Pelea

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Tomados de la mano llegaban a la cocina con aparente mejor humor los dos, todos incluyendo las visitas los miraban.

-¡Que lindos los enamorados! -Expresaba con emoción Anthony mientras se les acercaba.

-Deja de molestar... -En un murmullo le dijo el demonio a su supuesto "primo". -Debemos comenzar la preparación de la cena.

Sebastian apenado se soltaba de Bard y se disponía a buscar las cosas que necesitaría para comenzar la cena.

-Señor Sebastian ¿le podemos decir algo? -Cuestionaba nerviosa Meyrin a unos pasos, el demonio curioso le miraba para que le hablara- Queremos hacer una cena especial para ustedes por su compromiso.

El demonio desvío la mirada a Bard creyendo que era idea suya, este sonreía nervioso negaba con la cabeza.

-Yo no di la idea... Pero no me parece mala idea... ¿Qué dices? -Tomándolo del rostro muy cariñoso con sus manos se lo pedía sutilmente, Sebastian al sentir que lo besaría frente a todos lo empujaba.

-Si así lo quieres... Le avisaré al joven amo primero...

-¡Si dile... Para que comamos juntos...! -muy emocionado Anthony exclamaba- Y tal vez me lo coma a él como postre.

En voz bajita susurraba, Sebastian lo alcanzó a oir y lo miraba mal.

-Pero el joven amo se fue, todavía no regresa...

Murmuraba Meyrin, recordando ese detalle el mayordomo se resentía desviando la mirada, muy deprimido todos se lo quedaban viendo confundidos parecía que lloraría pero no se imaginarían una vulnerabilidad de esa magnitud en él.

-Sebastian... ¿Vas a llorar? -Cuestionaba Bard un poco sorprendido pero a la vez enternecido al verlo así se le acercaba pretendiendo abrazarlo.

-No... Claro que no... Es que la cebolla me hace lagrimear...

-Pero no estás picando cebolla solo la sacaste...

-Está muy fuerte sin picarla... -Con un puchero le decía y le lanzaba con fuerza la cebolla a la cabeza.

-Ayyy Sebastian eso dolió... -Se quejaba el rubio sobándose la cabeza con mala cara.

-Te dije que estaba fuerte... -Notando su propia ridícula actitud recordaba las palabras de sus amigos que frente suyo se contenían la risa al verlo actuar así.

Apenado salía de la cocina en silencio se suponía que el podía controlarse para no dejar aflorar sus emociones pero al parecer era difícil hacerlo en su actual estado.

-Sebas... Espera... -Le seguía el cocinero por el pasillo- No me dolió tanto el cebollazo... No te pongas así

-No es por eso... No seas idiota.

El rubio lo alcanzaba por detrás apretaba su cintura para detenerlo.

-Eso fue extraño... Ponerte así por el joven amo... Debería estar celoso pero me parece tan lindo verte así, me excita un poco tu mirada llorosa -Un poco provocativo le hablaba el rubio restregándose a su cuerpo.

-Eres más idiota, no debería provocarte de esta forma... -Sonrojado el demonio le hablaba con molestia pero tampoco se le apartaba más bien parecía disfrutar de ese roce- Ngh... Vamos a la habitación...

Los dos iban de prisa a su habitación donde darían rienda suelta a sus más bajas pasiones.

-El señor Sebastian y Bard se están tardando... -Murmuraba preocupado Finny en la cocina junto a todos ahí reunidos esperaban que la pareja llegaran para seguir con los planes- Deben estarse peleando muy fuerte...

Ese demonio... Tendrá un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora