Desayunaban en silencio, no había muchos temas de conversación que no los llevara a discutir, lo mejor era sellar sus bocas para las palabras y usarlas para ingerir alimentos y no morir de hambre en este ambiente seco que se incendiaria con cualquier chispa.
Desde que tenía memoria solo tenía dos clases de recuerdos de sus padres, cuando parecian una familia normal y cuando sus padres actuaban como si estuvieran a un paso del divorcio.
-¿Has hablado ya con Yibo?
-No, y te dije que podías quedarte sin hacer nada, deja los platos, puedo lavarlos mas tarde.
Su padre lo ignoró y continuó fregando los utencilios sucios que se ocuparon para preparar su desayuno.
-Deja de hacer berrinche por que no te invitó a la fiesta de su hijo.
El agua caía mientras hablaban, habían pasado unos días desde la llegada de su padre y las conversaciones siempre estaban cargadas de tensión.
-Yo tampoco asistí y no me vez llorando en los rincones.
-Deberias estar molesto -deslizaba su dedo por el teléfono, aunque no prestaba atención a nada de lo que veía -has estado ahí para él tantos años y al final ni siquiera tuvo la decencia de invitarte, y a mi... a mi solo me ocultó del resto del mundo, como si se avergonzara de mi -había demasiado rencor inyectado en esa frase.
-No se averguenza de ti, te lo digo yo que experimente el verdadero rechazo.
-Siempre se trata de ti -dijo rodando los ojos -ya deberia estar acostrumbrado -botó el teléfono a un lado y empezó a despeinarse el cabello con los dedos para que el aire entrara hasta su cuero cabelludo.
Era verano y el calor era abrasador, tal vez hacía mas calor por estar discutiendo con su padre, pero no se detendría a analizarlo.
-Soy mas viejo y por lo tanto se de lo que hablo, mirame -se puso frente a su hijo secandose las manos -soy tan feo que tu madre me ocultó de sus amigos, de sus padres y hasta de las personas que no eran cercanas a ella como sus compañeros de escuela y sus vecinos en el dormitorio de la universidad.
Zhan continuaba despeinandose el cabello con sus largos y delgados dedos.
-Ella era hermosa, tan delgada y elegante, se movía entre los pasillos con una gracia digna de una princesa, pensé que no tendría oportunidad debido a mi apariencia y mi posición, sin mencionar que a mis casi 30 años apenas había igresar a la universidad, mis puntos a favor no hacían mas que restarse, ella solo me miró cuando se dio cuenta que ningún hombre de la alta sociedad se arriesgaría a tomarla como esposa, era una chica pueblerina y aunque era hermosa carecía del nombre de una buena familia, jamás lograría pertenecer a la alta sociedad como siempre soñó.
-¿Por qué me dices esto?
-Eres idéntico a ella, te dio toda su belleza y gracia, en cuanto naciste se que suspiró de alivio al ver que te parecias a ella y no a mi... puede que yo también me alegrara; el punto es -su padre retomó la idea original -es que se perfectamente cuando se averguenzan de ti, y creeme que ese no es el caso con Yibo.
-Parece que solo veniste a abogar por él.
-En parte, quiero que entiendas que actuas de manera infantil para tu edad, sus amigos lo sabían, yo lo sabía, te aseguro que si sus padres vivieran tambien lo sabrian, ¿qué mas querías? ¿qué fuera pregonando con cada persona que conocía lo que hacía con su vida privada?
Xiao Zhan se cruzó de brazos haciendo pucheros, igual que cuando era niño lo que le indicaba a su padre que en realidad seguía siendo un tanto infantil.

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When You Cry
FanfictionCuando la vida te da segundas oportunidades debes aprovecharlas.