Ese demonio... Tendrá un bebé

Celebración

El molesto mayordomo veía como de nuevo su cocinero se marchaba a abrir la puerta mientras escuchaba a Soma refunfuñar con ese hombre que lo había regañado.

-¡Ciel no es tuyo! -Con enojo el hindú le reprochaba sin soltar al conde quien trataba de zafarse del agarre.

-Pronto lo será... -Jactancioso el demonio le respondía mientras le sonreía coqueto a Ciel que muy sonrojado lo miraba con odio.

-¡No soy de nadie...! -Exclamaba el conde con molestia pero avergonzado.

-Amo Soma... Siéntese, venimos a celebrar una buena noticia no a enojarnos. -Agni en un tono suave le hablaba con una sonrisa trataba de calmarlo y lo guiaba a su asiento.

Sebastian desviaba la mirada ante toda esta situación muy incómoda a la vez se sentía tan inútil al no ser el quien atendiera las visitas pero su amo le había ordenado esa noche disfrutar de la velada.

-¡Buenas noches! -Era el alegre saludo que resonaba en el comedor cuando una niña era cargada por su mayordomo. -¡Estamos muy felices con esta noticia!

-¿Joven amo le contaste a todos?

-Solo a nuestros más cercanos...

Con una falsa sonrisa le respondía Ciel viendo como la niña que acababa de llegar miraba a esos hombres que no conocía, se le acercaba sonrojándose un poco para comentarlo.

-¿Quienes son ellos? -Le cuestionaba curiosa Sullivan en voz baja.

-Unos familiares de Sebastian.

-Ahhh por eso son tan guapos. -Murmuraba sonrojada pediendo a su mayordomo que la sentara cerca de ellos.

-¡Buenas noches... Escuché que alguien va a casarse y quería saber quien es...!

Era la voz de Lau entrando también por la puerta sorprendiendo al demonio quien volteaba a mirar a su amo, Bard que entraba también notó el evidente malhumor de su querido mayordomo se acercaba a calmarlo.

-Conde ¿Es usted quien va a casarse?-cuestionaba el chino acercándose a este le sonreía traviesamente.- ¿Con la niña de pies chiquitos?

Señalaba a Sullivan que recién se sentaba.

-¡Claro que no!

-Usted si que ha sido todo un mujeriego y a su edad... Dejó a la ñiña de cabellos dorados por una niña menor de cabellos oscuros. -Lo molestaba Lau, la niña al otro lado de la mesa los miraba no entendiendo que decían por no escucharlos bien.

-¡Yo no me voy a casar con nadie...!¡Nunca! -Alegaba en un grito el conde con molestia y muy sonrojado.

-¿Cómo que no? -Se escuchaba la voz de una joven que parecía estar rodeada de un aura oscura.

-¡Lizzy!

-Y esa niña ¿quien es? -Con mala cara Anthony le cuestionaba mirándola al ver como posesiva se acercaba al conde.

-Soy su prometida... -Le respondió ella.

Todos se quedaron en silencio al ver como ambos parecían desafiarse con la mirada.

-¿Podemos seguir con esta cena y acabar de una vez? No me siento muy bien. -Murmuraba malhumorado Sebastian.

-¿Te sientes mal? -Preocupado Bard le preguntaba tomándolo del rostro con sus manos muy cariñoso.

-Que me agarres así frente a todos no me hace sentir mejor. ¿Sabes? -sarcástico le respondía y se le apartaba.

Todos fijaban la mirada a la pareja que sutilmente parecían discutir, Lizzy fue a sentarse junto a Sullivan para conversar, olvidaba el breve altercado de antes con ese extraño hombre que estaba junto a su prometido.