Joven amo

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Sebastian iba con prisa al baño, más que preocupado estaba un poco asustado por lo que su "amigo" demonio había insinuado antes. Bard no podía estar embarazado hace días que no lo tocaba de esa manera, no desde la luna de miel, por el mismo motivo de evitar un embarazo. Ya bastaba con tres niños de una sola vez para aumentar alguno o algunos más y sin contar que también les tocaría cuidar el bebé de su joven amo. Era demasiado para unos padres primerizos era traumatizante de solo pensarlo.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué vomitas? —Casi a manera de regaño le cuestionaba con el ceño fruncido cuando entraba al baño.

—Ehhh no me regañes... —Nervioso el rubio todo palidecido le respondía mientras se limpiaba la boca— Creo que vomité las tripas.

—Tú al menos tienes tripas a mi ya se me las comieron estos mocosos. —Murmuró Sebastian con sarcasmo— Bueno... Pero ¿Por qué vomitaste? ¿Estás embarazado o qué?

—No todo el que vomita está embarazado, solo me imaginé algo y me dio náuseas.

Sebastian lo miraba dudoso ciertamente ya pensando más calmado era imposible que estuviera embarazado, ya lo habría percibido si siempre mantenían un apego casi incondicional, estando juntos casi todo el día y noche ya lo habría notado.

—¿Qué te imaginaste? Tal vez a mi desnudo con este cuerpo todo deforme. —Con un puchero le insinuaba.

—No... Tu sensual cuerpo deforme es hermoso y me encanta verlo así que no es eso.

—¿Entonces...? —Me imaginé... —Cerraba los ojos tratando de formar la idea para expresarla en palabras sin que sonara tan enferma como la imaginaba.

—Dime de una vez.

—Es que... Si el bebé del joven amo se tomó ya sabes... Por eso se puso tan inquieto. — Titubeaba con un gesto de asco.

—¿La eyaculación de Anthony? — Trataba se aclarar el demonio perturbándose un poco por tal suposición, pues en si no lo había pensado— Eres bastante perverso querido mío.

Bard asentía con la cabeza sin borrar el gesto de antes.

—Si fuera así, nuestros bebés también lo han hecho y muchas veces. —Le susurraba el demonio con malicia solo para molestarlo, era gracioso verlo de esa forma.

—¡No digas eso! ¡Es asqueroso! Ya no tendremos sexo hasta que nazcan.

—Oye cálmate se supone que tu eres el que guarda la compostura y bueno si ya no lo hacemos buscaré quien me lo haga. —Murmuraba irónico Sebastian con una perversa sonrisa mientras se disponía a salir del baño— Limpia el baño antes de que salgas.

Ciel y Anthony veían al mayordomo sonreír perverso acercarse de nuevo a ellos después de esos pocos minutos que se ausentó al estar en el baño.

—¿Qué pasó? ¿Hay otro embarazo?

—No Anthony, no lo hay... Solo que Bard es un exagerado idiota. —Le respondía Sebastian mientras se acercaba a su amo que callado descansaba en la cama— ¿Está bien? Ya se ve mejor.

—Si ya me siento mejor solo quiero bañarme y después dormir.

Casi ordenó en un tenue murmullo como respuesta a la inquietud de su mayordomo, ambos demonios se miraban entre si porque no sabían a quien elegiría como respuesta a la inquietud de su mayordomo, ambos demonios se miraban entre si porque no sabían a quien elegiría para que le acompañara a tomar ese baño.

—Ya dejé limpio todo, está listo su baño joven amo. —Aparecía hablando Bard interrumpiendo el silencio tenso de la habitación.

—Quiero que Bard me acompañe en mi baño, ya dejen de verse así... —Les regañaba el joven mientras se levantaba despacio de la cama.

Ese demonio... Tendrá un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora