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Al abrir los ojos se encontró en un lugar que no se parecía nada a su habitación o algun lugar de su casa, segundos después recordó que había pasado la noche en casa de Xiao Zhan, al ver resuelto su dilema volvió a cerrar los ojos, siendo un actor veterano con pocos trabajos podía darse el lujo de dormir mas de la cuenta. Volvió a abrir los ojos de golpe, se levantó con brusquedad de la cama y comenzó a retirar con agresividad y desespero las mantas y sábanas en las que durmió, palpaba el colchón buscando algo, o mejor dicho a alguien. Se llevó las manos a la cabeza y maldijo en voz baja, ¿cómo le explicaria a Xiao Zhan que el niño que dejó a su cuidado se había esfumado? Buscó debajo de la cama, en el baño, en la única otra habitación del departamento. Salió del lugar volteando a todos lados por si veía a Xiaowen derrumabado sobre el suelo de ese pasillo oscuro y que parecía mas largo de lo normal; subió y bajó escaleras de aquel edificio sin encontrar al pequeño bribón, llegó hasta el lobby del edificio maldiciendo, ahora si, en voz alta. Una mujer entraba por el acceso de cristal templado con sus compras matutinas, observó con detenimiento a Yunxi quien seguía aturdido, su expresión se fue suavizando hasta tornarse en una de felicidad absoluta.

-¡Tú eres Luo gege! Sabía que eres tú, ya te había visto antes pero no estaba segura y mejor no dije nada, cuando le cuente esto a mis amigos no van a creerme, ¿puedo tomarme una foto contigo?

La mujer bajó sus bolsas al piso y buscó de inmediato su teléfono móvil.

-Lo lamento tanto tia, estoy en medio de una crisis, normalmente soy muy amable con mis fans... ahora si me disculpa.

La mujer se mantenía frente a él sin perder su sonrisa, con el teléfono extendido -No me digas tia, tenemos la misma edad -dijo mostrando todos lo dientes sin perder esa alegria extrema.

-...

-Solo será un segundo, luego puedo ayudarte con tu problema.

-Perdón... ¿pero que edad tienes?

-37 -fuerte y claro.

Esa palabra atravezó el corazón y la yugular de Luo Yunxi. Esta mujer que lucía vieja y demacrada era un año menor que él. Se toco la cara con miedo pensando en si él se vaía así de viejo. Asustado, retrocedió un poco, intentó calmarse y sin saber que mas hacer le arrebató el aparato de la mano, la acercó hacía él abrazandola y tomando esa selfie que la mujer tanto buscaba.

-¡Gracias, gege! ¿en qué piso te estas quedando?

Dejó a la pobre mujer gritando en el lobby mientras huía subiendo por las escaleras. Volvió a la habitación y empezó a urgar en el lío de sábanas y mantas que estaban regadas por el suelo, buscaba su propio teléfono para informar a Zhan sobre su pequeña dificultad, pero en cuanto lo encontró se topó con unos cuantos mensajes y llamadas de una persona. Al abrir los mensajes cubrió su boca por el asombro que le provocó las noticias que estaba recibiendo. Llamó a al hombre encargado de informarle las malas nuevas y de inmediato se puso en contacto con el otro hombre cuyo nombre aparecía mas diez veces en el borrador que le habían enviado a Yunxi, debian armar juntos un plan para evitar que aquel árticulo rídiculo viera la luz del día.

Para el medio día, Yunxi había logrado armar un plan que llevaría a cabo cuanto antes; mientras aún tenía el airpod en la oreja afinando detalles con Yichao Zhan llegó a su departamento.

-Voy a colgar, Zhan Zhan llegó, me pondré en contacto contigo luego que suelte la bomba.

-¿Estas seguro que esto es lo mejor? -pregunto Yicjao del otro lado de la línea.

-Fue tu culpa que esto pasara, soy su amigo y como sus mayores tenemos la responsabilidad moral de ayudarlo -terminaba de decir aquello cuando Zhan ingresó a la habitación con una cara terrible.

When You CryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora