Despedida de soltero

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En esa improvisada despedida de soltero la ronda de curiosas preguntas murió tajantemente con esa incómoda primera interrogante, que bien pudo resultar en una anécdota romántica que compartir pero por el nivel de perversión de los futuros esposos quedó solo como una vergonzosa confesión que los apenó pero causó gracia a los invitados que sonreían. 

Empezaron otros juegos más "normales" en esa noche como el de cartas, junto a bebida, música y una amena conversación todos parecían disfrutar la velada que pasaba sin mayor novedad. 

—Yo quiero ser el primer beso de Ciel... —Se escuchaba murmurar con un puchero a Lizzy a su amiga de menor de edad que ella al parecer más despierta en estos temas. 

—Pues hazlo... ¿Será verdad lo que dijo el anciano que si lo besas ahí abajo serán felices siempre?

—Ehhhh nunca le besaría ahí abajo —Muy sonrojada la rubia le replicaba tratando de no alzar la voz— A- Apenas si puedo besar su mejilla al saludarlo. 

Sullivan le miraba mientras se mordía la lengua para no contarle a su querida amiga que ella ya había tocado esa partea su prometido, no queriendo arruinar la amistad solo decidió callarse. Entonces el objetivo de esa velada para las niñas era robar el primer supuesto beso al joven conde Phantomhive por parte de su prometida. 

—Ya me aburrí —Murmuraba Sebastian al oído de su novio que jugaba cartas muy animado con los demás. 

—Ven a jugar con nosotros. —Sugería este con una sonrisa mientras lo miraba, sorpresivamente lo agarraba haciéndolo sentar en sus piernas.

—¡No hagas eso!

Era lo que Sebastian replicó al estar sentado en sus piernas siendo el centro de atención de los demás que lo miraban en tan comprometedora situación, retorciéndose trataba de zafarse del agarre.

—Si te sigues moviendo me la vas a poner dura

Todos escucharon esa perversa advertencia del rubio cocinero que ya estaba algo ebrio por lo tanto un poco deshinbido también, el demonio dejó de moverse sobre sus piernas al ver como los demás comenzaron a murmurar y sonreír maliciosamente. 

—Una despedida de soltero no es despedida de soltero si no hay exhibición de sexo por parte de los novios! —Exclamaba Lau con emoción— ¿Cuál es su posición favorita? 

—La del perrito seguramente... —Aclaró Undertaker en medio de su risa bulliciosa.

—Claro que no... A mi me gusta verle la cara mientras lo hacemos, de perrito no se la veo. 

—iCállate Bard! —Con fingida tranquilidad el demonio le tapaba la boca pero su mirada expresaba lo enojado que estaba— No es necesario que lo aclares. 

El joven conde los escuchaba ya podía intuir que comenzarían con sus charlas vergonzosas para "adultos" algo que le molestaba un poco ahora porque se sentía estúpido al recordar como entregó su virginidad a alguien quien no la merecía, así que sin decir nada salía del salón para ir a tomar un poco de aire fuera. Caminaba tranquilo buscando silencio y soledad para refugiarse en sus más profundos y deprimentes pensamientos cuando oyó unos pasos tras de el. 

—¡Ciel! ¿A dónde vas? ¿Puedo acompañarte? 

—Lizzy... —Murmuró el joven ante el evidente roto anhelo de silencio y soledad pero tampoco podía ser grosero así que con una falsa sonrisa le miraba acercarse— Iba a tomar aire fresco... 

—Te acompaño. 

—Si claro... 

Ocultando su verdadero sentir solo sonreía no podía negarse tampoco, era peor si provocaba un berrinche en su prometida no estaba de humor para escuchar reproches. Lo que Ciel no sospechaba era que su prometida tenia un atrevido plan, que pretendía llevar a cabo ahora que estaban solos, en el jardín a la luz de la luna en esa noche donde la brisa fría sería el hermoso contraste para que sus rostros se sonrojaran en ese roce de labios, era el ambiente perfecto para un primer beso pensaba la joven muy ilusionada mientras caminaban al jardín. El joven Phantomhive notaba una extraña actitud en ella, más empalagosa de lo normal ya que no se le separaba, algo bastante molesto. 

Ese demonio... Tendrá un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora