mi, pero supongo que tu felicidad te hizo olvidarte de este viejo estorbo.
-Tenía miedo -dijo soltando un suspiro al final.
-¿De qué?
-Que alguien supiera donde me encontraba, por eso no volví a ponerme en contacto contigo.
-¿Miedo, dices? Que me dices del miedo de un padre al saber que su hijo siguió a un hombre tan duro que fue capáz de abandonar a su prometido solo porque este estaba enfermo; si ese tipo de cosas le importaban mucho no quería ni imaginar lo que te haría si llegaras a enfermar o a defraudarlo de algun modo, ¿quien iba a responder por ti si ese loco te hacía algo?
Trato de pasar saliva, dio un sorbo a su té y dejo con suavidad la taza sobre la mesa.
-Nadie, aunque hubiera permanecido en China tu no habrías hecho nada; desde que mamá murió te dedicaste a echarme en cara todos mis errores y los de ella.
Estas palabras que estaban guardadas muy dentro de él, por fin eran liberadas.
-Siempre quise escuchar tu respuesta al porque me dejaste en ese asilo sin dinero, ahora que la escuché creo que podría arrollarme un autobus y estaria tranquilo.
-¡Tsk! -chasqueo los dientes -Lo dices como si no lo supieras ya.
-Lo sabía, pero queria escucharlo de tus labios, del mismo modo que yo le dije a tu madre el porque me aleje de ella; nunca la dejé de amar, pero una barrera se levantó entre nosotros y no supe como romperla, ella tampoco hizo mucho para lograr que volvieramos a ser los de nuestra juventud.
-Sal de esta casa, no quiero estar en deuda con él.
-¿Quién dijo que tú le debes algo? Si alguien debe pagar ese seré yo, ni Wang Yibo ni este viejo esperamos nada de ti, si esa era tu preocupación entonces vete con la certeza de que no estas obligado a nada y que ninguno de los dos te reprocharemos algo, las cosas estan hechas, las heridas sanaron hace mucho; no quieres un perdón, no buscas redencion, ¿entonces? Ve y vive tu vida como te plazca igual que lo has hecho estos diez años.
Al oír esto Zhan tomó su bolso de trabajo y se levantó dispuesto a irse, apenas había dado un par de pasos cuando frente a él apareció un hombre alto, fuerte y que le costó reconocer en un instante.
-...
-¿Cuándo llegaste? -el viejo se acercó.
-Hace un momento.
Wang Yibo se retiraba su abrigo y lo colocaba en el respaldo de una de las sillas que segundos atras estaba ocupada.
-Me voy -se apresuró a decir.
Le tomó un rato recuperarse del asombro de ver a Wang Yibo con un aura de madurez rodeandolo.
-Espera -este hombre maduro le tomó del brazo -Hablemos, vamos a otra parte.
-Dejalo, ya he arreglado las cosas.
-Vamos -Yibo ignoró al tio -Hay un café cerca de aquí, es tranquilo y discreto.
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When You Cry
FanfictionCuando la vida te da segundas oportunidades debes aprovecharlas.