La pareja de recién casados se alistaba para marcharse, vestidos informalmente y con maletas en mano salían discretos por la puerta trasera de la mansión al carruaje que habían destinado para este viaje.
—Ya le di las indicaciones a todos, confiaré en que no destruyan esta mansión en mi ausencia... —Murmuró con seriedad Sebastian mientras miraba al rubio que emocionado le sonreía— Aunque el mayor peligro me lo llevo conmigo.
—¿Eh? Solo reventé parte de la mansión una vez y fue por los intrusos esos del circo... Finny ayer hizo casi lo mismo y ni lo regañaste. —Con un puchero se justificaba algo resentido.
Sebastian sonreía un tanto divertido al notar esa actitud, al parecer la vulnerabilidad emocional era contagiosa, después de haber llorado su idiota esposo quedó más sensible de lo normal, abrazándolo aprovechaba para acariciarlo.
—Ehh... Sebastian... —Sonrojado Bard le hablaba sintiendo esas firmes manos tocar su trasero, apretándolo hacia que sus cuerpos se apegaran más en ese abrazo— Me alegra que estés entusiasmado por este viaje.
Sonreía nervioso pero emocionado a la vez el rubio cuando fueron interrumpidos por una pequeña tos.
—Joven amo... —Murmuró la pareja al verlo aparecerse frente a ellos junto a Anthony.
—Sebastian ¿Estás tanteando el terreno para la luna de miel? Se le burlaba el otro demonio.
—¿Pensaban irse sin despedirse de su amo?
—Claro que no... Ya íbamos a despedirnos— Dijo Sebastian con un poco de tristeza.
Necesito... —Amo y mayordomo dijeron al unísono, últimamente al parecer estaban más sincronizados que antes, solo sonrieron de forma incómoda al darse cuenta de ello.
—Debo hablar con usted un momento.
Insistió el mayordomo con esa amable pero fingida sonrisa suya, ambos se alejaron prudentemente de sus respectivos acompañantes.
—Sebastian... No hagamos esto tan dramático solo te irás dos días.
—En dos días pueden pasar muchas cosas, un par de horas que lo descuidé hace poco y me lo embarazaron. ¿Cómo no quiere que piense lo peor?
—No te me burles... —Con mala cara le reprochaba un poco avergonzado aunque ciertamente si tenía razón— Más embarazado no puedo quedar...¿O si?
—No... No lo creo... Pero por las dudas controle las hormonas y no se revuelque con ese idiota.
—De nuevo con las hormonas... Es un poco irónico que tu digas que me controle cuando hace unos minutos parecías querer hacerle cosas a tu esposo a la vista de cualquiera.
—Por eso se lo digo... Porque comprendo la situación.
—Bueno si me da la gana me "revuelco" con él y eso no debe ser de tu incumbencia —Al decir aquello el joven notó con una sonrisa de satisfacción como su demonio fruncía el ceño— No debes ponerte celoso... Pero piensa que lo haré solo por las hormonas ya que según tú, yo no tengo sentimientos.
Los dos se quedaron en silencio mientras eran observados por los otros a unos metros.
—Ellos son tan cercanos... ¿Cómo haces para no ponerte celoso? —Cuestionaba Anthony algo cizañoso al rubio que aprovechaba a fumar un cigarrillo.
—Confío en Sebastian, eso basta. —Respondió con una sonrisa intuyendo sus intenciones de molestarlo por la relación cercana de su esposo y al amo a quienes servían.
—Yo no quise decir eso... Lamento si lo sentiste de esa forma pero solo quiero protegerte de que ese idiota te lastime de nuevo —El mayordomo le hablaba con aparente sincero arrepentimiento mientras la mirada se le tornaba llorosa.
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Ese demonio... Tendrá un bebé
Hayran KurguUn embarazo repentino cambiará para siempre la vida del demonio mayordomo de la Mansión Phantomhive ♡ Bard & Sebastian ♡