Pasaron unos cuantos días desde que todos en la mansión Phantomhive se enteraron del inusual embarazo de Sebastian, quien con malestares y todo seguía en sus habituales labores.
—¡Déjame en paz! — Era la molesta expresión del mayordomo al cocinero — No puedo ir a dormirme con todo lo que hay que hacer.
—Pero estás pálido... Ve a descansar nosotros nos ocupamos... —Bard con el ceño fruncido trataba de convencerlo pero solo parecía alterar más al demonio— Iré a decirle al joven amo ya que a él si le haces caso...
El cocinero salía con prisa de la cocina directo al despacho del conde, tras suyo caminaba el mayordomo para detenerlo.
—Ustedes de nuevo... —Cansinamente Ciel murmuraba al ver a la pareja discutir en la puerta de su despacho.
—Es que joven amo... Su mayordomo se siente mal y no quiere descansar.
—Estoy bien... Me aburro estando en la cama sin nada que hacer... —Alegaba con molestia el mayordomo.
—Ahhh pues que Bard te haga compañía, así no te aburres... ¿No? —Con picardía el conde insinuaba esbozando una traviesa sonrisa.
—Ehhh no... En horas de trabajo no podemos hacer esas cosas... No logramos concentrarnos. —Apenado el cocinero murmuraba mientras sonreía nervioso.
—Igual no quiero estar contigo... Me duele todo el cuerpo hasta el trasero.
—¡Sebastian! No digas eso en frente del joven amo... Además de qué te duele sino me has dejado tocarte estos días... ¿Has estado con alguien más?
—Es tan interesante como siempre escuchar las intimidades de su relación... —Murmuraba un poco avergonzado el conde— a todo esto un niño no puede nacer dentro de una relación no formalizada.
—No comience joven amo con eso... —Con el ceño fruncido le hablaba el demonio, era un tema que evitaba hablar frente a Bard porque presentía su reacción.
—No entiendo a que se refiere joven amo... Sebastian y yo somos novios... —Replicaba curioso el rubio levemente sonrojado.
—Si ya lo sé pero como un hombre religioso no puedo permitir que ese pobre niño nazca fuera de la sagrada ley del matrimonio.
—Lo que usted tiene de religioso... Yo lo tengo de heterosexual... —Con sarcasmo murmuraba el demonio sonriendo sutil, Bard no entendía a que se refería. A veces no solía entender las indirectas que tenían Sebastian y su amo eso lo hacia sentirse un poco celoso.
—En todo caso... Bard... Tu no has pedido la mano de mi mayordomo. ¿Cuando piensas hacerlo? —Con aparente seriedad el conde le hablaba pero se notaba como diafrutaba molestar de esta forma a su demonio quien lo miraba mal a unos pasos.
—Ehhh es que... —Murmuraba apenado el rubio en respuesta— Me da vergüenza y miedo, solo he pedido la mano de una mujer en mi vida y me rechazaron sus padres.
—Eso no sabía... —En un evidente murmullo celoso le reprochaba Sebastian— ¿y ella no te rechazó?
—No... Casi fue mi esposa pero se fue con otro cuando sus padres me rechazaron.
—Luego hablamos de esa novia tuya...
—Ahhh Sebastian que celoso eres... —Se le burlaba el conde al verle los gestos de celos— Bard... Pero no voy a rechazar tu petición de mano si lo pides bonito.
—A todo esto... ¿Por qué el tiene que pedir mi mano a ti? Tu no eres mi padre.
—Porque no tienes familia y como eres mi mayordomo, cualquier asunto contigo deben decirme a mi... No repliques que a Bard no le molesta ¿No? —Cuestionaba al rubio que se rascaba la cabeza nervioso.
—No me molesta joven amo...
—Así que vete Sebastian que Bard y yo hablaremos a solas...
—No pueden excluirme... —Refunfuñaba el demonio quien al notar la seriedad de su amo, salía del despacho con molestia.
—Bien Bard... Siéntate... ¿Qué quieres decirme?
—Ya sabe de que hablaremos joven amo para que quiere que se lo diga.
—Tu solo sigueme la corriente. —Con mala cara el conde le regañaba.
El cocinero quería entender un poco a su joven amo solo concluía que era solo un niño jugando a ser adulto, suspirando le seguiría el jueguito si eso lo complacía.
—Pues joven amo... Vengo a pedir la mano en matrimonio de su mayordomo, Sebastian Michaelis...
—¿Por qué debería dártela?
—Porque... Porque lo amo mucho y tendremos un bebé.
—¿Solo por eso? —Cuestionaba serio el conde.
—Si... ¿Hay algo más por lo que las personas se casen?
—Bueno por un apellido también y como tu no tienes uno... ¿Cómo sé que no te quieres casar por eso?
—Ehhh joven amo... No es eso... Y si tengo apellido sólo no me gusta decirlo.
—Está bien, voy a creerte pero para dártelo en matrimonio deberás cumplir con algunas condiciones..
Minutos después Ciel y el cocinero llegaban al jardín donde estaba Sebastian con los demás empleados arreglando unas flores.
—¡Sebastian, el joven amo me dio tu mano permitió que nos casáramos...! —Emocionado el rubio le contaba cuando lo estrechaba entre sus brazos.
—No me digas... —Sarcástico el demonio se dejaba agarrar mientras los demás se acercaban a felicitarlos.
—Awww tendremos boda... —Muy feliz Meyrin expresaba su alegría.
—¡Felicidades...! —Decía con una sonrisa el joven jardinero— Pero...
—¿Pero? —Cuestionaban todos con curiosidad.
—Pero... ¿Solo pediste la mano? ¿Por qué no lo pediste todo?
Todos sacudían la cabeza ante tan tonta pregunta, el joven apenado se sonrojaba casi poniéndose a llorar.
—Es una forma de decir ...—Snake murmuraba para calmar al rubio—Porque Bard ya se ha tomado de Sebastian más que la mano y sin pedirle permiso a nadie... Dice Emily
Sebastian al escucharlo iba a responderle pero una risa estruendosa se escuchó de repente.
—Piden tu mano sin un anillo... Eso no es buen augurio... —Hablaba un hombre aparentemente atractivo con ropas oscuras que se les acercaba.
—Que bueno que tenemos un anillo aquí... —Comentaba otro jugando en su mano con el anillo que le habían quitado al conde unos días atras.
Sebastian palidecía un poco porque no quería que esos tres demonios fueran a revelar su verdadera identidad, ellos en atractiva apariencia humana se acercaban al conde que con el ceño fruncido pedía su anillo que creyó perdido.
Todo parecía complicarse para el demonio embarazado que sutil sonreía pero por dentro moría de coraje, todo en su vida era como un vergonzoso sueño que se hacia realidad.
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Ese demonio... Tendrá un bebé
Hayran KurguUn embarazo repentino cambiará para siempre la vida del demonio mayordomo de la Mansión Phantomhive ♡ Bard & Sebastian ♡